SÍ, PERO…
A lo largo de la vida y tal vez ahora con mayor frecuencia, encuentro gente tan pesimista que inclusive cuando reciben una buena noticia, le encuentran el lado negativo, dejando hasta de disfrutar del placer que ella entraña y de las cosas positivas que ocurren en la vida.
Hace poco discutía con una persona a quien le regalaron un carro, ya que al felicitarle me dijo, sí, pero… es muy chiquito, lo van a chocar fácil, el que lo maneja es totalmente inexperto, y así poniendo toda una serie de peros a una noticia que normalmente debía dejarla feliz.
Creo que mucha gente adolece de ese pesimismo crónico que les impide avanzar en la vida, disfrutar de las pequeñas cosas que la componen y solo esperar por los grandes acontecimientos.
Se empecinan en ver qué es lo que posee el vecino o la hermana, sin apreciar lo que tienen en las manos, es como quedarse mirando a los que tiene alrededor que se comen el helado, disfrutan cada cucharada de sabor o la porción que capta la lengua, mientras el propio helado se les derrite entre las manos, y, cuando se dan cuenta, ya lo han perdido y se quedan solo con las manos melosas y la ropa manchada.
Dejemos de lado los Sí, pero… y apreciemos cada pequeña cosa que nos ocurre en la vida, así, cuando pase el tiempo, la tendremos llena de motivos agradables y no de posibilidades insatisfechas.
SÍ, PERO…
Por Rosalía Arteaga Serrano
ExPresidenta Constitucional de la República del Ecuador
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