LA ECONOMÍA EN 2019
Como se sabe, la baja del precio del petróleo desde 2015 impactó fuertemente en la liquidez de la economía, afectando la producción y el empleo; las finanzas públicas se resquebrajaron y el déficit fiscal aumentó, al mismo tiempo se deterioró la balanza comercial.
Las medidas, algunas erráticas del Gobierno anterior, se enmarcaron en la búsqueda de nuevos créditos, ciertas restricciones presupuestarias, preventas petroleras y aumento de aranceles (salvaguardias) a las importaciones no indispensables.
Las críticas han sido duras, por las condicionalidades y montos de la deuda y ventas anticipadas del crudo; igual, desde los comerciantes, por la reducción de sus compras en el exterior.
Para 2019 persistirá la situación económica recesiva, no obstante las medidas que se han tomado, y en el horizonte está el aumento de la deuda externa, tanto con nuevos créditos de China, que algunos han satanizado, como posibles acuerdos con los multilaterales.
Las cifras que se proyectan para 2019 muestran la delicada situación. Con un precio del crudo del orden de los $ 60 el barril, y un déficit superior a los $ 5 mil millones (5% del PIB), y un monto de deuda que rebasó el tope (?!) del 40% de PIB. Quedan como alternativas claras la reducción del déficit, vía renegociación del pago del servicio de la deuda y contratación de nueva deuda, en condiciones (plazos, tasas, etc) diferentes a las del pasado inmediato, no digamos a las de las famosas negociaciones neoliberales; la búsqueda de inversiones extranjeras, sin vender soberanía, que estimulen la producción, generen empleo, incorporen tecnologías, con un paquete de estímulos y seguridades jurídicas es otra medida; la estricta recaudación tributaria, con la legislación vigente, evitando la evasión, en particular de los poderosos grupos económicos.
Por otro lado, la búsqueda de recursos para la ejecución de los programas sociales asociados al empleo, sobre todo vivienda y la ampliación de créditos para la Economía Popular Solidaria (EPS) la que debe en firme estimularse.
Estas medidas junto a un manejo certero y eficiente en el ámbito financiero son parte de un programa económico que debe ser compartido por todos, más allá de los cálculos políticos y pugnas ideológicas y de las propuestas de quienes, cuando fueron poder, no pudieron y crearon crisis, y hoy maniobran para volver al pasado neoliberal.
LA ECONOMÍA EN 2019
Por Leonardo Vicuña Izquierdo
Ecuador News
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