La agenda de la Cumbre de Líderes de América del Norte (NALS, en inglés) este jueves es bastante amplia, pero la Casa Blanca adelantó que el encuentro central estará enfocado en comercio, la pandemia de COVID-19 y el cambio climático, con alguna discusión sobre inmigración.
“Estados Unidos, México y Canadá reafirmarán sus fuertes lazos e integración al mismo tiempo que trazarán un nuevo camino para la colaboración para poner fin a la pandemia de COVID-19 y promover la seguridad sanitaria; competitividad y crecimiento equitativo, que incluya el cambio climático; y una visión regional de la migración”, adelantó la Casa Blanca.
Juan González, director para el Hemisferio Occidental del Gobierno del presidente Joe Biden, había indicado que la cumbre será centrada en la reapertura económica.
Esto luego que no hubiera un encuentro similar desde el 2016, pues el expresidente Donald Trump no convocó a los dos líderes de México, Andrés Manuel López Obrador, y Canadá, Justin Trudeau, aunque se reunió por separado con ambos y tuvo diversas comunicaciones telefónicas.
“La celebración por parte del presidente de la primera Cumbre de Líderes de América del Norte desde 2016 es la culminación de casi 10 meses de trabajo para revitalizar América del Norte”, afirmó González.
El funcionario destacó la economía y de seguridad como ejes en la cumbre, pero adelantó sobre los encuentros uno a uno del presidente Biden con sus invitados.
“Buscamos profundizar y expandir nuestra cooperación económica y asociación de seguridad con Canadá y México”, expuso. “El presidente Biden también participará en reuniones bilaterales con el primer ministro Trudeau y el presidente López Obrador”.
Cárteles y migrantes
Con México son varios los temas que podrían discutirse, dado el reciente movimiento en la agenda migratoria y la lucha contra el tráfico de drogas, así como el avance de la reforma energética en México y sus implicaciones para empresas estadounidenses y en la lucha contra el cambio climático.
Se esperaban avances sobre el programa de Protocolos de Protección al Migrante (MPP) o Permanecer en México, luego de que la Administración Biden reportara a un tribunal de Texas que afina “los detalles” del acuerdo con México para implementar nuevamente el plan que obliga enviar a peticionarios de asilo a esperar en ese país una cita en cortes estadounidenses.
Sin embargo, funcionarios de la Casa Blanca adelantaron que los MPP no serán parte primordial del diálogo entre mandatarios, sino en explorar cómo atender las causas de la migración desde Centroamérica y México.
“El enfoque de las piezas de migración… realmente estará en la región y en cómo podemos colaborar juntos en general”, enfatizó.
Aunque está sobre la mesa el conflicto por la presencia de agentes de la DEA en México, no se precisó si habrá discusión sobre ese punto en particular en llamada telefónica con periodistas este miércoles, pero se mencionaron los esfuerzos con el Diálogo de Seguridad de Alto Nivel en México, al que acudió el secretario de Estado, Antony Blinken, y derivó en un cambio de dirección sobre la Iniciativa Mérida.
“El Diálogo de Seguridad de Alto Nivel que se lanzó con México. Y ahora, realmente, lo estamos juntando para revisar el trabajo que hemos hecho, pero también para establecer prioridades para el año que viene”, indicó uno de los funcionarios.
El canciller mexicano Marcelo Ebrard –quien ya se encuentra en Washington, D.C.– ha reportado reuniones con funcionarios canadienses y estadounidenses sobre la organización de la cumbre.
El presidente mexicano aseguró que pedirá al presidente Biden “aprobar una reforma migratoria”, aunque el mandatario estadounidense ha dicho que eso será labor del Congreso.
En tanto, seguidores del presidente mexicano convocaron a una marcha en la capital de EE.UU. para apoyar a su líder y presionar por una reforma migratoria.
Nota: Este artículo fue actualizado este jueves 18 de noviembre con información de funcionarios de la Casa Blanca.