NOS SALVAMOS O NOS HUNDIMOS
Por: Holguer Mariano Jara
Los ecuatorianos estamos a pocos días de acudir a las urnas electorales, esta vez por una Consulta Popular y Referéndum. Si gana el SI se hará una “Constitución sencilla de entender e interpretar” para establecer una auténtica democracia y refundar la patria.
Ecuador ha cambiado varias veces la Constitución; conviene preguntarse, SI realmente necesitamos otro proceso constituyente, o SI detrás de esta “idea”, lo que se esconde es un intento de concentrar más poder en pocas manos, o realmente refundar el país.
El IESS podría dejar de brindar atención médica a los afiliados y pasaría a los hospitales públicos, un poder legislativo bicameral, división política del ecuador, pasando de un modelo centralista a un federalismo o autonomías, se podría elegir jueces por voto popular.
La Corte Constitucional, al parecer es el mayor obstáculo, también estorba el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social por su capacidad nominadora de autoridades. En el país existe una peligrosa narrativa de diferentes organismos del Estado. Estás con el gobierno y sus leyes o estás con el crimen organizado. Con estas dudas, refundar la patria suena bonito, muy alineado a la narrativa que usa el gobierno.
Lo cierto es que, la Democracia no se construye con palabras bonitas, amenazas, cerrando el diálogo y postergando acuerdos necesarios. Los contrapesos son molestosos, crean obstáculos, frenan, incomodan, pero son precisamente los que garantizan que el poder no se desbande.
La pregunta obvia es, si Ecuador debe reescribir una nueva Constitución, o si el ejecutivo está dispuesto a gobernar respetando lo que tiene; allí es donde se juega la diferencia entre refundar la patria o simplemente acaparar el poder y refundir el país entre estiércol y flores.
La Asamblea Constituyente es un órgano de naturaleza extraordinaria, de carácter representativo y temporal, conformado con el fin de ser los titulares de la potestad constituyente en la elaboración de una nueva Carta Magna.
Su análisis debe fijarse en el contexto de todo el proceso de elaboración de una nueva constitución, donde una de sus funciones principales será contribuir a la reconciliación de comunidades que se sienten marginadas del sistema político vigente.
Es importante leer la Constitución, para no opinar cualquier barbaridad e inundar las redes sociales de especulaciones, mentiras, inventos, patrañas, sandeces, estupideces, que solo conducen a profundizar la crisis que el país vive.
De igual manera la oposición debe asumir el papel de país, no de mercachifle de insultos, improperios y desatinos contra el gobierno y su pueblo. A los ecuatorianos nos toca decidir SI-NO en la Consulta Popular y Referéndum. Este no es un voto sentimental, tampoco partidista, nos salvamos o nos hundimos.



