ESTAMOS EN EL MISMO VUELO
ESTAMOS EN EL MISMO VUELO
Grato recordar uno de los encuentros motivacionales en el auditórium de la Biblioteca Municipal de Guayaquil: “Debemos cuidarnos y saber que somos fruto de la generosidad divina”
El mejor deseo para todos, es la SALUD el mayor de los bienes terrenales. Escuché decir a una persona amiga en su lecho de dolor; daría todo lo que tengo, por mi sanación.
En estas circunstancias inimaginadas, hemos dejado pasar el tiempo, posiblemente sin disfrutar a plenitud del sol, el aire, los campos, valles, playas y montañas. Ante tanta naturaleza maravillosa, nos acostumbramos a tenerla, pero no a valorarla como corresponde. Al aire puro de la campiña, rodeado de arboledas y flores exóticas, no le dedicamos los momentos para convivir con sus propiedades esenciales. Ahora la pureza de ese oxígeno lo tenemos caro y escaso en las clínicas, hospitales y salas de cuidados intensivos.
Nos queda como enseñanza de esta pandemia sanitaria, cultivar la salud desde pequeños, con métodos saludables de alimentación y buenas costumbres para vivir una normalidad funcional. De mis lecturas y pláticas con médicos y nutricionistas, tengo como lección de cabecera, observar cuidadosamente dos aspectos: la asimilación de la nutrición y la eliminación; es decir, comer y digerir correctamente, es la base de la salud.
La salud no se compra en la botica. Debemos cuidarnos pues tenemos una interesante expectativa de vida. Es algo increíble; personalmente puedo decir, que he vivido más de medio siglo en dos siglos. Doy gracias a Dios por esta bienaventuranza pues somos fruto de su generosidad divina.
No dejarnos atrapar por los miedos, ni las angustias. Los niños aún en estas circunstancias difíciles, juegan, ríen y se abrazan. Cada día tiene su propio afán; debemos acostumbrarnos a vivir libres de apegos y sin exceso de equipaje. Estamos de paso y a pesar de habernos convertido en seres humanos en peligro de extinción, aún tenemos que cumplir una importante misión.
Estamos todos en el mismo vuelo. Somos compañeros de viaje. Cuidemos el entorno familiar, administremos bien nuestro tiempo y la debilitada economía para avanzar esperanzados en el día a día.
Los niños SON SERES MARAVILLOSOS, aún en estas circunstancias difíciles, juegan, ríen y se abrazan.
GUAYAQUIL
Por: Fernando Naranjo-Villacís
fnaranjo@gye.satnet.net