Mientras Nueva York ha sido una de las regiones más afectadas en el mundo por contagios y desempleo tras la pandemia, y su gobernador, Andrew Cuomo, acaba de publicar un libro alabando su propia gestión en la crisis, en realidad ha estado evitando reunirse con el gobierno federal para avanzar en soluciones al coronavirus.
Según New York Post, Cuomo ha evadido más de una docena de reuniones con la Casa Blanca y evitó un encuentro directo con el secretario de Salud y Servicios Humanos (HHS), Alex Azar.
Además, Cuomo se saltó 17 llamadas consecutivas con el Grupo de Trabajo del Coronavirus de la Casa Blanca diseñadas para informar a los líderes estatales sobre el proceso de desarrollo y despliegue de vacunas.
También los llamó “un circo” y “una broma” en una entrevista reciente. Las revelaciones coinciden con lo que Cuomo declaró el lunes, al afirmar que prefiere esperar dos meses más para diseñar un plan de vacunación con el nuevo gobierno Demócrata, en vez de hacerlo con el actual Republicano.
“No podemos permitir que avance de la forma en que Trump y su administración lo están diseñando (…) “Básicamente, van a hacer que los proveedores privados lo hagan, y eso va a dejar fuera a todo tipo de comunidades que quedaron fuera la primera vez que COVID los asoló”, afirmó.
Horas después, en una entrevista en Fox News el lunes, Azar calificó los comentarios de Cuomo sobre no aceptar una vacuna liderada por Trump como “inconcebibles”.
Según la denuncia, el equipo de Cuomo rechazó una oferta para reunirse a fines del mes pasado con Azar, quien quería escuchar sus preocupaciones sobre Nueva York, dijeron dos fuentes.
En una llamada con New York Post el lunes, el personal de Cuomo dijo que el gobernador estaba frustrado porque había “muchas incógnitas” después de que le enviara una carta el 15 de octubre al mandatario Donald Trump preguntando cómo se distribuiría efectivamente la vacuna a todo el estado, particularmente a los pobres y comunidades de color.
En realidad, Trump ordenó al equipo de Azar que se comunicara inmediatamente con el gobernador Demócrata cuando recibieron la carta, ofreciendo una reunión directa que Cuomo o su equipo rechazaron.
Según dos fuentes, Alexander Cochran -abogado especial de Cuomo- rechazó la invitación del 21 de octubre para reunirse al día siguiente, diciendo que no se sentarían con el gobierno federal hasta que todas sus preguntas fueran respondidas por escrito.
El gobernador Republicano de Arkansas Asa Hutchinson, quien dirige la “Asociación Nacional de Gobernadores” (NGA) con Cuomo, aceptó la oferta y habló con Azar ese día.
En una extensa carta del 30 de octubre dirigida a Cuomo y Hutchinson, Azar respondió a 32 preguntas suyas, sobre financiamiento, suministros y almacenamiento.
Cuomo también estuvo ausente en 17 llamadas consecutivas del gobierno federal durante cinco meses, del 1 de junio al 30 de octubre, casi al mismo tiempo que publicó su libro de autoalabanza, rechazado por familiares de víctimas en Nueva York.
“También me he perdido los circos. No voy a muchos circos. Entre la teleconferencia de la Casa Blanca y un circo, creo que un circo me enseñaría más sobre COVID. Estuve en la última llamada. Es una broma”, le dijo Cuomo a Chartock.
Ya en septiembre el gobernador amenazó con desacelerar la vacuna citando su desconfianza en el presidente y alegando que el proceso estaba “politizado”, recordó New York Post.
Trump se descargó en respuesta, llamándolo un “malvado”, y dijo que la vacuna había sido desarrollada por “los mejores laboratorios del mundo”. Además, le recordó con ironía las masivas muertes en ancianatos que han sido vinculadas con una orden ejecutiva suya.
En respuesta, Cuomo ha culpado a la prensa y los congresistas Republicanos de acusarlo sobre ese escándalo.
Nueva York es de lejos el estado con más muertes por coronavirus en EE.UU: 33,898 oficiales y más consideradas “probables”. Ayer, Cuomo anunció nuevas restricciones que entrarán en vigencia la noche de mañana viernes.
Cuomo’s COVID-19 vaccine comments ‘unconscionable’: HHS Secretary Azar https://t.co/e9CiC1BsAI pic.twitter.com/1v6tUdYQQR
— New York Post (@nypost) November 9, 2020