Este martes 1 de diciembre se conmemora el Día Mundial del Sida, que este tiene como tema “solidaridad global y responsabilidad compartida”, y en medio de la pandemia del coronavirus, aunque los contagios de VIH se han ido reduciendo considerablemente con el paso de los años, Nueva York todavía está lejos de acabar con este mal.
Así lo aseguran activistas y líderes comunitarios de la Gran Manzana, quienes a pesar de estar esperando a que la Ciudad revele el nuevo reporte del VIH en la Gran Manzana, presentación que hará este martes la Administración de Blasio, insisten en que siguen siendo los latinos y los afroamericanos las poblaciones más atacadas con el VIH-Sida.
Guilermo Chacón, presidente de la Comisión Latina del Sida, manifestó su preocupación de que los latinos siguen siendo un sector de amplios contagios, incluso por encima de su porcentaje poblacional en la ciudad de Nueva York, por lo que advirtió que urge no bajar la guardia ni el apoyo.
“Nueva York sigue siendo el ojo del huracán de la epidemia del VIH/Sida en Estados Unidos y el Día Mundial del Sida llega en un momento en que hay mucha preocupación, porque el coronavirus ha dominado el espacio, con justificada razón, pero no podemos olvidar que la epidemia del VIH-sida sigue vigente y que los latinos y latinas, aunque somos el 29% de la población de la ciudad, representamos el 33% de los casos, lo que nos recuerda que no nos podemos descuidar”, dijo el activista, quien hizo un llamado a las autoridades y a los neoyorquinos en general.
“Nuestra comunidad debe recordar que la prevención es fundamental y que aunque es mejor saber el estatus, hay que entender que este es un virus que podemos evitar si practicamos diferentes maneras para prevenirlo, desde el acceso a la pildora PrEP, el uso de los preservativos y ser fieles a nuestras parejas”, comentó Chacón. “No podemos pensar en parar el virus si no mantenemos un balance entre atención médica y prevención, y en ese sentido es importante recordar que tenemos que trabajar para alcanzar cero transfobia y cero homofobia en nuestras comunidades. Estigmatizar hace más daño a veces que un virus, porque rechaza y margina”.
El activista destacó además que existe preocupación entre las organizaciones de apoyo debido al cambio de funcionarios de Salud de la Ciudad con los que han estado trabajando.
“Nos preocupa que cambios a nivel de liderazgo se puedan traducir en descuidos a la población o falta de atención. Falta ser todavía más culturalmente responsables para entender e invertir en nuestras comunidades y esperamos que las nuevas autoridades de salud se acerquen a nosotros, porque no ha habido espacio para trabajar con el nuevo comisionado, y es urgente. No podemos olvidar que la pevención y los servicios de apoyo hoy mas que nunca son vitales”, agregó Chacón.
COVID-19 cambió la meta
Y aunque el gobernador Andrew Cuomo se puso como meta hace varios años erradicar la enfermedad para finales del 2020, el activista destacó que la pandemia del coronavirus cambió todo, pero aclaró que la meta no es acabar con el virus sino con la enfermedad que ocasiona.
“La meta de derrotar al sida es importante entenderla y comprenderla y el Gobernador y el Alcalde anunciaron su apoyo a esfuerzo, pero lo que queremos es que nadie desarrolle sida, porque el virus todavía se propaga.
Robert González, otro reconocido activista contra el sida en la ciudad de Nueva York, y portador del VIH, también destacó que falta mucho camino por recorrer para que se erradique el virus, y mencionó que se ha dejado de lado la labor de prevención, debido a nuevos enfoques que se le ha dado al virus.
“Como una persona viviendo con VIH y que ha trabajado 20 años en la comunidad de Nueva York, dedo decir que esta lucha la ganaron las farmaceúticas. Al final del camino, tenemos que aceptar que si bien se destinaron muchísimos recursos para acabar con la transmisión y se redujo en un 20% en las comunidades más atacadas: latinos y de color, hay cosas que no han sucedido de manera adecuada en los programas de prevención, ya que fueron eliminadas por el PREP (medicamento para evitar el contagio) que era una alternativa para sumarle, pero ahora se ha puesto como que todos debemos estar medicados”, dijo el venezolano.
A pesar de ello, González manifestó que en lo que tiene que ver con acceso a servicios y atención, Nueva York sigue a la vanguardia.
“Hay que reconocer que sí hay asistencia aquí. No hay persona que tenga VIH en la ciudad que no reciba tratamiento, pero nos estamos olvidando de otras formas de prevención, estamos dejando de lado la educación, la asistencia para tratar mejor problemas de droga y otros problemas de salud alrededor del VIH y mucha asistencia emocional”, agregó González, destacando que los latinos siguen siendo más vulnerables debido a la pobreza.
El presidente del Concejo Municipal, Corey Johnson, portador de VIH, se sumó al mismo sentir de los activistas y destacó que hace falta trabajar más en los sectores más desprotegidos.
“La ciudad de Nueva York ha logrado un gran progreso en la lucha contra la epidemia del VIH/SIDA, pero nunca pondremos fin a la epidemia si no trabajamos más con muchas comunidades que todavía están viendo una cantidad desproporcionada de casos positivos, incluidos negros, latinos, y neoyorquinos transgénero”, comentó el político.
“Necesitamos asegurarnos de que las personas que ingresan a la atención reciban apoyo y continúen recibiendo la atención que necesitan. Y por último, pero no menos importante, debemos estar atentos a que la PrEP y la PEP sigan siendo asequibles y accesibles para todos. Estamos muy cerca de poner fin a esta epidemia. Ahora no es el momento de descansar, sino de luchar aún más duro”, concluyó Johnson.