15 delataron a alias «Guacho»
15 informantes del ejército delataron a alias «Guacho», dicen que el cadáver no era suyo, que le faltaba un gran lunar.
Para llegar a ‘Guacho’, el ejército colombiano, reclutó a campesinos de la zona montañosa de Tumaco Nariño. Ellos tenían fácil acceso a la zona rural por donde se movía este disidente de las FARC y su grupo criminal. Toda la información era recopilada por el Cuerpo Técnico de Investigaciones de la Fiscalía colombiana. Así se establecieron 16 zonas selváticas en las que el capo y su segundo al mando, alias ‘Pitufo’, se movían con frecuencia.
Una investigación dice que 15 colaboradores civiles fueron claves para establecer la rutina del grupo disidente. Así se conoció que el sector en donde se refugiaba ‘Guacho’ era una zona de esteros, cercana al mar. En septiembre, en ese sector ya se reportaron combates e incluso se dijo que un francotirador había herido de gravedad al jefe de la disidencia.
Los medios locales dicen que después de ese ataque, los armados nunca salieron del sector. Tampoco se fueron los hombres de la Fuerza Pública.
El ejército confirmó que la operación de rastreo incluyó la interceptación de al menos 120 líneas celulares. Según los soldados, encargados del rastreo, la presión llevó a ‘Guacho’ a romper sus protocolos de seguridad y a utilizar canales no seguros, hasta que lo ubicaron en Llorente (Nariño), donde el viernes 21 de diciembre del 2018 fue abatido “con un certero disparo”. Esta operación se denominó “David”.
Las Fuerzas Militares colombianas escribieron un mensaje en Twitter y resaltaron esa incursión. “¡Le cumplimos a Colombia!”, dijeron. “Hemos puesto fin a 11 años de carrera criminal del delincuente más buscado en la frontera de Ecuador y Colombia”. La mañana siguiente, la vicepresidenta colombiana, Marta Lucía Ramírez, llegó a Tumaco, por actividades navideñas.
COMUNICADO DE LA VICEPRESIDENCIA DE COLOMBIA
Poco después, su despacho emitió un comunicado y allí advirtió que su Gobierno no dará tregua a los disidentes ni espacio “para sus crímenes”.
“Nadie, ninguno, nunca más, puede sentirse por encima de la ley, de la justicia, de la fuerza pública ni de la determinación de los colombianos de acabar con el narcotráfico y con el terrorismo”. ‘Guacho’ era buscado en las dos naciones por la muerte de cuatro militares en la población ecuatoriana de Mataje, por el secuestro y posterior asesinato de Javier Ortega, Paúl Rivas y Efraín Segarra; y por el plagio y asesinato de Katty Velasco y Óscar Villacís, la pareja de Santo Domingo. Además, desde enero perpetró ataques en el cuartel policial de San Lorenzo y en un puesto militar de Borbón. En Alto Tambo afectó a un patrullero y dejó un soldado herido.
En Viche averió una torre de luz y los atentados en El Pan provocaron el desplazamiento de pobladores. Por su parte los familiares de Javier, Paúl, y Efraín, los asesinados del Diario El Comercio quieren que se aclare todo. Para ellos, la muerte de ‘Guacho’ no significa una victoria en su búsqueda de justicia. Ellos hablaron del tema.
“Con la muerte de los dos se va mucha información que debe haber sido muy importante para el esclarecimiento del caso y llegar a la verdad del mismo”, aseguró Ricardo Rivas, hermano de Paúl Rivas. Los allegados esperan que con estas muertes no se cierren las investigaciones e invitaron a las fiscalías de Ecuador y Colombia a que determinen responsabilidades en todos los niveles y que se abran nuevas líneas de investigación. Los familiares aún esperan información desclasificada completa de cómo se trató el tema del secuestro.
El padre de Javier Ortega, Galo Ortega, también habló. “En cuanto a la captura, no nos sentimos contentos. Claro que Dios tarda, pero no olvida. Pedimos a las fiscalías de los dos países que nos entreguen la información, porque solo queremos la verdad y que se haga justicia, no otra cosa”.
El Gobierno ecuatoriano, en cambio, “reconoció y agradeció” la acción de Colombia. “El Gobierno Nacional agradece la acción de las fuerzas del orden de Colombia por haber dado con el paradero del delincuente”, pero el Presidente Moreno en declaraciones por televisión dijo que la muerte de Guacho se debió a la acción conjunta de Colombia y Ecuador, palabras que no le gustó en nada a Duque, Presidente de Colombia.
Desde el principio cuando Guacho había apresado a los de El Comercio, el Ministro del Interior del Ecuador dijo que estaba en conversaciones con gente de Guacho para intercambiarles con algunos sicarios apresados por el ejército ecuatoriano, después el Ministro ecuatoriano se retractó de lo dicho.
Cuando se supo de la muerte de los de El Comercio, el Presidente Moreno tres veces dio órdenes a sus ministros dándoles un plazo para que vayan y capturen a Guacho, algo que llevó a la risa a quienes oían a Moreno, ya que Guacho se encontraba en Colombia y el gobierno ecuatoriano para ir a capturarle debía pasar por encima de las fuerzas del orden colombiano y finalmente en las redes sociales ha aparecido varias denuncias de gente que vio el cadáver de Guacho, autorizado por el presidente colombiano, se encontraron con que no tenía el lunar que le distinguía por lo cual se decía que no era el cadáver del Guacho.
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