El condado de la ciudad de Nueva York con la oferta habitacional de rentas más bajas, empieza a mostrar signos muy claros de un desbocamiento de precios, que no hay indicios tendrán algún freno. Se trata de Queens, hogar de miles familias latinoamericanas, en donde en los últimos tres meses los registros apuntan a un alza en los alquileres del 14.56%.
Con base al reciente informe de mercado de MNS Real Estate, algunos vecindarios como Long Island City, Ridgewood y Jamaica están experimentando los mayores aumentos.
El alza astronómica e histórica de la renta inmobiliaria y comercial en la Gran Manzana, que se registra en las renovaciones de contrato registradas en Manhattan, ha implicado aumentos de incluso del 50% y 60% en muchos casos. Esta tendencia está generando un efecto expansivo en otros condados considerados hasta ahora más económicos para vivir.
Esta dinámica ya documentada de rentas que empujan a los desalojos, al compás de otros espirales inflacionarios, está convirtiendo a la ciudad de Nueva York en “invivible” para la clase trabajadora y pequeños emprendedores comerciales. Esa es la etiqueta que le pone a todo este proceso el comerciante venezolano, José Madariaga, un inmigrante de 45 años, residenciado en Queens desde hace una década.
“Durante la pandemia, algunos ‘landlord’ ofrecieron contratos con ofertas de meses gratis, porque la demanda era muy baja. La gente estaba huyendo de todo Nueva York. En Manhattan todo bajó. Ahora cuando todo se reactiva, los propietarios quieren recuperar su dinero. Y son salvajes en los aumentos”, relató.
José cuenta que en abril de 2021, rentó un pequeño apartamento de un solo ambiente en $2,650 en Long Island City, en Queens, pero cuando llegó el momento de renovar este año, la inmobiliaria le indicó que el nuevo ajuste era de casi $600 más. Con una línea subrayada en amarillo que indicaba: “sin negociación”.
“Todo se convirtió en un círculo vicioso que ya empezó. Y terminará en desplazar a la clase trabajadora también de Queens, quien está destinada a vivir en edificios viejos y sin servicios. El punto es que las nuevas construcciones la están tomando familias y profesionales con mejores ingresos, que vienen huyendo de los precios de Manhattan y de áreas de Brooklyn”, explicó el comerciante.
Los análisis de la empresa inmobiliaria StreetEasy apuntan a que los precios de los apartamentos en la ciudad de Nueva York han estado subiendo “al ritmo más rápido en más de una década”, y los alquileres altísimos de Manhattan también están afectando a los vecindarios “más baratos” como Queens y Brooklyn.
“Los inquilinos con precios fuera de precio buscan encontrar una casa fuera de Manhattan, lo que eleva los precios y reduce el inventario tanto en Queens como en Brooklyn”, reportó a medios locales esta corporación.
En Queens, el inventario de alquiler disminuyó por quinto trimestre consecutivo, cayendo un 9% con respecto al trimestre anterior con 8,984 unidades disponibles.
Como resultado, el alquiler promedio solicitado en Queens subió la barrera de los $2,600 al final del segundo trimestre de este año. Un aumento que de acuerdo a esta empresa supera el 13%.
Más pronunciado en Mayo y Junio
Los números de varias empresas inmobiliarias apuntan a que el alza de los alquileres no se ha abultado sólo en vecindarios como Astoria y Long Island City, que incluso antes de la pandemia ya mostraban rentas altas en comparación con la mayoría de los vecindarios de Queens.
Por ejemplo, en Jackson Heights se precisó un incremento de un 2,39%, incluso mayor que Astoria con un 1,98 %. En Rego Park los precios se elevaron en promedio en un 1,55 % y Forest Hills con un 0,51 %.
En general, las ponderaciones del alquiler en este condado que hasta ahora ofrecía más opciones asequibles para vivir, aumentaron de $2,409 en marzo a $2,472 en abril. Con una tendencia muy clara a seguir su camino a los “cielos”.
El aumento fue más pronunciado el último mes analizado: los promedios medios de la renta entre mayo y junio mostraron un incremento del 4.60%, es decir pasaron de un promedio de $2,507 en Mayo a $2,622 en Junio.
De esa tendencia es testigo la mexicana Rosa González, residente de Jackson Heights, un vecindario en donde más del 60% de sus residentes es de origen hispano y que por décadas ha sido el “refugio” habitacional de inmigrantes de la clase trabajadora.
“Yo no conozco a nadie en Jackson Heights que no le hayan aumentado la renta. Con esta inflación y con los problemas que tienen muchas familias pobres para sobrevivir, todo es muy complicado. Mucho más, para quienes no aplican para ciertos beneficios, porque no tienen papeles”, manifestó Rosa.
“No quiero vivir el resto de mi vida en una cueva”
Esta especie de laberinto de pocas opciones habitacionales, la conoce el trabajador de la construcción ecuatoriano, Domingo Padrón, de 55 años, quien vino a Nueva York la Navidad previa a la aparición de la pandemia. Su testimonio es muy claro: “Vine a vivir en un anexo de estos sótanos, en una casa con varios paisanos con la ilusión de que en cuestión de meses podía conseguir algo mejor. Pero veo muy lejos que me pueda mudar”.
Domingo es uno de los miles de residentes de Queens, que tiene como única opción, vivir en sótanos. Y ante una crisis habitacional, que está tomando un camino cada vez más dramático en la ‘ciudad de los rascacielos’, está resignado a que su destino es buscar otro estado en donde vivir.
“Unos paisanos me están hablando de opciones en Connecticut o Filadelfia. No quiero seguir viviendo en una cueva el resto de mi vida. Sin papeles. Sin mi familia. Y con el peligro de vivir asi”, confesó el inmigrante.
“Ahora, luce todo más trágico”
En este sentido, Lino Díaz, abogado de Communities Resist, una organización de servicios legales que representa a las asociaciones de inquilinos de bajos ingresos, muchas de las cuales viven en grandes edificios antiguos con renta estabilizada en Elmhurst, Woodside, Jamaica, Flushing y Astoria no se muestra optimista ante el futuro.
“Estamos observando más propietarios que se aprovechan de la humildad de los inquilinos. Primero porque viven en edificios con muchas violaciones mínimas de servicios esenciales. Y, segundo, porque justamente en estos vecindarios, hay grandes movimientos inmobiliarios que terminarán desalojando por los precios a los más pobres. Esta tendencia no es nueva. Pero, ahora luego de la pandemia, luce todo más trágico”,
Este activista de origen salvadoreño, quien pelea en la corte casos de desalojos observa cómo familias con 30 y 40 años en Queens “pierden sus raíces y su derecho a una vivienda digna”, porque los ‘landlord’ siempre encuentran la manera, a pesar de los códigos de estabilización de renta vigente en Nueva York, de expulsar a las comunidades de bajos ingresos, muchas de ellas compuestas por familias de inmigrantes.
“Este condado tiene más casas que cualquier otra. Y las opciones de nuestras familias de salir de esos sótanos se reduce. Pero también se complica la posibilidad de que muchos puedan mantener sus apartamentos. En este instante cualquier aumento, aunque parezca mínimo, es una sentencia“, aseveró Díaz.
Corona, Elmhurst y Flushing en “máximo riesgo”
En el Mapa de Riesgo de Desplazamiento desarrollado por el Departamento de Planificación de la Ciudad de Nueva York (DCP) se ilustra claramente el nivel de riesgo que actualmente los residentes pueden enfrentar de no poder permanecer en su hogar o vecindario. Esta herramienta cruza aspectos demográficos y de calidad de vida, para predecir que tan al borde están ciertas comunidades de tener que abandonar estas localidades.
En el mapa de Queens, los vecindarios categorizados como de “máximo riesgo” de desplazamiento son Corona, Elmhurst y Flushing, tres vecindarios que tienen algo en común: Más del 90% de su población no son blancos, más del 45% viven bajo la línea de la pobreza y más del 46% tienen inglés limitado.
Jamaica, Kew Garden Jackson Heights y Long Island City encabezan el listado de las localidades de este condado de “riesgo alto” de desplazamiento.
La Ciudad aclara que este mapa representa una “instantánea de las condiciones actuales” y no brinda suficiente información para predecir el efecto que los cambios futuros, como nuevas zonificaciones o la oferta de viviendas, tendrían en cualquier vecindario.
Hablan los caseros
A pesar de los programas de ayuda federales y estatales como la Ley Cares y el Programa de Asistencia de Alquiler de Emergencia, muchos propietarios de edificios argumentan que también se están recuperando de las pérdidas por la pandemia.
“Durante meses, casi ninguno de mis inquilinos pagó la renta. Y nosotros seguimos cubriendo los costos de los servicios. Siempre somos nosotros los demonios de esta historia. Aquí todos hicimos sacrificios. Aquí todos perdimos”, remarcó a El Diario el gerente de una oficina de inmuebles en Astoria.
En un comentario compartido por The New York Times, Vito Signorile, vicepresidente de comunicaciones de la Asociación de Estabilización de Alquileres, valoró que toda esta crisis está haciendo que este sector en particular de la industria, se vea “muy mal”.
“Llegará un momento en que los alquileres van a tener que empezar a bajar, porque nadie puede pagar estos apartamentos a esos precios”, concluyó.
En detalle: La renta se disparó en Queens
- 14,56% ha sido el aumento de los alquileres residenciales en el condado de Queens en comparación con los primeros seis meses de 2021, de acuerdo con datos del reporte del mercado de las rentas en Queens de MSN.
- $2,506,88 era el promedio de la renta en mayo versus $2,622,16 en junio.
- 4.10% fue el incremento promedio en los estudios de $1.964,23 a $2.044,71.
- 3.77% fue el aumento del precio promedio de alquiler de una unidad de un dormitorio. Aumentó de $2,409,00 a $2,499,80.
- 5.55 % fue el alza del precio promedio de arrendamiento para un apartamento de dos dormitorios. Aumentó un de $3,147,40 a $3,321,96.
- 8 vecindarios rastreados por este informe mostraron aumento de sus precios ponderados de alquiler: Long Island City (+1.18%), Astoria (+12.76%), Ridgewood (+5.27%), Flushing (+3.90%), Forest Hills (+5,15%) y Jamaica (+5,06%).