Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara de Representantes y líder del partido Demócrata de EE.UU., considera que las acusaciones de acoso sexual contra el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, son “creíbles”.
El domingo, la congresista de California se unió a un coro de Demócratas que pedían una investigación verdaderamente independiente sobre las acusaciones de mala conducta presentadas contra Cuomo (63) por dos ex empleadas: Lindsey Boylan (36) y Charlotte Bennett (25).
“Las mujeres que han presentado cargos serios y creíbles contra el gobernador Cuomo merecen ser escuchadas y tratadas con dignidad”, dijo Pelosi en un comunicado, citado por New York Post. “La investigación independiente debe tener el debido proceso y el respeto por todos los involucrados”.
Ruch, ex trabajadora de la campaña de Biden 2020, afirmó a The New York Times que el gobernador le hizo avances no deseados después de que se conocieron en una boda en NYC en 2019. También acusó a Cuomo de plantarle un beso no deseado en la mejilla, incluso cuando ella se apartó de él. El encuentro la dejó, “confundida, conmocionada y avergonzada”, afirmó.
Paralelo a la denuncia de Ruch, ya se había informado que Cuomo enfrentará una investigación independiente sobre las acusaciones de acoso, mientras incluso desde su partido crecen los pedidos de que renuncie o sea destituido del cargo que ejerce desde 2011. Su actual tercer período terminaría en diciembre de 2022.
“El tiempo ha llegado. El gobernador debe renunciar”, escribió ayer en Twitter la congresista (D) Kathleen Rice, quien representa zonas de Long Island en el Capitolio Nacional, en respuesta a la nueva acusación de Ruch.
Otros legisladores Demócratas estatales, incluidos los senadores Gustavo Rivera, Alessandra Biaggi y la asambleísta Jessica González-Rojas, también se unieron a los llamados para que Cuomo renuncie.
En un comunicado, el fin de semana Cuomo alegó que sus “bromas” a dos ex empleadas se malinterpretaron como “coqueteo no deseado (…) En la medida en que alguien se sintió de esa manera, realmente lo lamento”, afirmó.
Otros también han pedido la salida de Cuomo por la muerte en los ancianatos. En general, en su gestión sobre el COVID-19 se supo que limitó sus contactos con el gobierno federal para discutir soluciones, en medio de sus peleas con el entonces mandatario Donald Trump, aún siendo NY de lejos el estado más afectado por la pandemia, en muertes y pérdidas económicas.
Fue un giro, pues durante el otoño la procuradora James afirmó que el gobierno de Cuomo no estaba obstaculizando ilegalmente la divulgación de la información de los fallecimientos, solicitada reiteradamente desde Washington por el Departamento de Justicia (DOJ).