Ecuatorianos acusados en España
“Sus padres se rompen el lomo trabajando y estos irresponsables se dedican al delito”, se lamenta un vecino de las familias ecuatorianas que hoy deben sufrir el es-carnio público por culpa de cuatro jóvenes que violaron a una compatriota de 19 años.
La joven de 19 años, violada la noche de año nuevo en Alicante, España, fue encontrada semidesnuda, encerrada en un sótano con tres de los cuatro implicados en el caso, todos de nacionalidad ecuatoriana. La Guardia Civil de España informó que los presuntos violadores, ya fueron detenidos.
Un portavoz de este órgano estatal de Alicante (localidad al este de España, donde ocurrieron los hechos), detalló que los cuatro individuos tienen 19, 21, 22 y 24 años de edad, fueron presentados a la justicia y puestos en detención preventiva. Los cargos son agresión sexual; dos delitos de abusos sexuales; y un delito contra la intimidad. Uno de los detenidos ya contaba con antecedentes por violencia de género, además de abusos sexuales contra una menor de edad.
Llamada de alerta
Las autoridades conocieron del caso tras un llamado realizado por una residente de la zona. Funcionarios de la Guardia Civil y la Policía Local acudieron a la vivienda denunciada, e ingresaron al sótano del inmueble, donde encontraron a una joven semidesnuda junto a tres de los acusados; el cuarto hombre, que alcanzó a evadirse, fue detenido poco después.
La policía presume que la víctima, de 19 años de edad, se encontraba bajo los efectos del alcohol o de alguna droga, por su incapacidad para decir dónde se encontraba, dónde vivía, o qué le había ocurrido en las últimas horas, al momento de ser rescatada.
Según las primeras pesquisas, dos de los hombres conocían a la joven, y la habrían convencido para acompañarlos al lugar donde fue secuestrada.
Las autoridades señalaron que otras dos mujeres también pudieron haber sido víctimas del mismo grupo de agresores, por lo que la cifra de afectadas podría aumentar.
El brutal hecho hace recordar al caso de «La Manada», también ocurrido en España, cuando la noche del 7 de julio de 2016, cinco jóvenes violaron a una joven durante la fiesta de San Fermín de Pamplona.
El crimen de «La Manada» ha sido uno de los casos de violencia sexual contra la mujer más mediáticos en este país y el mundo, no solo por la brutalidad con la que actuaron los victimarios, sino también porque la justicia española les otorgó libertad condicional, pese a que estos habían reconocido sus actos.
Pillados in fraganti
De acuerdo al relato de una fuente de la Guardia Civil, se sorprendió a un agresor encima de la víctima y a otro subiéndose los pantalones.
La zona donde se llevó a cabo el operativo, está situada en el municipio alicantino de Callosa d’En Sarrià.
Los detenidos, todos españoles de origen ecuatoriano, fueron detenidos en la madrugada del día 1 del 2019 en la tarde pasaron a disposición del juez, que de inmediato decretó su ingreso en prisión.
La llamada de alerta la hizo una vecina, que fue testigo presencial de lo sucedido y que se encuentra horrorizada de lo que vió. Otros testigos relataron que vieron a los acusados subiéndose los pantalones uno a uno, mientras que otro se recostaba encima de la víctima para abusar de ella.
La joven víctima, incapaz de a cualquier pregunta, sólo se quejaba de dolores en sus partes íntimas, y fue trasladada de urgencia al Hospital Marina Baixa de Villajoyosa, para ser sometida a un reconocimiento médico y recibir atención psicológica.
Entretanto se trasladó a los tres detenidos a dependencias de la Guardia Civil en Villajoyosa, a donde más tarde llevarían al cuarto implicado.
La investigación, ha revelado que dos de ellos conocían a la joven, y se encontraron con ella en Benidorm, otra localidad de Alicante, la noche de las campanadas. Con la excusa de seguir tomando copas, sobre las 5 de la madrugada sugirieron a la víctima ir a casa de un conocido de la madre de ella en la misma Benidorm, a lo que ella accedió.
La joven no recuerda nada de lo sucedido, pero una vez llegaron al departamento, comenzaron los avances y los abusos. Tiempo después, uno de los habitantes del lugar se dio cuenta y dio la fiesta por finalizada. Fue entonces cuando los cuatro hombres decidieron ir a Callosa, al local de uno de ellos, llevándose también a la joven, que se encontraba en tal estado que apenas podía andar sola.
“Somos los reyes de la noche”
Uno de los detenidos, de 22 años, ya tenía antecedentes por violencia de género y abusos sexuales con una menor, e incluso, durante la investigación del caso, la Guardia Civil ha localizado a otra mujer, que también habría sufrido abusos sexuales en octubre del pasado año por parte del detenido, y que ha interpuesto la correspondiente denuncia.
La investigación continúa abierta, ya que los agentes sospechan que los detenidos podrían haber protagonizado dos situaciones idénticas más, con otras dos mujeres, no descartando que la cifra de afectadas pudiera aumentar.
En Callosa d’En Sarrià algunos de sus alrededor de 7.000 vecinos, todavía no han asimilado que esos cuatro jóvenes del pueblo, de origen ecuatoriano, hayan ingresado en prisión por, presuntamente, haber violado a una joven de 19 años de la misma nacionalidad que ellos.
“Los padres de esos chicos son bellísimas personas. Trabajadores y educados. Trabajan en la construcción, en el campo, limpiando casas… No sé cómo les han salido esos hijos”, dice María, que conoce desde hace una década a las familias de los presos.
Al menos uno de los cuatro varones que el juez ha enviado a prisión conocía a la víctima desde “hacía tiempo”, explica una joven también ecuatoriana. La chica, veinteañera, no quiere que aparezca su nombre en este reportaje. Ella, junto a varios jóvenes más de la comunidad latinoamericana que vive en Callosa, atienden a los periodistas, mientras muestran varias fotos de los presuntos violadores en sus teléfonos móviles.
“Les gustaba la fiesta, sí, pero como a casi todos”, dice un chico. “Ya, sí, pero a todos nos había llegado a nuestros oídos algo de lo que hacían, lo que no creíamos era que fuese verdad”, afirma otro.
“Cuando contaban que habían salido por Benidorm -a 16 kilómetros de aquí- luego solían alardear de que habían acabado montándose a alguna chavala del grupo. Agregaban: ‘Somos los reyes de la noche’, y enseñaban algunas fotos de las chicas en una discoteca o en un botellón (vía pública donde se consume licor). Nos decían que las chicas iban borrachas, pero no que las hubieran drogado. Casi todas también eran latinas. La verdad, son unos mierdas”.
Les habrían reclamado
Ha trascendido ya que los componentes del grupo a los que ya denominan “manada ecuatoriana” se llaman Carlos B., Álex C., Jonathan B., y Joffre. Tres de ellos tienen también la nacionalidad española.
La violación se produjo en el número 27 de la Carretera de Elche en Callosa. En el lugar donde empezó lo que evidentemente es una tragedia para todos, un inquilino les habría reprochado su actitud con la chica. Fue entonces cuando los acusados decidieron llevarla a Callosa.
La agresión sexual sucedió en torno a las cinco de la mañana. En la casa estaban durmiendo los padres del agresor más joven y también su hermana. Fue ésta quien, al escuchar ruido, miró qué sucedía. A la mañana siguiente, junto a su propia madre, igualmente llamó a la Policía Local.
Cuando la Guardia Civil se hizo cargo del caso encontró en el teléfono móvil de uno de ellos un vídeo de la violación. Las imágenes tienen unos cinco minutos de duración. Las fuentes consultadas explican que se observa con claridad que la chica se opone con resistencia y que intenta quitarse de encima a los encarcelados. Es decir, ellos mismo grabaron la prueba que podrá condenarlos a más de 20 años de cárcel.
La Guardia Civil no descarta que en los próximos días o semanas más mujeres de la comarca de Benidorm presenten denuncias tras conocerse la detención de los cuatro presuntos violadores.
Investigadores de la Guardia Civil han solicitado un estudio toxicológico para aclarar si la víctima había sido drogada.
«¡Se ve que hay más de una manada!»
Más de trescientas personas se concentraron el lunes 6 de enero, a las puertas del Ayuntamiento de Callosa d’En Sarrià para expresar su repudio a la violación sufrida por una joven del pueblo a manos de los cuatro vecinos.
El alcalde de la localidad, Pep Saval, dijo que es necesario “seguir trabajando para poner fin” a la lacra de las agresiones sexuales y realizó un llamamiento a todas las instituciones “en la lucha por su erradicación”.
Los cuatro jóvenes presos se les confirmó que están acusados de un delito de agresión sexual, dos delitos de abusos sexuales y un delito contra la intimidad.
«Sus padres con la espalda encorvada de trabajar y ellos se lo pagan así», dice María, la vecina que conoce a los progenitores de los presuntos violadores. «¡Se ve que hay más de una manada en España!»
Corresponsal de Ecuador News en España
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