¿CARNE DE CAÑÓN?
¿CARNE DE CAÑÓN?
En el marco de cualquier protesta, las fuerzas del orden deben poner especial atención en los derechos de niños, niñas y adolescentes; existe un deber especial de cuidado que obliga, al controlar el orden, el considerar la presencia o no de quienes tienen una situación de vulnerabilidad.
Se han publicado informes que dan cuenta de excesos policiales durante el último Paro Nacional, que ponen énfasis en posibles violaciones a derechos de grupos de niñas, niños y adolescentes, por el uso de la fuerza en contra de ellos o por el empleo de gases lacrimógenos, tanto en los lugares en que las protestas fueron particularmente intensas, como en espacios de vivienda, de refugio o descanso de quienes se trasladaron a Quito a manifestarse.
La respuesta, en algunos casos, ha sido acusar a padres y madres por llevar consigo a sus hijas e hijos y, con ello, ponerles en situación de riesgo y exponerles a situaciones peligrosas. Hay quien sostiene que llevar a niños o niñas a las protestas, o llevar la protesta a la cercanía de sitios como hospitales o similares, es una estrategia para neutralizar la acción de policías o militares.
Se ha sostenido que en el caso de las familias indígenas, llevar a niños y niñas a los lugares de manifestación y concentración es parte de sus prácticas tradicionales de cuidado y vida comunitaria, lo que no deja de ser una explicación relevante, que debe ser debidamente tomada en cuenta.
Sin embargo, desde una perspectiva de derechos, la respuesta podría no ser tan sencilla. En efecto, las prácticas tradicionales deben tomarse en cuenta, pero evaluar hasta qué punto estas son compatibles con el interés superior de hijos e hijas.
Los debates sobre estos temas se han centrado en una incesante repetición de lugares comunes, debates poco informados y, en algunos casos, un claro uso político en favor de cierta posición.
Parece que es hora de mirar más allá y debatir el impacto que tienen en los derechos algunas prácticas que son defendidas en nombre de la cultura.
OPINIÓN
Por Farith Simon
Especial para Ecuador News
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