Demoler las conciencias
La violencia que se vive, de manera especial de género y producto de ello los femicidios, obliga a reflexionar y tomar medidas para demoler las conciencias, las actitudes violentas,
La violencia que se vive, de manera especial de género y producto de ello los femicidios, obliga a reflexionar y tomar medidas para demoler las conciencias, las actitudes violentas, inhumanas y criminales. Más allá de tumbar edificios y volver a construir, que tendrá un nuevo costo para el Estado cuando eso pudiera servir para dedicar más recursos a fin de enfrentar la violencia e inseguridad.
Demoler las pretensiones de protagonismo político en medio del dolor por el último femicidio ocurrido en el recinto policial y que obliga a cambiar los niveles de formación. Protagonismo político que se busca en esa desprestigiada Asamblea, primero con la creación de una mala llamada comisión multipartidista y luego la preparación de juicios políticos, que pretenden el lucimiento en medio del dolor y de un ambiente de mediocridad.
En este entorno, la Policía necesita una reestructuración integral, no un desbaratamiento institucional, que haría el juego al crimen organizado. Hay sectores políticos extremistas, desestabilizadores, que acechan y que propiciaron el debilitamiento de FF.AA. y Policía durante una década de administración.
La Policía requiere de un replanteamiento de la formación de oficiales, no solo en sus aptitudes profesionales sino sus actitudes humanas, con ética y moral, sus relaciones con las comunidades, con un enfoque humanista y participación ciudadana. Impulsar la unidad para afrontar al unísono las nuevas amenazas graves que se vive de inseguridad, violencia, crimen organizado, narcotráfico, protegidos por nefastos actores políticos.
Se necesita un pensamiento estratégico con liderazgo de transformaciones, con el impulso de una cultura de paz y que imprima esperanza, con el apoyo de la academia, no sesgada solo en la defensa enceguecida de los DD.HH. sino también de las responsabilidades que tienen las personas. Qué importante sería, a propósito de esta crisis, lograr un acuerdo nacional por la seguridad y contra la violencia al que nadie debiera oponerse, sin mirar quién propone.
Opinión
Miguel Rivadeneira Vallejo
Ecuador News
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