El sustituto de Bill de Blasio que asumirá las riendas de la Alcaldía de la ciudad de Nueva York el próximo mes de enero, tendrá el enorme desafío de abordar una complicada tarea: aplicar reformas policiales en medio de un campo minado de opiniones diversas sobre la forma cómo se deben disciplinar y controlar a más de 35,000 funcionarios del Departamento de Policía de la ciudad de Nueva York (NYPD).
Cincuenta y siete candidatos, que están en la “pelea” por ocupar la silla, considerada la más importante después de la Casa Blanca, han tenido en primer plano en su discurso una de las ‘papas calientes’ de la ciudad: ¿se le debe otorgar más o menos poder a la Uniformada?
En este espinoso camino, la actual Administración Municipal empuja una serie de normas de control a la acción policial desde el verano pasado, al calor de las protestas contra la brutalidad policial encendidas por la muerte del afroamericano George Floyd,
Dentro de la institución policial coexisten muchas posiciones sobre su destino, pero hay un consenso: “normas aprobadas como la ley de fianzas y en general el discurso antipolicial que nos pone a todos como mala conducta por han redundado en más violencia. De allí en adelante todo es debatible”, compartió un funcionario.
Activistas: Hay que quitar poder a NYPD
Entre las variadas posiciones mostradas por los aspirantes a gobernar la “capital del mundo” y también dirigir el cuerpo policial más grande del país, existe el contrapeso de más de 200 organizaciones locales, estatales y nacionales que tienen presencia en la Gran Manzana y siguen subiendo el tono a la necesidad de poner más controles a los oficiales y disminuir su presencia en algunos espacios.
“El próximo Alcalde lo tiene que hacer mejor. Las actuales reformas que ha adelantado De Blasio son solo cosméticas, hay una deuda con los neoyorquinos en cuando a justicia racial, supervisión policial y seguridad comunitaria”, sentencia Loyra Colón, portavoz de Comunidades Unidas por la Reforma Policial (CPR) y directora ejecutiva del Comité de Justicia.
La activista opina que la actual matriz disciplinaria de NYPD, ha dejado claro que no hay la mínima intención de responsabilizar a los agentes abusivos.
“Quienes le quitaron la vida Delrawn Small, Kawaski Trawick, Antony Williams, Mohamed Bah, Allan Feliz y Eric Garner están cobrando todavía sus cheques del bolsillo de los contribuyentes”, acotó.
En la ruta a las primarias del próximo 22 de junio para escoger al abanderado demócrata, y probablemente también al Alcalde en las elecciones que se celebrarán el próximo 2 de noviembre, hay una larga lista de propuestas de cómo la ciudad debe “apretar o aflojar tuercas” en NYPD.
Las ideas expuestas tocan los dos extremos: sumar o restar más poder a los uniformados neoyorquinos. El Diario revisó visiones programáticas compartidas por cinco campañas.
Yang: hay que apoyar a los buenos
El candidato Andrew Yang ha sido ferviente defensor de la idea de que todos los nuevos oficiales de NYPD vivan obligatoriamente en la Gran Manzana.
“La mayoría de los agentes de policía viven fuera de la ciudad de Nueva York. Los agentes del NYPD están exentos de los requisitos de residencia y se les permite vivir en condados suburbanos, aunque los trabajadores municipales de la Ciudad deben vivir en los cinco condados, incluidos los trabajadores civiles del NYPD”, especifica.
Una administración de Yang apoyaría fervientemente muchas reformas, entre ellas, la que apuntan a que todos los nuevos efectivos estén obligados a residir en la ciudad.
La campaña del excandidato presidencial de origen asiático, ha reforzado la idea que cuando los crímenes violentos están aumentando, los “buenos policías” necesitan sentirse apoyados. Igualmente destaca que son necesarios cambios de “arriba hacia abajo” para fortalecer el cuerpo policial.
“No es suficiente sancionar únicamente a los agentes que cometen una mala conducta. Los agentes se encuentran con frecuencia en situaciones traumáticas y la Ciudad debe asegurarse de que se sientan apoyados, después de responder adecuadamente a incidentes peligrosos”, especifica.
García: tolerancia cero
La visión de la aspirante Kathryn García apunta también a que los uniformados vivan en la ciudad de Nueva York, pero además en su visión programática ha dejado muy claro que se debe mejorar la formación de quienes ocupan altas posiciones como sargentos y tenientes.
La actual comisionada de saneamiento de la ciudad de Nueva York, con 14 años de experiencia en la administración pública, propone aumentar la edad mínima de reclutamiento de 21 a 25 años y una política que ha denominado como “tolerancia cero” para las infracciones de las reglas de conducta dentro de NYPD.
“En este momento, estamos viendo muchas jubilaciones en los rangos superiores de la policía. Un nuevo comisionado tendrá la oportunidad de reestructurarlo todo. Nuestros nuevos reclutas deben ser más diversos”, plantea García.
Adams: Necesitamos a NYPD
El exoficial de la policía y actual presidente del condado de Brooklyn, Eric Adams, muestra planes claros de fortalecer a la Uniformada, no de quitarle energía, ni presupuestaria, ni operativa.
“El debate en torno a la policía se ha reducido a una opción falsa: o estás con la policía o estás en contra de ella. Eso es simplemente incorrecto porque todos estamos a favor de la seguridad. Necesitamos a la policía de Nueva York, pero que sean mucho mejor”, explicó uno de los precandidatos que corre en esta contienda.
Adams expone que se necesita “reinventar” la unidad contra el crimen y convertirla en un departamento contra las armas de fuego, utilizando policías con habilidades y el temperamento para equilibrar las relaciones comunitarias y atrapar a los delincuentes.
Stringer: Menos policías
El actual contralor de la ciudad de Nueva York, Scott Stringer, también corre en esta contienda demócrata y es enfático en proponer que se quiten responsabilidades a los uniformados y trasladarla a profesionales capacitados en el caso de los desamparados, el uso de sustancias y la población con problemas de salud mental.
“Debemos rediseñar nuestro sistema de respuesta para que un arma y una placa no sean la respuesta a las llamadas que no son delictivas o de acción criminal. Debemos continuar con los esfuerzos para eliminar a los funcionarios de las escuelas de la ciudad”.
La receta Stringer incluye ingredientes en materia de seguridad como la ampliación de programas probados que interrumpen la violencia en los vecindarios más pobres, también dar a la Junta de Revisión de Quejas Civiles la última palabra sobre las decisiones disciplinarias a funcionarios, lo cual quitaría por completo este poder al comisionado de policía.
“Se debe aumentar drásticamente la transparencia del presupuesto, las operaciones y la contratación del NYPD e introducir auditorías independientes de sus datos y prácticas de vigilancia”, destaca.
Morales: lejos de las escuelas
En la larga lista de quienes aspiran gobernar la Gran Manzana se encuentra también la activista comunitaria de origen puertorriqueño, Dianne Morales, quien comparte el paradigma de crear soluciones que disminuyan la presencia policial en las comunidades.
La propuesta de esta candidata es la creación del Departamento de Emergencias Comunitarias separado por completo del NYPD, con personal capacitado con experiencia en intervenciones sobre traumas para responder a problemas de salud mental, áreas en la que insiste NYPD “no está capacitado”.
7 claves: Las reformas de la era De Blasio
- A mediados del pasado mes marzo la Ciudad de Nueva York puso fin a la “inmunidad calificada” para los agentes de policía y se convierte la primera ciudad del país en hacerlo. El paquete incluye cinco anteproyectos que el alcalde De Blasio planea convertir en ley.
- Esto significa que los neoyorquinos tendrán derecho a demandar a los agentes de policía por fuerza excesiva o registros ilegales en virtud de esta medida aprobada por el Concejo Municipal.
- Los concejales de la Gran Manzana le están pidiendo a la Legislatura Estatal que elimine la autoridad final del comisionado de policía sobre las decisiones disciplinarias.
- También se trata de normar que los nuevos oficiales de NYPD vivan en los cinco condados, otra medida que requiere la aprobación del estado.
- El pasado mes de julio la Ciudad aprobó seis leyes que tratan de poner un muro a la mala conducta de los uniformados.
- Ese paquete incluyó una ley que prohíbe las llaves de estrangulamiento y poner una rodilla en el cuello de una persona. Esta práctica ahora se tipifica como un delito menor.
- Otras dos normativas permiten a los neoyorquinos presentar demandas en respuesta a supuestas violaciones. La primera reafirmaría el derecho a registrar o grabar la actividad policial y la segunda evitaría que los oficiales protejan sus números de credencial del público.
- También se selló la legislación para crear la supervisión civil del uso de las tecnologías de vigilancia por parte NYPD.