La salud mental de la comunidad latina en la Ciudad de Nueva York está peor que antes de que comenzara la pandemia, y el estigma que hay alrededor de reconocer que se padecen condiciones mentales y emocionales está siendo un freno para que quienes necesitan apoyo y tratamiento médico lo consigan.
Ese es el panorama que el Departamento de Salud de la Ciudad de Nueva York ha detectado entre los hispanos, debido en buena parte a que el COVID-19 en la Gran Manzana terminó de golpear más a comunidades inmigrantes que ya eran vulnerables, de una manera desproporcionada, y los efectos se sienten.
Así lo aseguró el comisionado de Salud de la Ciudad de Nueva York. Dr. Ashwin Vasan, tras advertir que aunque los problemas de salud mental en la Ciudad de Nueva York no son exclusivos de un grupo, los latinos han padecido los efectos de detonantes serios que aumentaron algunas condiciones mentales que ya existían antes de la pandemia y dieron origen a nuevos casos.
El jefe del Departamento de Salud de la Ciudad de Nueva York destacó que el sufrimiento por el que pasaron familias e individuos latinos con la pandemia, no solamente por haber perdido a seres queridos de manera devastadora, como ocurrió en zonas de El Bronx de amplia presencia hispana y circunvecinas al Hospital Elmhurst, en Queens, dejó cicatrices en la salud mental de miles de inmigrantes.
“Ninguno de nosotros ha salido emocionalmente ileso de los últimos dos años. El duelo, la pérdida, el trauma, el aislamiento, el miedo, el racismo, la desconfianza, la inseguridad económica, la violencia y los conflictos políticos han dado como resultado una fuerte disminución de la salud mental. Y, como el propio COVID19, los efectos no se han sentido por igual“, dijo el funcionario de la Administración Adams.
“La inseguridad alimentaria, laboral y de vivienda, experimentada de manera desproporcionada por personas de color, han agravado el impacto de la pandemia en la salud mental y física de demasiadas personas. Mientras navegamos por esta complicada fase de transición del COVID-19, entre la emergencia y la endemicidad, entre la respuesta rápida y la recuperación, debemos reconocer que ninguno de nosotros realmente ha tenido tiempo de sanar, exhalar, y descubrir cómo seguir, y simplemente ser, en este nuevo mundo en el que estamos”, agregó el médico.
Y es que apesar de que el Departamento de Salud todavía no ha logrado cuantificar el efecto que los problemas de salud mental están impactando a los hispanos, información preliminar da cuenta de que la depresión, la ansiedad y la falta de atención médica a enfermedades mentales serias, están haciendo de las suyas en las comunidades más vulnerables como la hispana.
Datos de las autoridades de Salud muestran que el 25% de los adultos de Nueva York reportaron síntomas de ansiedad, según un sondeo del 2021; el 25% de los adultos confirmaron tener síntomas de ansiedad, el 18% informó síntomas de depresión y se estima que en más del 100% aumentó la depresión comparada con el 2015. Asimismo, el 28% de los adultos con niños en sus hogares reportaron problemas de salud emocional o conductual de al menos un niño tras la pandemia, y 542 suicidios se registraron en la Gran Manzana en el 2020, de los cuales 121 ocurrieron entre latinos.
Lynda Canchani, administradora del programa CONNECT, recientemente lanzado por la Alcaldía para hacerle frente a la salud mental de los neoyorquinos, a través de programas completos con la participación de organizaciones comunitarias, admitió que la salud mental de los latinos está en niveles preocupantes, pero al mismo tiempo manifestó que hay recursos disponibles y planes de apoyo, que deben ser utilizados sin temor.
“La salud mental está terrible, porque todo el mundo sufrió. No solamente quienes perdieron parientes; todo el mundo. Los niños en sus casas sufrieron, los padres también sufrieron, los matrimonios; todo el mundo sufrió y necesitamos aliviar ese dolor”, aseguró la funcionaria, destacando que los pasos para que los hispanos salgan adelante y se recuperen mentalmente, ya se están dando.
“Lo bueno en medio de todo esto, es que estamos levantándonos, aunque ha sido un poco lento. Pero tenemos que seguir luchando y mejorando, y poquito a poquito nos vamos a levantar del todo”, dijo la puertorriqueña, quien también insistió en que hay que luchar contra el estigma de creerse señalado cuando se busca ayuda mental.
“Es importante decir que no necesariamente significa que uno esté loco para recibir servicios, sino que debemos entender que todo el mundo sufre. A veces estamos mal y nos sentimos tristes. A veces hay depresión, pero tenemos en nuestra comunidad el estigma de creer que uno está loco, o pensar que esa persona que recibe ayuda está loca. Y no es así, es un asunto de salud y así hay que mirarlo”, agregó la funcionaria.
Lainey Pérez, enlace comunitario de la organización Betances Health Center, del Bajo Manhattan, quien trabaja con personas con condiciones mentales y emocionales, advierte que es importante que el tema de salud mental se aborde desde diferentes ángulos, y que además se incluya a las organizaciones comunales.
“Es importante que la gente entienda que hay lugares como estos, donde ellos sientan que pueden hablar libremente sobre cómo han estado, sobre cómo se sienten. Hablar es el primer paso, y es importante que sepan que tenemos otros programas de apoyo emocional que los hagan sentirse cómodos y en confianza”, agregó Pérez.
El Departamento de Salud no reveló tampoco cuántas de las 250,000 personas que se estima actualmente tienen enfermedades mentales serias en los cinco condados, son latinas, pero confirmaron que por lo menos el 40% de ellas no está recibiendo ningún tipo de atención médica, buena parte de ellos, hispanos, lo que impide su manejo o mejoría.
“Las personas de la ciudad de Nueva York, incluidos los latinos, no necesitan seguro médico para acceder a servicios, programas y tratamientos. Tampoco preguntamos sobre el estatus migratorio. Las personas sin seguro, como muchos inmigrantes indocumentados, pueden acceder al programa NYC Care, un programa de acceso a la atención médica, que garantiza servicios gratuitos y de bajo costo”, dijo Frisneda, advirtiendo que se puede hablar en español.
“Todos nuestros programas y servicios de salud mental son culturalmente competentes para la cultura latina y en todas nuestras instalaciones y clínicas hay personal que habla español. Además los sitios web para encontrar información sobre nuestros servicios/programas de salud mental están traducidos a más de 13 idiomas, incluido el español”, agregó el vocero del Departamento de Salud municipal.
Asimismo, el funcionario destacó que existe el programa NYC Well, que aborda específicamente asuntos de salud mental, por lo que pidió que quien lo necesite llame a “la línea gratuita y confidencial” de apoyo de salud mental, donde se puede hablar con un consejero por teléfono, mensaje de texto o chat, y obtener acceso a servicios de salud mental y uso de sustancias, en más de 200 idiomas, incluido el español.
Frisneda destacó también la necesidad de luchar contra el estigma de acudir a servicios de salud mental, que en la comunidad latina sigue siendo muy fuerte.
“En la comunidad latina, el estigma relacionado con las enfermedades de salud mental es un gran problema cultural que tiene un efecto devastador en las personas que viven con enfermedades mentales y sus familias. Muchos no buscan ayuda debido al estigma asociado a su condición y sienten miedo y vergüenza de hablar sobre cualquier problema de salud mental que padezcan, ya sea depresión, ansiedad u otro”, confirmó el representante del Departamento de Salud.
“Pero en la Ciudad de Nueva York, los latinos que tengan un problema de salud mental o que tengan un familiar o amigo que sufre de un problema de salud mental pueden llamar a la línea gratuita NYC Well y allí podrán hablar con un consejero, de manera anónima y confidencial”, concluyó el funcionario, alentando a buscar ayuda.
¿Dónde pedir ayuda sobre asuntos de salud mental en NYC?
- El programa disponible más importante en la Gran Manzana para personas que buscan tratamiento de salud mental es NYC Well
- NYC Well tiene consejeros disponibles y personas que han tenido experiencia con problemas de salud mental para hablar y brindar apoyo las 24 horas del día, los 7 días de la semana.
- Puede llamar al 1-888-NYC-WELL (1-800-692-9355). También puede enviar un mensaje de texto con la palabra “WELL” al 65173 o chatear en línea en nyc.gov/nycwell.
- Puede obtener asistencia en 200 idiomas, incluido el español y se ofrece apoyo independientemente del estatus migratorio
- CONNECT es otro programa que busca ir más allá de la clínica tradicional y busca centrar apoyo con las comunidades
- El programa piloto B-HEARD de la Ciudad, también brinda atención de salud mental de emergencia a las personas que hacen llamadas de crisis al 911
- Tambien puede llamar a la línea 311 y preguntar sobre programas de apoyo de salud mental cercanos a su hogar.
Enfermedades mentales e impacto del suicidio en cifras
- 250,000 personas en NYC tienen enfermedades mentales serias
- 40% de ellos no recibe atención médica
- 542 suicidios se registraron en la Gran Manzana en el 2020.
- 121 suicidios ocurrieron entre latinos.
- 225 entre blancos.
- 91 entre negros.
- 541 suicidios ocurrieron en 2019.
- 16 horas es el promedio en que alguien muere por suicidio en Nueva York.
- 2.4% de adultos de 18 años o más pensó seriamente en suicidarse en los últimos 12 meses.
- 14.1% intentó suicidarse en los últimos 12 meses.
- 372,943 llamadas atendió la línea NYC WELL entre julio del 2020 y junio del 2021.
- 35,000 llamadas de ayuda recibe la línea cada mes.
- 354,828 de las llamadas atendieron a hablantes de inglés.
- 3,805 llamadas fueron de personas en español.
- 25% de los adultos de Nueva York reportaron síntomas de ansiedad según sondeo del 2021.
- 18% informó síntomas de depresión.
- 100% aumentó la depresión comparada con el 2015.
- 28% de los adultos con niños en sus hogares reportaron problemas de salud emocional o conductual de al menos un niño tras la pandemia
- 46% de los neoyorquinos latinos reportaron la muerte de alguien cercano a ellos
- 35% de los hispanos reportaron estrés financiero.
- 64% de los latinos reportaron sentir falta de apoyo emocional.