Se terminó el plazo. Este lunes es el primer día que el mandato de vacunación contra el COVID-19 de la Ciudad de Nueva York entra en vigencia para todos los adultos que trabajan en edificios escolares. Sin medias tintas, quien no se haya inmunizado hasta el pasado viernes, cuando venció el plazo para hacerlo a las 5 de la tarde, no podrá volver a su escuela este lunes. Y, además, tendrán un reemplazo.
El Departamento de Educación de la Ciudad de Nueva York (DOE) manejaba hasta finales de la semana pasada estas cifras: 90% de todos los empleados del Departamento de Educación ya habían recibido la inyección, eso implica 93% de los maestros y 98% de los directores.
“Esos números son muy fuertes y sé que aumentarán en miles. ¿Qué pasará con los no vacunados el lunes? Simplemente ya tenemos a los sustitutos listos”, anunció el alcalde Bill de Blasio el pasado viernes.
El mandatario municipal reiteró que los empleados del sistema escolar que no están vacunados entrarán en un proceso de “licencia sin pago”, pero eso no significa que quedan excluidos inmediatamente de la nómina.
“Eso no sucede de inmediato. Si luego de no recibir su pago, quieren corregir eso y vacunarse, los vamos a recibir con agrado. Pero después de varios meses de negociaciones, incentivos y plazos estamos asumiendo que si no se vacunaron (hasta el viernes) es porque no volverán”, subrayó De Blasio.
¿Preparados para cubrir las vacantes?
Las autoridades de la Ciudad aseguran que se han anticipado a una eventual escasez de personal.
Las escuelas estarían recibiendo fondos adicionales para contratar sustitutos, a quienes se les paga $199.27 sin beneficios. Aunque las contrataciones a largo plazo, pueden calificar para una licencia por enfermedad.
Katie O’Hanlon, portavoz del DOE, señaló a medios locales que están trabajando con las unidades escolares que necesiten apoyo adicional.
De acuerdo con el plan municipal, los sustitutos serán miles de docentes suplentes de “alta calidad”, especialmente jóvenes que están recién graduados de las escuelas de educación que buscan ingresar al sistema escolar de forma permanente. Además, están ‘full’ vacunados.
En contraparte, voces sindicales y gremiales aseguran que no es del “todo cierto” que la Ciudad tenga un “Plan B”, totalmente claro, de sustitución de personal cuando el sistema escolar público tiene años con carencias en sus nóminas, lo cual se agudizó justamente por la pandemia.
Tal es el caso de Mark Cannizzaro, presidente del sindicato de directores y administradores de las escuelas públicas, que se había sumado a la lucha legal oponiéndose a los términos de la política obligatoria de inoculación.
“Creo que el hecho de que el mandato se haya retrasado ha sido de gran ayuda para que muchos planteles pudieran conseguir algo de personal. Sin embargo, estamos muy claros e informados que todavía hay muchas escuelas que tienen dificultades para completar sus equipos“, acotó Cannizzaro.
El líder gremial destacó en un comunicado que cualquier escasez de personal, especialmente durante una pandemia, es una amenaza para la salud y la seguridad tanto de los estudiantes como del personal.
“Es peligroso e irresponsable que la Ciudad siga adelante con su plan para permitir que las escuelas funcionen con tan poco personal”, concluyó.
Fracasa el último recurso en la Corte Suprema
El mandato de vacunación de la ciudad de Nueva York estaba originalmente programado para entrar en vigencia el 27 de septiembre, dos semanas después del primer día de clases, pero varios intentos en los tribunales para bloquearlo han retrasado la aplicación de la medida.
Las disputas legales desafiaron hasta ahora sin éxito ese mandato, incluso de los sindicatos de trabajadores municipales de la Ciudad y el Estado. Y el último intento, una petición de un sector de los maestros a la Corte Suprema Federal para que bloqueara el mandato, fue denegada el pasado viernes por la jueza del Máximo Tribuna Sonia Sotomayor.
La jueza Sotomayor, quien es precisamente de Nueva York y que forma parte de la Corte Suprema desde hace 12 años, negó la intención de maestros en la ciudad de detener el mandato, al emitir un fallo de forma similar al que hizo su colega de la corte, Amy Coney Barret, jueza que negó una apelación de emergencia de los estudiantes de la Universidad de Indiana en agosto, e hizo que las escuelas continuaran con su política de vacunación obligatoria.
Los abogados del grupo de educadores de la ciudad de Nueva York que presentaron la medida ante la Corte Suprema habían argumentado, en una petición de doce páginas, a la magistrada Sonia Sotomayor, que el derecho al “debido proceso de la nómina de los planteles públicos ha sido violado”.
“En lugar de brindar a los empleados de las escuelas públicas la opción de optar por no participar en el mandato de la vacuna, a través de pruebas semanales, una opción que se brinda a otros empleados del municipio, la Orden Ejecutiva obliga a los no vacunados a tomar una licencia, sin goce de sueldo, durante casi un año”, precisaba la demanda.
En detalle: El ‘Plan B’
- 9,000 maestros sustitutos vacunados, más otros 5,000 para otras posiciones de asistencia docente están “turno al bate” de acuerdo con un plan revelado por DOE.
- En caso de que un director no pueda presentarse a trabajar el lunes, un superintendente nombraría a un subdirector u otro tipo de administrador como director interino.
- Además de los suplentes, la Ciudad ha prometido enviar personal administrativo de las oficinas centrales del DOE a los planteles si es necesario.