Inquilinos bajo discriminación
Inquilinos con cupones de renta denuncian discriminación a pesar de ley que la castiga
Irma Troche, beneficiaria del programa de asistencia Sección 8, exige a la Ciudad medidas fuertes para garantizar que inmobiliarias y dueños de edificios les renten apartamentos.
Por: Edwin Martinez | 25 de Noviembre 2019
Desde el 2008, la Ley de Derechos Humanos de Nueva York tipificó como “ilegal” no mostrar o no rentar departamentos a potenciales inquilinos, basados en la fuente de ingresos de programas de ayuda como cupones de Sección 8, Living in Communities (LINC) y Supplemental Security Income (SSI), entre otros. Y aunque desde ese entonces la Ciudad asegura que le ha declarado la guerra abiertamente a compañías y caseros que niegan a neoyorquinos menos favorecidos el derecho a alquilar un inmueble, a diario neoyorquinos como doña Irma Troche, de 68 años, ven con mucha angustia y desespero, cómo para personas como ella, la ley se queda en el papel.
Con lágrimas en los ojos y mucho dolor en su voz, la abuela puertorriqueña, quien asegura que se la pasó gran parte de los 50 años que lleva en la Gran Manzana trabajando duro en una fábrica, confiesa que está cansada de que la traten como “si oliera feo” o “no valiera” por tener cupones de ayuda de renta.
“Las inmobiliarias están violando mis derechos y nadie hace nada para evitarlo. Yo llevo más de ocho meses tratando de encontrar un apartamento aquí en El Bronx, he ido a un montón de sitios y cuando les digo que tengo Sección 8, no me muestran nada o me dicen que me van a llamar y, mentira, nunca me llaman”, dijo la boricua. “Es tan grande y evidente la discriminación que nos están haciendo a quienes recibimos ayuda que conozco a un montón de gente que le está pasando lo mismo. Ellos nunca te dicen ‘no aceptamos sección 8’, pero nunca nos rentan nada. Violan la ley con silencio”.
La madre de familia asegura que su calvario empezó a comienzos de este año, cuando el dueño del apartamento en una casa en Castle Hill, donde vive hace cuatro años, le informó que no le podrá renovar más el contrato porque necesita el inmueble para que se mude su hija, algo permitido por la ley. Troche no hace ninguna acusación contra su actual casero, pero admite que la situación la obliga a tener que empezar de nuevo.
“Yo no tengo queja contra este landlord. Él me rentó sin ningún problema y a él sección 8 le manda cada mes, directamente $1,200 y yo le doy $138 dólares que pongo de mi bolsillo para cubrir el arriendo”, comentó la inquilina. “El rechazo lo he sentido en todas las inmobiliarias a las que he ido. Tantas, que ya hasta perdí la cuenta, eso sin contar a las que sigo yendo todos los días. Y el rechazo y el silencio son lo mismo. Ya estoy tan desesperada, triste y cansada, que en las noches no puedo dormir y a veces pienso que me voy a morir primero antes de que alguien me rente”.
Madeline Familia, hija de la puertorriqueña, quien asegura estar muy preocupada no solamente por la manera como a su madre le están violando su derecho a tener un apartamento, sino por el estrés que todo esto le ha significado, narró la pesadilla que han vivido en la búsqueda de un apartamento.
“Creemos que mi madre es víctima de discriminación en la vivienda, en función de su edad y su fuente legal de ingresos (SOI). En los últimos meses, nos hemos comunicado con innumerables compañías de administración de alquileres, corredores y agentes inmobiliarios en El Bronx, solo para ver que no nos llevan a ninguna parte”, dijo Familia.
La joven aseguró que varios agentes inmobiliarios, entre ellos la firma GoldFarb, que no respondió llamados y a quien ella misma ha contactado por correo electrónico o telefónicamente, al enterarse que su madre recibe asistencia de Sección 8 y Seguro Social, “desaparecen del mapa”.
“Podemos asumir que es su forma de decir ‘no’, sin ser penalizados. Además, muchos han solicitado tarifas de solicitud poco éticas, así como tarifas de antecedentes antes de mostrarnos un apartamento y tememos que si mi madre no encuentra una vivienda adecuada antes del 15 de diciembre de 2019, se quedará sin hogar”, agregó.
Tras enterarse del caso, el presidente del condado de El Bronx, Rubén Díaz Jr. lamentó que caseros inescrupulosos estén rechazando a personas mayores de manera tan cruel y manifestó que seguirá luchando contra estas prácticas.
“Por casos como esos es que estamos luchando constantemente por los derechos de los inquilinos, asegurándonos de protegerlos”, aseguró el político, al tiempo que se comprometió a ayudar a quienes están siendo discriminados por el origen de sus ingresos de renta.
“A nadie se le debe negar el derecho a una vivienda asequible porque estén inscritos en programas como Sección 8 o LINC. Estos son programas que fueron creados para ayudar a nuestros residentes más vulnerables, y cualquier persona que se enfrente con este dilema puede llamar a nuestras oficinas para ayuda”, agregó Díaz.
Alicia McCauley, vocera de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad, admitió que casos como el de la señora Troche son comunes en la Gran Manzana y dijo que la Administración Municipal usa todos sus recursos para ponerles freno.
“La discriminación por fuente legal de ingresos es un serio problema que confrontan más de 11,000 familias que poseen cupones de vivienda en la Ciudad de Nueva York”, dijo la funcionaria. “La Comisión de Derechos Humanos, que implementa la Ley de Derechos Humanos de la ciudad, una de las más protectoras de la nación, tiene una unidad dedicada a la fuente legal de ingreso, para combatir el efecto de la discriminación por cupones de vivienda”.
La Ciudad asegura que en el año fiscal 2019, esa unidad intervino exitosamente en 206 casos para poner fin a actos de discriminación y ayudar a familias a utilizar sus cupones para obtener vivienda. Cada año esa agencia recibe alrededor de 500 quejas relacionadas con discriminación por origen de ingresos. El año pasado las quejas fueron de 330 casos y se realizaron 245 pruebas, al igual que se enviaron 100 reclamos a caseros y agentes inmobiliarios, incluyendo 14 acusados de tener un patrón de conducta discriminatoria.
“La Ciudad continuará luchando contra este tipo de discriminación para que todos los neoyorquinos puedan vivir en hogares seguros y habitables. Se alienta a cualquier persona que haya sido víctima de la discriminación por fuente legal de ingreso a llamar al 311 y pedir derechos humanos para hacer una denuncia”, advirtió McCauley.
El concejal Ritchie Torres, de El Bronx, condado donde vive doña Irma Troche hizo un llamado a la Ciudad para que fortalezca sus acciones y evite que los caseros y las inmobiliarias dejen la ley en el aire.
“Es crucial que la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad actúe de manera más agresiva para detener la discriminación de la fuente de ingresos y perseguir a los malos propietarios que están rechazando a los posibles inquilinos porque tienen vales de vivienda”, dijo el concejal Torres. “Los cupones de vivienda son la mejor herramienta que tenemos para conectar comunidades de bajos ingresos con viviendas estables y asequibles.
A pesar de su llamado, Torres dijo que mientras se lucha contra los propietarios discriminatorios, también hay que apoyar a aquellos que están comprometidos con la inclusión y que aceptan de manera proactiva a los inquilinos con cupones de vivienda, reconociendo su buen actuar.
“Yo introduje una legislación en el Concejo de la Ciudad para crear una lista de propietarios que han aceptado acoger a inquilinos con la Sección 8 y LINC, y esta lista se proporcionaría a los posibles inquilinos. Tendremos que abordar la discriminación de la fuente de ingresos de manera agresiva y con herramientas gubernamentales”, agregó el político de origen puertorriqueño.
El presidente del Concejo Municipal, Corey Johnson, también pidió acciones más efectivas y duras para garantizar que neoyorquinos vulnerables que dependen de cupones de vivienda tengan lugares para vivir dignamente.
“A medida que la Ciudad lidia con la crisis de las personas sin hogar, es esencial que tengamos todas las herramientas a nuestra disposición para trasladar a los hogares de las personas sin hogar a las viviendas permanentes. Una solución crítica son los cupones de asistencia para el alquiler, y a pesar de la fuente de protección de ingresos bajo la Ley de Derechos Humanos de la Ciudad, muchas familias aún enfrentan discriminación”, dijo el jefe del Concejo. “Esto es inaceptable y aquellos que violen la ley deben rendir cuentas. Si los neoyorquinos experimentan discriminación, deben denunciarlo llamando al 3-1-1 y pedir que los contacten con Derechos Humanos”.
El defensor del Pueblo, Jumaane Williams. aseguró que casos como el de la abuela puertorriqueña confirman que “la discriminación y la avaricia” han contaminado el panorama inmobiliario, especialmente para los neoyorquinos de bajos ingresos y las comunidades de color.
Y tras advertir que Nueva York prohíbe estrictamente a los propietarios, a las agencias de bienes raíces y a agentes inmobiliarios que discriminen a los inquilinos con base en una fuente legal de ingresos, pidió a quienes sufran actos de discriminación que no se queden callados.
“Cualquier violación debe ser reportada de inmediato, para poner fin a esta práctica cobarde y responsabilizar a los propietarios y agentes inmobiliarios por ser malos actores. Nuestra oficina continuará trabajando para crear soluciones que limiten más estas violaciones en el futuro”, exigió Williams.
Dónde denunciar y pedir ayuda:
- Si usted ha sido víctima de caseros que lo discriminan al no aceptar cupones de vivienda, puede interponer una queja y pedir ayuda llamando a la Comisión de Derechos Humanos de Nueva York al: (718)-722-3131
- Si es residente del condado de El Bronx, también puede contactarse al (718)-590-3554 con la oficina del presidente del condado
- La Ley de Derechos Humanos del 2008 determina que es ilegal no mostrar o no rentar apartamentos en Nueva York basados en la fuente de ingresos de programas de ayuda de los inquilinos que tienen vouchers de Sección 8, Living in Communities (LINC), Supplemental Security Income (SSI), HIV/AIDS Services Administration (HASA), Family Eviction Prevention Subsidy (FEPS), Special Exit and Prevention Supplement (SEPS), entre otros.