LOS VENDEDORES AMBULANTES II
Decíamos, que los señores vendedores ambulantes son personas como nosotros, los miles de inmigrantes que llegamos acá, en busca de mejores días para nuestras familias e hijos. También conocemos que los mismos son parte de un conglomerado social con derechos y responsabilidades. Queramos o no aceptarlo la venta ambulatoria contribuye de manera significativa a la economía local. Como también algunos supuestos vendedores ambulantes que según nuestro criterio son grandes monopolios disfrazados de pequeños comerciantes. Según el diccionario elemental el vendedor ambulante es una persona que vende sus productos en un mostrador, una vitrina, mesa pequeña, en lugares públicos como en calles o ferias temporales, y transportan su mercancía en su cuerpo, carro de empuje, un carrito de pedales, ejm, (los que venden tamales, o gorras). A diferencia, los disfrazados tienen carros y camiones del año para transportar su mercancía. También preguntábamos la existencia de algún organismo de apoyo o representatividad a favor de los vendedores ambulantes: de hecho conocemos que es un trabajo que requiere de mucho sacrificio, por donde lo miremos, ¡claro que sí, es informal! Una de las instituciones respetadas en busca de la justicia social es la Organización Internacional del Trabajo (OIT), cual busca que los derechos laborales como humanos sean reconocidos internacionalmente, esta justicia social es fundamental para la paz universal y permanente. Otra institución defensora de la economía informal es la Fundación StreeNet International, inspirada por la Asociación de mujeres trabajadoras autónomas (SEWA), creada en la India en 1972, cual se estableció con sindicatos organizados en toda su plenitud. Aquí en New York conocemos a la organización Street Vendor Proyect (SVP) muy apreciada por sus luchas y logros para todos sus integrantes. Como manifestamos anteriormente, de nuestra parte nunca podemos estar en desacuerdo por la lid justa en beneficioso de los más necesitados y verdaderos comerciantes minoristas. Lo que si estamos en contra es de los inescrupulosos y aparentes comerciantes de la calle, quienes tienen hasta trabajadores con sueldos irrisorios, mismos que laboran para ellos de 12 a 14 horas diarias. Esto podemos deducir en base a lo que vemos a diario, como ejemplo. Puestos de comida al descubierto, en dos o tres carretas unidas con carpas grandes cual tapan al local del frente por completo, llenan de mesas, sillas, con equipos de sonidos enternecedor mayores de 85 decibelios, tienen hasta tres generadores, el paso peatonal prácticamente no existe: cuando estos llegan al sitio en dos o tres Van (carros) grandes, traen la comida preparada sin ninguna inspección sanitaria, en ollas, sartenes, baldes, pailas sin el mínimo de higiene, utilizando hasta diez personas trabajando para ellos. Se sienten los señores del lugar. Cuando uno pasa por allí son muy altaneros y prepotentes. Del mismo modo, los que venden frutas en la calle se extienden hasta 30 pies y la mercancía la tienen en dos o tres camiones junto a ellos. Estos señores bajo ningún concepto deben llamarse vendedores ambulantes tradicionales. Por otro lado, están los seudo dirigentes, cuales dicen que luchan por la clase desprotegida, a nuestro entender solo buscan el acomodo personal a favor de estos comerciantes arribistas y politiqueros de turno.
Por: Dr. Manuel Díaz Córdova