Roban el oro, como es su costumbre
Roban el oro, como es su costumbre
Porque allí donde los rusos son indiscutiblemente mejores, incluso allí les podemos robar sus glorias, qué nos importa que el mundo se dé cuenta de la injusticia cometida a ojos vista, la medalla de oro no fue para Dina Avérina ni para su hermana; lo mismo podemos hacer en los demás campos en los que nos superen, parecería ser el mensaje oculto detrás de la apropiación vergonzosa de la medalla olímpica de oro.
“Me ofende más la injusticia. Siempre estoy a favor de un deporte limpio, es una vergüenza para la gimnasia rítmica”, comentó Dina, a quien le duele el resultado, no por quedar segunda sino por el mal arbitraje. María Zajárova, representante del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, dijo que se trata de una “burla monstruosa. Y sólo agregaré una cosa: los desgraciados que iniciaron la guerra rusofóbica contra el deporte no podían permitir esta victoria. Por lo tanto, escupiendo contra el viento, eligieron el fraude frente al mundo entero”.
Irina Víner-Usmánova, la entrenadora de las gimnastas rítmicas rusas, dijo que “Dina no perdió, ganó. Pero el arbitraje fue una flagrante injusticia, lo hizo todo limpiamente, no se equivocó en el último ejercicio, mientras que la israelí cometió, lamentablemente, un error flagrante, por el cual todas las brigadas suelen quitar puntos por desempeño, técnica y arte… Si hay este tipo de error, una persona nunca podrá, si la otra no cometió el mismo error, convertirse en campeona, y mucho menos en campeona olímpica, y más aún en el último evento, fue simplemente una vergüenza para la gimnasia rítmica”, y llamó sabotaje a la manera en que el arbitraje ha analizado el desempeño de la gimnasia rusa. Para ella y el resto del mundo, Dina Avérina es la verdadera campeona olímpica.
Este descarado robo tiene un largo antecedente. La crisis del dopaje estalló antes y durante el desarrollo de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro de 2016. La Agencia Mundial Antidoping, AMA, con el apoyo de países occidentales liderados por EEUU, mediante el informe preparado por una Comisión Investigadora, bajo la dirección del abogado canadiense Richard McLaren, acusó a Rusia de implementar “un programa estatal de dopaje”, por lo que recomendó que la Federación de Atletismo de Rusia fuera suspendida hasta que ese país demostrara un cambio radical. El informe, base para la sentencia del Comité Olímpico Internacional, COI, sostiene que en el sistema de antidopaje el Estado Ruso permite transformar un resultado positivo en negativo; en otras palabras, Rusia tiene un procedimiento que distorsiona el control antidoping.
María Zajárova escribió sobre este informe: “¿Duele? Mucho. El alma y el corazón están ahora con nuestros atletas. ¿Sobreviviremos? Sí. Le pese a quien le pese, Rusia no ha sido doblegada ni con una Guerra Mundial, ni con el colapso de la Unión Soviética, ni con sanciones”. Es que, aunque parezca mentira, todo está concatenado en la política internacional: desde la subida de Hitler al poder, las agresiones a la URSS, el apoyo a Franco en la Guerra Civil Española, el crimen organizado, el narcotráfico, los genocidios sangrientos, el renacer del nazifascismo en Europa, el exterminio irreversible de la naturaleza, el saqueo de las riquezas del mundo, la vulgarización de las artes, la destrucción de las culturas ancestrales, las elecciones en Estados Unidos, las fabulosas riquezas de los multimillonarios… hasta el antedicho informe del COI.
Al imponer la medida propuesta, EEUU demostró que cuenta con una retahíla de secuaces, capaces de ejecutar lo que les ordenan, incluida la canallada que acababan de realizar. Pero con el tiempo se conocerá de manera inevitable, narrada por los autores de la actualmente enmascarada felonía, los chantajes, las presiones, los trucos sucios, a los que fueron sometidos los miembros del COI, para cometer la barrabasada que cometieron. Por lo pronto se conoce que los que los aplauden son los mismos que ocultan que, luego de los juegos de Rio de Janeiro, se develó que Rusia tuvo 54 casos de dopaje, EEUU 653, Francia 429, Australia 369…
Nadie sostiene que en Rusia no hay casos de dopaje, lo absurdo y criminal es que se aplique la responsabilidad colectiva, medida que no se ampara en ningún sistema jurídico conocido y a la que sólo recurrieron las Waffen SS, los órganos represivos de Alemania Nazi. Según el Presidente Putin, “la mayoría de las acusaciones se basan en hechos no probados… Principalmente, en el testimonio de una persona cuyas actitudes morales y éticas, así como su estado mental, generan no pocas dudas”.
Se refiere a Grigory Ródchenkov, quien en Moscú tiene orden de arresto por tráfico ilícito de sustancias estimulantes y es protegido del FBI, después de sostener que, bajo la supervisión del Ministerio de Deportes de Rusia y del Servicio Federal de Seguridad, encubrió muestras positivas de atletas rusos en los Juegos Olímpicos de Invierno de Sochi 2014. Ródchenkov era director de la Agencia Rusa de Antidopaje, Rusada, laboratorio privado que administrativamente dependía de la AMA, por lo que sólo pudo recibir órdenes de eliminar las pruebas de dopaje de un funcionario de este organismo. Luego de que Rusada fuera suspendida por la AMA, por violar las reglas de esta entidad, dijo sentirse inseguro en Rusia y se refugió en EEUU, donde hizo esas declaraciones al The New York Times.
Lo absurdo es que una comisión independiente de la AMA, dirigida por el abogado McLaren, fuera la que dio por comprobada la acusación de Ródchenkov de que en Rusia existe un extenso programa de dopaje, apoyado por el Estado. Sobre esta base, la AMA recomendó al COI castigar a todos los deportistas de Rusia. Buenos pupilos de los nazis resultaron ser McLaren, los miembros de la AMA y del COI, más que nada, porque, como lo aclaró Putin, “el COI indicó que en Rusia no existía ningún sistema de apoyo estatal al dopaje, por lo que, si no hay apoyo estatal, ¿por qué no pueden competir bajo nuestros símbolos nacionales? Castiguen a aquellos que tengan la culpa”. No lo hacen porque es a usted al que pretenden castigar.
Posteriormente, el Tribunal de Arbitraje Deportivo, TAS, declaró que por considerar la necesidad de efectuar un cambio cultural y alentar a la próxima generación de atletas rusos a participar en el deporte internacional de manera limpia, bajó de cuatro a dos años la duración de los castigos que pesaban sobre el deporte ruso, pese a que la organización nacional rusa de lucha contra el dopaje, RUSADA, no había cumplido con el código antidopaje y no había colaborado en las investigaciones.
El periodo de esta sanción va desde el 17 de diciembre de 2020 hasta el 16 de diciembre de 2022; el COI no se ha pronunciado sobre esta sentencia, que ha permitido a los deportistas rusos, entre ellos diez atletas no sancionados por dopaje, participar tanto en los Juegos de Tokio 2020 como en los que se realizarán en Pekín 2022 y en los campeonatos del mundo para los que clasifiquen, pero sólo si el uniforme y la bandera de su equipo usen la abreviatura COR, Comité Olímpico de Rusia, sin que se mencione la palabra Rusia, y en el podio olímpico suene el Concierto para piano N.º 1 de Chaikovski, en vez del himno ruso, y su uniforme no contenga la bandera rusa e incluya la inscripción “deportista neutral” en inglés y en una posición y tamaño prominente.
La persecución contra Rusia es evidente, pues la AMA autorizó a muchos atletas occidentales usar sustancias prohibidas para combatir ciertas enfermedades; se debería suponer que, si alguien está realmente enfermo y necesita tomar tales remedios, no debería competir. Este dopaje legalizado lleva la indeleble característica de beneficiar a los deportistas de occidente; por ejemplo, con propósitos terapéuticos se autorizó usar sustancias prohibidas a más de 200 deportistas de EEUU, el real resultado fue que esos atletas triunfaron en las competencias en que participaron.
Otro hecho real es que, según las estadísticas oficiales de la AMA, el número de casos de dopaje detectados en Rusia se mantuvo en el intervalo del 1% al 2%, semejante al del resto del mundo; además, desde el 2014 los rusos fueron examinados con más frecuencia. Según el informe de la AMA de 2019, la Federación Rusa ocupaba el puesto N.º 23 en la lista de países cuyos atletas fueron inculpados de consumir drogas prohibidas. Entre los países que se encontraban en esta lista delante de Rusia están Bélgica, Brasil, Gran Bretaña, Polonia, EEUU, Turquía, Francia…
¿Por qué sólo los deportistas rusos han recibido estos castigos severos? ¿Qué papel juega la campaña política de rusofobia, impulsada por las potencias de Occidente? ¿Es el deseo de mantener el poder hegemónico y las ambiciones geopolíticas, que estimulan las injusticias en el campo deportivo y vuelven ciegos, sordos y mudos a algunos jueces, cuando las mismas violaciones son realizadas por deportistas de Occidente? Sí, sin dudas. Desde hace mucho son evidentes las actividades de la AMA contra Rusia, también, que estas provocaciones son ordenadas por Washington y son seguidas incondicionalmente por sus países vasallos.
Aparentemente, presionan a Rusia con la cantaleta de que protegen los valores democráticos, la libertad y los derechos humanos, lo que en realidad implica la defensa de ideas hegemónicas, ya caducas para EEUU. Por eso le robaron la medalla de oro a Dina Avérina.
OPINIÓN
Por Rodolfo Bueno
Corresponsal de Ecuador News en Quito