Ucronía por Rodrigo Borja Cevallos
Ucronía
Término filosófico que designa lo que pudo haber sido y no fue porque no se dieron los acontecimientos causales. Designa lo ucrónico, lo que no tiene alojamiento en el tiempo. Significa etimológicamente “lo que está fuera del tiempo”, aunque el Diccionario de la Real Academia, al decir que “ucronía” es “la reconstrucción de la historia sobre datos hipotéticos”, limita la significación del término.
Y es que esta palabra es mucho más amplia. Y, así como la utopía es “lo que no está en parte alguna” o “lo que no tiene lugar en el espacio”, la ucronía es lo que está fuera de la realidad temporal. Ella parte de la suposición de acontecimientos que no ocurrieron pero que pudieron ocurrir. En tal sentido, es “lo que hubiera pasado” si esos hechos se hubieran dado.
Y la historia habría sido diferente puesto que los sucesos hubieran seguido un curso distinto. Algunos filósofos de la historia han hecho, por ejemplo, simulaciones de lo que hubiera sido la vida de Europa si el cristianismo, detenido por las autoridades romanas, no hubiera podido penetrar en Occidente y se hubiera quedado confinado en Oriente.
Lo mismo podríamos decir si tratamos de imaginar, por ejemplo, cómo sería el mundo si Hitler hubiera ganado la segunda guerra mundial. En cierto sentido la “ucronía” es, con relación al pasado, lo que lo “futurible” es con relación al futuro, o sea lo que “pudo haber sido” de mediar determinados sucesos. Y es que hay que considerar que el “futuro”, como dimensión temporal, ha sido tema de discusión filosófica en todas las épocas.
Aristóteles formuló el primer análisis de los “futuros contingentes” al referirse a que lo que puede ocurrir no es necesariamente lo que ocurrirá. Y sobre la base del pensamiento aristotélico, los teólogos escolásticos hablaron del “futuro contingente”, que no sabían si tendría realidad o no, y del “futuro necesario” que forzosamente vendría y al que se refieren todas las formas del determinismo y fatalismo.
Fueron célebres las ardientes disputas en que se enredaron los “tomistas” -partidarios del santo italiano Tomás de Aquino (1225-1274)- y los “molinistas” -seguidores de las doctrinas del sacerdote jesuita español Luis de Molina (1535-1600)- y en torno de las cuales se enfrascaron por largo tiempo dominicos, agustinos y jesuitas.
En política la palabra “futurible” conserva su contenido filosófico aunque se ha desprendido de sus connotaciones teológicas: “futurible” es el acontecimiento que puede ser si se cumplen determinadas condiciones. En la vida pública con gran frecuencia estamos ante futuribles, es decir, ante hechos futuros y condicionados. Y el término utopía ha sido utilizado por muchos pensadores políticos para significar un orden de cosas ideal que difícilmente puede existir en la realidad.
OPINIÓN
Por Rodrigo Borja Cevallos
Ex Presidente Constitucional de la República del Ecuador
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