El podio es el premio
Por Mariana Velasco
Concluidas, competencia y espectáculo, los juegos Olímpicos de París 2024 ofrecieron la oportunidad para reflexionar sobre los valores universales que nos inspiran a buscar la excelencia y a superar nuestras propias limitaciones. El binomio deporte – educación impacta en nuestro desarrollo colectivo y personal al convertirse en ejemplo para millones de compatriotas en sus luchas diarias al estar entrelazados por valores esenciales como la superación, que no solo impulsan a los atletas en sus entrenamientos y competencias, sino que fundamentan la formación de los individuos en el ámbito educativo.
Los deportistas olímpicos son el reflejo de una vida dedicada a laperseverancia y a laevoluciónconstante. Cada disciplina, carrera, diploma y cada medalla son el resultado de sacrificios diarios, dolor, frustración, necesidades insatisfechas, años de trabajo arduo y compromiso, donde el esfuerzo es el insumo para el éxito. La educación debería estar centrada en generar oportunidades para que tesón y esfuerzo sean fundamentales en una formación de excelencia.
Al igual que el atleta enfrenta grandes desafíos, coraje, pensamiento positivo y valor en su camino al podio, los alumnos enfrentan retos de autosuperación que les exige una dedicación y un compromiso constantes. El mérito en el ámbito educativo, debería manifestarse en la manera de cómo premiar esfuerzo y talento, al brindar oportunidades a quienes, con determinación, demuestran su capacidad.
Once de 40 de nuestros hombres y mujeres con arrojo y temple nos llenan de gloria, de oro, plata y bronce. En el mundo educativo, la formación debe ser el eje central del alumno con invitación abierta a la iniciativa y a relacionarse para aprender.
Educación y deporte, en lo medular, buscan la superación continua y representan la celebración de la capacidad humana para superar barreras. De forma paralela, sobre todo la educación universitaria, debe proporcionar las herramientas necesarias para convertir a los estudiantes en líderes y emprendedores para contribuir en el desarrollo del país y el mundo, toda vez que la educación es un proceso transformador que requiere tiempo, motivación y apoyo.
Al igual que un atleta debe mantenerse enfocado y motivado a lo largo de su carrera, los estudiantes necesitan tiempo para formarse y mucho apoyo para superar sus desafíos intelectuales.
OPINIÓN
Mariana Velasco
Especial para Ecuador News
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