Cierre comienza a pasarle factura a neoyorquinos
Cierre de Gobierno comienza a pasarle factura a neoyorquinos
Hasta las cortes de inmigración se encuentran cerradas, lo que obliga a jueces a posponer indefinidamente las audiencias programadas con meses de anticipación
POR:JOSÉ MARTÍNEZ
No poder solicitar cupones de alimentos, sufrir más retrasos en el Subway y hasta no recibir a tiempo los cheques de la devolución de impuestos, serían algunas de las consecuencias directas que sufrirían miles de neoyorquinos si se prolonga el cierre de Gobierno, que este lunes cumplió su decimoséptimo día.
Así lo alertaron líderes de Nueva York, quienes aseguraron que aunque muchos piensan que la crisis creada por el desacuerdo entre el presidente Donald Trump y el Congreso sólo afecta a los empleados federales, la realidad es que puede tener un impacto general en el bolsillo de los más necesitados en los cinco condados de la Gran Manzana.
Uno de los que hizo este lunes un llamado urgente para que se reabra el Gobierno, teniendo en cuenta que las consecuencias son catastróficas, fue el líder de la minoría del Senado Chuck Schumer, quien durante una rueda de prensa en Manhattan, aseguró que en Nueva York más de 50,000 trabajadores federales y contratistas no están recibiendo cheques de pago, de los cuales 16,000 trabajan en departamentos o agencias que actualmente están cerradas.
Schumer citó agencias específicas que, debido al cierre, “no pueden atender a los neoyorquinos como deberían”, incluida la seguridad en los aeropuertos, las amenazas a los programas escolares y los reembolsos de impuestos del Internal Revenue Service (IRS).
“A veces, cuando hablamos sobre el panorama general, lo que está sucediendo a nivel nacional con los departamentos del Gabinete y las agencias federales y los niveles de financiamiento y los permisos, puede que [los ciudadanos] no se den cuenta de que este cierre de Trump está afectando a todo tipo de personas, todos los días aquí en Nueva York”, dijo el Senador. “Por eso es imperativo compartir las formas en que este cierre innecesario perjudica a Nueva York y su gente”.
Neoyorquinos afectados
De acuerdo con el senador demócrata neoyorquino, el cierre ya está pasándole factura a la Gran Manzana. Por ejemplo, cada mes, la Autoridad Metropolitana de Transporte (MTA) recibe entre $130 y $170 millones en reembolsos de la Administración Federal de Tránsito (FTA). Schumer estima que pueden pasar de 4 a 6 semanas sin esos reembolsos, pero después de eso, la MTA tendrá que tomar decisiones difíciles que podrían perjudicar a los pasajeros.
“Un cierre prolongado del Gobierno federal sería una mala noticia para los pasajeros y la MTA, y agradecemos al senador Schumer por su liderazgo en la lucha para detenerlo”, dijo un portavoz de la MTA.
En los aeropuertos el panorama también es desolador. Actualmente, los agentes de la Administración de Seguridad del Transporte (TSA) están suspendidos y trabajan sin remuneración. Schumer explicó que muchos de ellos no pueden permitirse ir sin paga debido a los costos de transporte para llegar al trabajo.
De igual forma, la Junta de Seguridad de Transportación Nacional (NTSB), que envía inspectores cuando ocurre un accidente en carreteras o trenes, sólo tiene 27 de sus 401 empleados trabajando.
“Si tuviéramos un descarrilamiento, como Spuyten Duyvil, es casi imposible estirar a 27 empleados”, dijo el líder político, refiriéndose al descarrilamiento de un tren en El Bronx hace más de cinco años.
Efectos también en vivienda
La suspensión de otros dos programas principales tiene a los neoyorquinos sumamente preocupados. Según Schumer, por un lado, la Administración Federal de Vivienda, que otorgó 28,900 préstamos en 2018 en Nueva York, no está procesando nuevas solicitudes de crédito, además los procesos que se encontraban en espera están viendo retrasos importantes.
Por otro lado, el Programa de Asistencia de Nutrición Suplementaria (SNAP), que beneficia a 1.5 millones de neoyorquinos, está en peligro si el cierre se extiende más allá de febrero. Esto incluye el programa Mujeres, bebés y niños (WIC), un servicio que otorga fondos federales a los estados para alimentos suplementarios, atención médica y educación nutricional para mujeres embarazadas, en período de lactancia y no lactantes de bajos ingresos, y para bebés y niños de hasta cinco años que se encuentran en riesgo nutricional, y que a nivel estatal brinda ayuda a más de 400,000 madres y familias.
“Esto es lo que más me preocupa porque mi hija tiene dos años y aunque ahora no estoy recibiendo ayuda alimentaria, sé lo que se siente estar en esa posición y tengo amigas que están muy preocupadas porque este cierre de Gobierno puede significar que la próxima semana les llegue una carta diciendo que sus beneficios han sido suspendidos”, dijo la dominicana Emperatriz Castro. “A él [presidente Trump] no le importamos nosotros los que recibimos las consecuencias de sus decisiones. Todo por ese muro”.
Para la joven de 29 años, las consecuencias de la suspensión de buses y trenes o de los beneficios alimentarios, son solo una pequeña parte de la realidad con la que la comunidad inmigrante tendría que enfrentarse al momento de que la construcción del muro se vuelva una realidad.
“Esto va más allá de que por ejemplo, mi mamá y yo nos veamos afectadas por los cupones o por el servicios de buses”, apuntó Castro. “Aquí el problema es que si construyen ese muro, los mas afectados seremos los que tenemos un rostro latino porque a la final, la única misión del presidente es hacernos a un lado y minimizarnos, tanto a los que buscan venir, como a los que vivimos aquí.
Entre tanto, el alcalde Bill de Blasio, dijo recientemente que la Ciudad continuaría a flote, sin embargo, insistió en que la Autoridad de Vivienda Pública de la Ciudad (NYCHA), y el Departamento de Transporte (DOT) podrían comenzar a enfrentar algunos desafíos reales si el cierre continúa.
“Tenemos suficiente flujo de efectivo para sobrevivir algunas semanas, pero si dura un mes o más, vamos a tener que tomar algunas decisiones muy difíciles”, explicó el Alcalde.
Otros programas como Medicare, Medicaid y servicios para veteranos no se han visto afectados, debido a que, según Mark Hinkle, un portavoz de la Administración de Seguridad Social, la agencia recibió fondos para el año fiscal 2019 en septiembre.
Peligra la devolución de impuestos
Marcelo Martínez, de 55 años y su hijo, Gregory, de 18, ya estaban preocupados por la cantidad de dinero que recibirían en su reembolso de impuestos este año. Juntos mantienen a flote un negocio de carpintería a domicilio y, pese a los cambios en la reforma fiscal, la esperanza de recibir su cheque por parte de IRS “siempre es una buena noticia”.
Sin embargo, este año el cheque podría tardar un poco más. Para Martínez, la situación es “inconcebible”.
“No es posible que ese señor haga todo eso y nadie lo pueda detener”, explicó el mexicano. “Esto preocupa mucho porque no es justo que seamos nosotros los más afectados”.
Y la preocupación del trabajador hispano es real. Si el gobierno no se reabre a corto plazo, innumerables neoyorquinos no verían procesados sus cheques de reembolso de impuestos. Schumer aseguró que esto perjudicará a millones de familias que dependen de los cheques de reembolso para cubrir los gastos anuales.
Tan solo en el año fiscal 2017, 16 millones de neoyorquinos recibieron $27,000 millones en reembolsos de impuestos, sin embargo, hasta ahora, los reembolsos no se cancelarán si el cierre continúa. El año pasado, el 2 de febrero, el IRS ya había pagado $12.600 millones en reembolsos a 6 millones de personas.
“No solo es cerrar el gobierno y ponernos a todos a sufrir, sino también una estrategia para hacernos sentir mal a los mexicanos, que de por si ya hemos sido tratados mal todo este tiempo. Es una estrategia para debilitar a los latinos”, explicó el joven. “Pero no nos dejaremos. Aquí seguimos luchando”.
¿Por qué el tranque?
En 2015, cuando el entonces candidato republicano a la presidencia, Donald Trump, prometió que, de convertirse en presidente construiría un “gran muro” en la frontera sur y haría que México lo pagara, pocos creyeron que se trataba de un proyecto real. Sin embargo, pese a que cuatro años después el muro no se ha construido, y mucho menos financiado, el país está sumido en una crisis política que preocupa a muchos, en parte, por la aparente desesperación del Presidente.
Y es que el fracaso de la propuesta no solo está afectando la estabilidad de la Administración Trump. Los líderes del Congreso y la Casa Blanca no han podido lograr un acuerdo que incluya el financiamiento del muro, razón por la cual la ira de Trump se ha descargado de la forma más peligrosa: cerrando el Gobierno parcialmente.
Tan solo en el año fiscal 2017, 16 millones de neoyorquinos recibieron $27,000 millones en reembolsos de impuestos, sin embargo, hasta ahora, los reembolsos no se cancelarán si el cierre continúa. El año pasado, el 2 de febrero, el IRS ya había pagado $12.600 millones en reembolsos a 6 millones de personas.
Para Gregory, la decisión del presidente Trump tiene un trasfondo más oscuro.
“No solo es cerrar el gobierno y ponernos a todos a sufrir, sino también una estrategia para hacernos sentir mal a los mexicanos, que de por si ya hemos sido tratados mal todo este tiempo. Es una estrategia para debilitar a los latinos”, explicó el joven. “Pero no nos dejaremos. Aquí seguimos luchando”.
¿Por qué el tranque?
En 2015, cuando el entonces candidato republicano a la presidencia, Donald Trump, prometió que, de convertirse en presidente construiría un “gran muro” en la frontera sur y haría que México lo pagara, pocos creyeron que se trataba de un proyecto real. Sin embargo, pese a que cuatro años después el muro no se ha construido, y mucho menos financiado, el país está sumido en una crisis política que preocupa a muchos, en parte, por la aparente desesperación del Presidente.
Y es que el fracaso de la propuesta no solo está afectando la estabilidad de la Administración Trump. Los líderes del Congreso y la Casa Blanca no han podido lograr un acuerdo que incluya el financiamiento del muro, razón por la cual la ira de Trump se ha descargado de la forma más peligrosa: cerrando el Gobierno parcialmente.