Malos hábitos de las campañas políticas
Estamos tan cerca de las elecciones seccionales con más de 80,000 candidatos y me parece que otros tantos analistas políticos y yo no pretendo ser uno de ellos, pues ya hay demasiados.
Simplemente voy a señalar ciertos malos hábitos de los políticos cuando manejan sus campañas electorales. Para empezar, se gastan su presupuesto de campaña muy temprano en el periodo electoral.
Realmente empiezan a invertir antes de que el CNE les autorice ya que tienen un falso sentido de seguridad y se gastan de una sola vez todo el dinero que tienen disponible.
No interesa en verdad lo que ya han gastado sino lo que tienen todavía disponible para cerrar la campaña con éxito.
No hay duda que todos los políticos (hombres y mujeres) tienen un ego muy inflado por cualquier razón que sea, lo cual provoca que de alguna manera “quemen” por desgaste y agotamiento a los miembros de su equipo de campaña, a quienes tratan con muy poco profesionalismo, lo que mata la moral e impacta en la cultura del equipo electoral, que es la columna vertebral de la campaña. Para evitar esto es necesario establecer los límites del comportamiento ético establecido en el plan de campaña. Los candidatos deben enfocarse no en ellos mismos sino en el votante.
No es simplemente una frase que los mandatarios son electos por los mandantes. Los candidatos deben mirar al votante, adentrarse en sus problemas y necesidades y no en sus aspiraciones electorales.
Los políticos exitosos se conectan con su pueblo. Las campañas son realmente empresas electorales y el staff y miembros de su equipo son empleados que necesitan de su salario a tiempo. Muchas veces el candidato al invertir desordenadamente en su mercadeo político olvida este pequeño detalle de pagar a tiempo los salarios de sus miembros de campaña (pues no todos son voluntarios). Esto provoca que los candidatos recurran a endeudamiento para cubrir los gastos de campaña y en la mayor parte de los casos, estas deudas les pasa factura cuando ya son electos.
Y se inician los procesos corruptos, pues estas deudas se pagan con favores y coimas. Podemos hablar de otros muchos más malos hábitos de los políticos en campaña: procrastinación; evitar el control presupuestal y la necesidad de manejar los números en el financiamiento de la campaña; tratar de manejar aquellos temas que están fuera de control e imposibles de arreglar; no cumplir con su función electoral; no tener una clara plataforma ideológica; etc.
Todo lo cual impedirá que tengan éxito.
Malos hábitos de las campañas políticas
Por Antonio Quezada PavónEcuador News
www.ecuadornews.com.ec