Los presidentes de 27 de las mayores empresas de Nueva York han lanzado el New York Jobs CEO Council, una coalición liderada por estos directivos para colaborar con instituciones educativas, organizaciones comunitarias y aquellas que no tienen ánimo de lucro con el fin de contratar a trabajadores y reforzar la conexión con comunidades latinas, negras y asiáticas de bajos ingresos. Se espera que para 2030 se contraten a unas 100,000 personas de estas comunidades, lo que incluye oportunidades de trabajo y pasantías para 25,000 estudiantes de CUNY.
Para el canciller de CUNY, Félix Matos Rodríguez, esta es una situación que no dejó de calificar de “histórica” en varias ocasiones durante una entrevista telefónica con este periódico.
“Es una gran oportunidad. Tenemos relaciones individuales con casi todas las compañías pero de colegio a colegio, ahora lo que conseguimos es que la relación sea a gran escala en un momento en el que nos hace falta que recobremos la vitalidad económica en la ciudad luego de la crisis creada por la pandemia del COVID-19”, explicaba.
Matos dice que en términos prácticos una de las cosas que permite esta iniciativa es que aumente la cantidad de estudiantes en los distintos programas educativos porque van a tener más ofertas de pasantías (prácticas de aprendizaje) y empleo en áreas de tecnología, salud, finanzas y negocios, por ejemplo. También porque da posibilidad de revisar curricula, permitirá “actualizar un poco más los programas y la oferta de nuestros cursos con la información directa de lo que buscan las compañías en los empleados”.
Microcredenciales
Una de estas actualizaciones es la creación de microcredenciales, programas más cortos para actividades muy técnicas en un área determinada que permitan obtener un título que no demande años de estudio y abra puertas laboralmente. Son programas que, Matos cuenta, ayudan a que los alumnos mejoren “sus condiciones de empleo y posición económica además de invitar a terminar un grado universitario. Puede ayudar a quienes están ahora en la Universidad, los que estén en el futuro y los que salieron y tienen ahora una invitación para regresar”.
“Nos crea la capacidad de hacer cosas de hacer mejor cosas que ya estamos haciendo bien porque vamos a tener una oferta más grande de compañías interesadas en esos estudiantes y mantenemos una línea abierta de comunicación con esas compañías, y otras que vengan, a un nivel sistémico, no un nivel de una conversación con un colegio u otro”, explica.
Matos confiesa que uno de los atractivos que más le entusiasma es que la colaboración continua con las empresas les permitan tener “una mayor calibración de qué programas hacen falta la demanda que tienen y cómo desde nuestro lado creamos programas. Ese dialogo va a permitir que ese calculo sea más efectivo que hasta ahora”.
El canciller de CUNY celebra, además, la mayor conexión con las prácticas de aprendizaje. “Los internados son muy importantes. Si un estudiante participa en un internado pagado, se gradúa y llega al mercado de trabajo, se consigue un trabajo más rápidamente y con mejor sueldo que quienes no han tenido esas pasantías pagadas”, explica. Su objetivo es tener una red profesional y que se sepa cuál es la cultura de trabajo concreta en un lugar determinado.
“Estoy muy agradecido a Jamie Dimon [CEO de JP Morgan Chase y copresidente de esta iniciativa] con quien empezamos a hablar hace año y medio de esta idea que se ha mantenido en medio de la pandemia”, dice Matos que asegura que desde estas empresas se ha llegado a un compromiso con CUNY porque se sabe el talento que se tiene.
Antes de la pandemia
Según cuenta la idea de este concilio, que estará presidido por la doctora Gail Mellow, que ha sido presidenta de LaGuardia Community College, estaba terminada antes de que se declarase la pandemia del COVID-19 y cuando esta llegó se estaba en conversaciones con otras empresas.
La situación hizo ver a todos los participantes– entre ellos los presidentes de EY, IBM, McKinsey & Company, Accenture, Mastercard, Amazon, Microsoft y Montefiore Medicine–que si antes de la pandemia se pensaba que hacía falta este tipo de esfuerzo, “ahora es aun más necesario, por la crisis económica, porque la pandemia ha resaltado las diferencias sociales, socioeconómicas y por grupo de raza y etnia que hay en la ciudad”.
“Creo que esto hizo que el grupo tuviera más deseos de lanzarse con este concilio porque saben que en el caso de CUNY cerca de tres cuartas partes de los estudiantes son latinos afroamericanos o asiáticos. Ese talento de la ciudad está en nuestra universidad deseoso de tener esas oportunidades y aquí queremos conectar a ese estudiantes con empleos concretos”, razonaba Matos.
Con el computador
Esta oportunidad que se abre con el Council comienza en otoño, en un momento en el que la Universidad ha cambiado su ritmo debido a las medidas de distanciamiento físico que exige la contención del coronavirus.
“La pandemia nos ha enseñado a que tenemos que hacer los mejores planes y luego adaptarse”, razona el canciller de CUNY.
La estrategia del sistema de CUNY para cursos en linea e híbridos. Se está preparado para lo peor para hacer ajustes mínimos en caso de que se al caso. Felix Matos explica que se ha aprendido mucho y se puede ser efectivo en un contexto en el que hay que estar preparado, “hay que tener flexibilidad y un cierto nivel de humildad para saber que uno no siempre cuenta con toda la información”.
Con todo e independientemente de la forma en la que se impartan las clases, Matos reitera que la Universidad “sigue siendo una de las puertas de oportunidad más efectiva que tenemos en nuestro país”. “Invertir en continuar la educación y mejorar es la mejor estrategia en tiempos económicos difíciles”.