Con el venidero fin de la prohibición de desalojos a nivel nacional, la Junta Reguladora de Alquileres (RGB) aprobó anoche un aumento de renta para alrededor de un millón de apartamentos con renta estabilizada en la ciudad de Nueva York.
Los miembros votaron anoche en proporción 5-4 para congelar el alquiler durante los primeros seis meses de contratos de arrendamiento de un año en apartamentos con renta estabilizada y luego un aumento de 1.5% durante el siguiente semestre. Los inquilinos con contratos de arrendamiento de dos años tendrán una subida del 2.5% desde octubre.
La decisión fue rápidamente criticada por defensores tanto de los inquilinos como de los propietarios. Robert Desir, abogado de planta de la Unidad de Reforma de la Ley Civil de la Sociedad de Asistencia Legal (Legal Aid Society), dijo que estaba decepcionado con la decisión.
Pero el aumento de la renta no se ajusta a los gastos de los propietarios, según Jay Martin, director ejecutivo del “Community Housing Improvement Program”, un grupo que representa a los dueños que alquilan residencias con renta estabilizada.
“Entendemos que muchos inquilinos luchan para llegar a fin de mes, pero el gobierno debería brindarles la asistencia que necesitan a través de vales, exenciones tributarias específicas y otros programas de subsidios. En cambio, el gobierno les está fallando a los inquilinos”, admitió Martin.
El año pasado, en medio de la pandemia de coronavirus, la RGB votó a favor de congelar los alquileres en los arrendamientos de un año; y los de dos años se congelaron durante los primeros 12 meses, pero quedaron sujetos a un aumento del 1% en el segundo año. También desde el 1 de junio se abrió un programa de alivio de la renta para los neoyorquinos.