Terrorismo, FFAA y derechos
Por Farith Simon
El Decreto 730 es, aparentemente, la respuesta estatal a un tipo de delincuencia, la organizada con elementos transnacionales, que ha desarrollado una serie de actos que pueden ser calificados como terroristas, que se consideran una amenaza, no solo a la seguridad interna, sino a la soberanía.
Para que exista el delito de terrorismo es irrelevante estos actos son realizados por personas individuales o asociaciones armadas, lo central es que “mantengan en estado de terror a la población o a un sector de ella” o pongan en peligro la vida, la integridad física o la libertad de las personas o pongan en peligro las edificaciones, medios de comunicación, transporte, y que se realicen utilizando “medios capaces de causar estragos”.
Da igual si estas acciones tienen un fin político o delincuencial, lo que importa es la consecuencia y los medios.
Negar que lo que sucede ha generado terror y que algunos actos solo parecen tener ese objetivo, sería ceguera; sin embargo, preocupan las consecuencias de la participación de las FFAA y el uso de medios letales, ya que el riesgo que conlleva es que una acción, en principio legítima del Estado, pueda convertirse en abusiva, porque se mueve en un terreno muy peligroso, por la cantidad de acciones que eventualmente podrían cumplir las condiciones del tipo penal.
Existe miedo en buena parte de la población; el miedo y el enojo han llevado a que se acepten como válidas prácticas que son repudiables y, por esto, vemos a personas aplaudiendo el abuso, la muerte o los linchamientos. Que el miedo no nos haga perder de vista que los derechos humanos son para todos, aunque en esta época decirlo sea impopular.
Es ingenuo e ineficaz creer que solo la represión frenará la ola de violencia delincuencial. Por la diversidad de delitos y delincuentes, solo la combinación de esfuerzos y acciones de prevención, restauración, represión y rehabilitación pueden funcionar, siendo prioritario las soluciones que contribuyan a disminuir la pobreza y la exclusión.
OPINIÓN
Farith Simon
Especial para Ecuador News
Para ver más noticias, descarga la Edición