UN DEBATE CON TRIUNFALISMOS Y FALSAS PROMESAS
Por: Holguer Mariano Jara
El desencanto de un “debate” electoral para la Presidencia de la República, de la que se afirmaba por aquellos que vaticinaban los intelectuales de la pluma, que iba a ser el más disputado de la historia, no terminó así y mucho tuvo que ver el desempeño de Noboa y su gobierno.
El debate del que fuimos testigos los ecuatorianos y en mi opinión muy personal, me quedé esperando un debate de altura, comprometido, serio, sin falsos triunfalismos y enconos. Lo único que quedó claro, es que vimos a los candidatos tratando de responder una pregunta, la cual en su mayoría se quedaba trunca, reduciéndose todo esto a pequeños esbozos o balbuceos, restándole con mucho la solemnidad del momento y la confrontación de ideas, programas y proyectos.
Que a los políticos nunca se les olvide la gran premisa, el pueblo pone y el pueblo quita y aquí me mueve a una profunda reflexión. Los ecuatorianos queremos que la política se aparte de la política como una simple compra-venta de votos.
Al pueblo se le dice lo que quiere escuchar, ya es tiempo y lo va a seguir siendo, que se nos hable de los problemas nacionales con la crudeza, pero no con la rudeza, porque nuestro pueblo es de suyo la nobleza, pero también la exigencia, de que no se puede postergar por más tiempo el desarrollo y crecimiento económico, que no se diga lo que no se cree y no se va hacer.
¿Y EL DINERO PARA LAS PROMESAS?
Cuando alguien te promete y que ya sabe que no te va a cumplir, es una ofensa a la inteligencia del pueblo. Por eso es necesario que estos “Papá Noel” de la politiquería, expliquen cómo van a realizar y de dónde van a sacar el dinero para tantas obras, medicina, subsidios e inversiones varias en beneficio del país.
“Papá Noel”, porque siempre le piden algo y nunca llega; porque en lugar de dar, exige recursos económicos para su campaña. Qué tanto es culpable el Consejo Nacional Electoral, cuando en los programas de gobierno se acepta estos ofrecimientos y los califica como realizables e idóneos? .
¿De dónde sacan el dinero los movimientos y partidos políticos? ¿El que paga el mariachi impone las canciones? ¿En la casa del ciego, el tuerto es el Rey? .
Lo que encontramos en el debate, fue cantidad y no calidad; desconocimiento e ignorancia sobre los problemas y soluciones para el país. Una disputa abierta contra Noboa. Todos contra el régimen, demostrando que los 15 candidatos de una u otra forma apoyan al correismo y su participación es solo como, chimbadores.
La característica común del debate fue la juventud y nada más, lo otro es pura mentira. Seguirán hablando de violencia, inseguridad, desempleo, las mafias, corrupción, economía, pero ninguno es capaz de presentar un plan o programa de gobierno para solucionar la crisis del país y del pueblo.
Lo rescatable, Andrea González, con nervios de acero, directa contra el correísmo y muy clara sobre su proyecto, pero no es suficiente, será para una próxima elección, fue lo mejor del “debate”. Cucalón, sereno, sabe lo que quiere, pero no tuvo tiempo para explicar. Henry Kronfle, apagado y sin fuerza para la contienda.
Luisa Gonzáles RC5, el mismo discurso, nerviosa, insegura y muy dependiente del pasado, el correísmo no ha demostrado su verdadera ideología, creo que, es la perdedora del “debate”. Leónidas Iza, con su tradicional poncho rojo y las mismas frases trilladas de acusación, sin dar mensajes de solución.
Jimmy Jairala, un candidato más, solo alcanzó a decir que hay necesidad de modernizar el Estado. El aspirante a la primera Magistratura, Felipe Tillería, ofreció terminar con la pillería, pero no dijo, como hacerlo. Jorge Escala, de Unidad Popular, concentrado en destruir a Noboa y su gobierno, aseguró que, subirá el salario de los ecuatorianos a $.570 dólares y reducirá el IVA al 10%, pero todo se lo llevó el viento.
Daniel Noboa, defendió la gestión de su gobierno, acusó a los candidatos de desconocer el trabajo realizado en su presidencia, al tiempo de insistir que terminará con los políticos del “viejo Ecuador” y lo votará a la basura”. Iván Saquicela, recordó su paso por la Corte Suprema de Justicia con un saludo a la bandera. Pedro Granja, del socialismo, demasiado lírico e incongruente. Juan Cueva, del Movimiento Amigo, propuso el no pago de la deuda externa y sacó su carácter a flote, sosteniendo que, “está arrecho de todo esto”.
Carlos Rabascall de ID, demostró tener experiencia frente a la pantalla, pero no tiene programa de gobierno serio y realizable. Víctor Aráuz, del PID, muy limitado, sin argumentos, un desastre.
Todos se creen los “salvadores del país”, pero en teoría, mientras el Ecuador sigue sumergido en la miseria, inseguridad, desempleo, corrupción. Ya terminó el “debate”, ahora nos dicen que ya estamos bien informados para tomar una decisión razonada, desdeñando a la historia, pues pareciera que se busca al esclavo sin pensamiento, que en el imaginario colectivo todos sueñan despiertos, cuando en realidad aún siguen dormidos.
Estas serán las elecciones de la cruzada del pueblo que otorgará su esperanza de ver a un Ecuador distinto en el futuro. Tengo la visión de que la democracia cambiará el rumbo de la historia y debemos aprender a coexistir con los pesos y contrapesos que Ecuador tiene.
No debemos olvidar que Ecuador es grande y poderoso cuando éste se decide a no vivir de rodillas. Tenemos que reflexionar seriamente para acudir a las urnas el 9 de febrero, no se trata de elegir un Presidente, se busca la solución a la crisis del país.