FICCIÓN POLÍTICA Y PECULADO
El cuestionable acto de política internacional en que han incurrido 50 países del mundo -alrededor de una cuarta parte de los países miembros de la ONU- al reconocer como presidente interino de Venezuela al así autoproclamado diputado Juan Guaidó, presidente del Parlamento, organismo declarado “en desacato” desde hace más de un año por la Corte Suprema de Justicia de ese país, y en consecuencia carente de eficacia jurídica respecto de sus resoluciones a partir de que declaró la vacancia de la presidencia de la República ejercida por Nicolás Maduro, no solo que quebranta las más elementales normas del derecho internacional público, sino que puede llevar a lo que ha ocurrido con el gobierno del presidente Lenín Moreno, quien ha confundido los ámbitos de la ciencia ficción y de la realidad al recibir el día martes las credenciales de 11 embajadores de diversos países, entre ellas la de René de la Sala, como representante del gobierno de Juan Guaidó, el cual no existe, ya que el poder Ejecutivo y administrador del hermano país Venezuela lo sigue ejerciendo el presidente Maduro, quien hace unos meses se posesionó como presidente titular por un nuevo período de seis años.
El hecho de que el gobierno de Lenín Moreno haya roto relaciones con Venezuela no hace que por un acto de magia negra, quien ahora ejerza el poder en ese país sea Guaidó, empeñado en hacerse pasar ante el mundo como presidente interino de Venezuela, territorio y Estado que no administra ni cuya real y legal representación ejerce. De ahí el hecho de que el flamante embajador no tiene una oficina de despacho, ni la necesita, según él mismo habría expresado.
La ficción en el caso tiene muy estrechos límites.
Aunque el arbitrario presidente Donald Trump,
quien tiene congelados los millones de dólares que EE. UU. debe pagar a Venezuela por crudo y derivados del petróleo y no lo hace -deliberadamente, como un hecho más de la guerra de agresión económica emprendida contra el gobierno de Maduro a nivel de un desembozado “golpe de Estado”- parezca dispuesto a entregárselos a Guaidó, ello, de darse en alguna forma, los haría incurrir, tanto a Trump como a Guaidó, en responsabilidad penal por disposición arbitraria de fondos y peculado, respectivamente.
FICCIÓN POLÍTICA Y PECULADO
Por Nelly de Jaramillo
Ecuador News
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