Una decisión de vida o muerte en una fracción de segundo
Los expertos dicen que el arma por sí sola no justifica la fuerza letal en el tiroteo fatal del joven aviador de Florida
Una muerte que no debió haber ocurrido, Posiblemente se trató de una infeliz confusión, pero al mismo tiempo se investiga lo que fue un error en el protocolo policial.
La tarde del 3 de mayo, Roger Fortson abrió la puerta de su apartamento con una pistola en la mano e inmediatamente recibió seis disparos de un ayudante del sheriff que respondía a una denuncia sobre una discusión.
Fortson era un destacado aviador de operaciones especiales de EE.UU. en Hurlburt Field en Florida, a unas 140 millas al oeste de la capital del estado, Tallahassee. Vivía a unas 5 millas de la base. Su familia exige una investigación completa sobre la muerte. Mas cuando se trataba de una persona sana, destacado militar, cumplidor de su deber y amante de su familia. Para algunos, su único problema era ser negro… Y que tal vez por eso perdió la vida.
Los familiares de Fortson señalan que el aviador de alto rango de la Fuerza Aérea aparentemente estaba solo y hablando por FaceTime con su novia. Y que la rápida decisión del oficial de abrir fuego y su mera presencia en el apartamento, constituyen la prueba de que fue un asesinato descarado, injustificado y la más reciente tragedia que involucra a una persona de su raza.
En verdad la historia es ya muy conocida: Un afroamericano recibe varios disparos en su casa por parte de las fuerzas del orden. Enseguida, las autoridades señalan que la presencia de Fortson sosteniendo un arma cuando abrió la puerta de su apartamento, es un caso claro de defensa propia para un oficial enfrentándose a una decisión de vida o muerte en una fracción de segundo.
Los investigadores que ya se encuentran en esta complicada labor, considerarán estos factores al decidir si acusarán al oficial en un tema que también refleja las realidades que enfrentan los uniformados todos los días en un país donde millones de personas portan armas, incluso en la Florida, uno de los estados con mayor número de personas propietarias de armas.
Expertos policiales opinan que Fortson al sostener un arma cuando abrió la puerta, mas si la apuntaba hacia el suelo, no era justificación suficiente para usar fuerza letal. Los investigadores también tendrán que considerar qué información sabía el oficial cuando acudió al lugar y si Fortson mostró algún indicio de comportamiento que representara una amenaza.
Por las primeras informaciones parece que no. Según la novia de la víctima, ella escuchó cuando se produjo el llamado desde la puerta y que él trató de observar de quién se trataba a través de la mirilla, pero estaba tapada.
Versiones sin confirmar aún, Fortson, temeroso de que alguien quisiera hacerle daño, después de no poder ver a nadie optó por recoger su arma, para lo cual estaba autorizado por la ley.
El arma cambia el panorama
“La velocidad de los hechos es bastante intensa. Está sucediendo muy, muy rápido”, dijo Ian Adams, profesor asistente que estudia criminología en la Universidad de Carolina del Sur y ex oficial de policía, después de ver el video de la cámara corporal del oficial del tiroteo de Fortson, el cual fue mostrado por el sheriff del condado de Okaloosa. “La presencia de un arma aumenta el riesgo. Pero esa mera presencia no justifica en absoluto el uso de fuerza letal”, agregó Adams.
El video es la respuesta inicial a las acusaciones planteadas por los abogados de la familia de Fortson. Muestra en principio al oficial hablando con una mujer afuera del complejo de apartamentos de Fort Walton Beach, quien describió a alguien en medio de una discusión. El agente, cuyo nombre y raza no han sido revelados, golpea al poco tiempo la puerta de Fortson, hace una pausa, luego vuelve a tocar, gritando que es de la oficina del sheriff. Fortson finalmente abre la puerta mientras sostiene lo que parece ser un arma. A los pocos segundos, el agente le dispara a Fortson seis veces y luego le grita que suelte el arma.
El sheriff Eric Aden dijo que el agente actuó en defensa propia y rechazó las afirmaciones de que estaba en el apartamento equivocado, que es otra de las versiones que se han dado.
Entre tanto, Ben Crump, abogado de la familia de Fortson, dijo que se mantienen firmes en que el agente fue a la unidad equivocada porque Fortson había estado solo en casa y sostenía una llamada FaceTime con su novia.
Se sigue investigando
El profesor Adams dijo que más allá de las imágenes de la cámara corporal, tiene que haber algún indicio de comportamiento de que una persona tiene la intención de causar un daño mortal con su arma.
“Vivimos en una nación con más armas que personas. Si la mera presencia de un arma fuera el estándar para el uso razonable de fuerza letal, estaríamos inundados de tiroteos policiales”, agregó.
El aumento en la posesión de armas ha cambiado la actuación policial de varias maneras, dijo Chuck Wexler, director ejecutivo del Foro de Investigación Ejecutiva de la Policía, un grupo de expertos con sede en Washington que se centra en cuestiones críticas de la actividad policial.
“Esta es una tragedia en muchos niveles, para todos: para la familia y para el oficial. Las armas aceleran la toma de decisiones y ese es el desafío aquí”, afirmó.
En una declaración el viernes, el abogado Crump se centró en el rápido uso de fuerza letal por parte del agente y en la falta de una orden verbal para que Fortson soltara su arma hasta que el agente le disparó. Pero los expertos dicen que los agentes no están obligados a dar órdenes o advertencias cada vez que utilizan fuerza letal.
David Klinger, profesor de justicia penal de la Universidad de Missouri-St. Louis, que también es ex oficial de policía, dijo que la norma es dar una advertencia cuando sea posible. «Pero si hacer una pausa para dar una advertencia o una orden verbal aumenta el riesgo de una amenaza mortal, entonces no es factible», dijo.
Scott Lacey, un ex oficial del Comando de Operaciones Especiales de la Fuerza Aérea que sirvió en el mismo escuadrón que Fortson, dijo que cree que el tiroteo de Fortson fue injustificado. “Cuando simplemente abre la puerta, lo ve con un arma y descarga seis balas contra el aviador, para mí eso grita injusto de inmediato”, dijo Lacey, quien pasó un tiempo como policía estatal de Arizona después de dejar el ejército.
«El aviador no levantó su arma y no mostró ningún tipo de intención hostil», agregó a su comentario.
Otros incidentes
No es la primera vez que la Oficina del Sheriff del condado de Okaloosa es objeto de escrutinio por su uso de la fuerza.
LaTanya Griffin presentó una demanda federal contra el departamento en agosto alegando que los agentes usaron un ariete para ingresar a su casa mientras cumplían una orden de registro en 2019. A Griffin, que había estado durmiendo desnuda, se le ordenó a punta de pistola que saliera y permaneciera desnuda delante de los oficiales y del público, dijo. Nunca fue arrestada ni acusada de ningún delito.
En documentos judiciales, los abogados de la oficina del sheriff dijeron que las acciones de los agentes eran consistentes con «un procedimiento policial establecido, razonable y generalmente aceptado». El litigio está en curso.
«Creo que el Departamento de Justicia necesita analizar lo que está sucediendo con la Oficina del Sheriff del condado de Okaloosa», dijo Kevin Anderson, abogado de Griffin.
En otro incidente hace seis meses, un agente del mismo condado reaccionó al sonido de una bellota que caía golpeando su patrulla, disparando varias veces contra el vehículo, donde estaba sentado un hombre negro esposado. Después de escuchar al agente gritar «disparos» y «me alcanzaron», su supervisor también disparó contra el vehículo. El hombre que estaba dentro sobrevivió al bombardeo, confundido pero ileso.
Los investigadores internos encontraron que las acciones del supervisor fueron «objetivamente razonables» porque estaba actuando para proteger al otro agente que suponía era un «peligro de muerte inminente e inmediato». Pero el informe encontró que el agente que inicialmente gritó «disparos» no había actuado razonablemente al disparar su arma. Renunció antes de completar la investigación.
En sus entrevistas con los investigadores, el supervisor mencionó que los agentes habían pasado por muchas cosas en las últimas semanas, incluido el asesinato de un agente que respondía a una llamada de violencia doméstica y la participación de otro en un tiroteo.
El tiroteo contra Fortson se produjo pocos días después de que cuatro miembros de un grupo de trabajo contra fugitivos del Servicio de Alguaciles de Estados Unidos fueran asesinados mientras cumplían una orden judicial en Carolina del Norte. Algunos grupos de oficiales han sugerido que tales asesinatos podrían afectar la forma en que los oficiales perciben las amenazas. «No creo que la presencia de tiroteos anteriores vaya a ser una justificación», dijo el profesor Adams. «No existe un mundo donde los agentes no se encuentren con el riesgo de un arma de fuego. Los agentes nadan en el riesgo. Pero el riesgo por sí solo no es motivo para usar armas de fuego, fuerza, y mucho menos fuerza letal”.
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