Adolfo H. Simmonds
ADOLFO H. SIMMONDS EGREGIO PERIODISTA GUAYAQUILEÑO
Recordamos medio siglo de su partida terrenal
No tuve el honor de saludarlo personalmente. Pude conocerlo literariamente gracias a su hijo Moisés, entrañable amigo de hace varias décadas, quien tuvo la gentileza de obsequiarme dos valiosos tomos de edición limitada, con páginas que constituyen auténtica cátedra de buen periodismo. Por la magnífica compilación de sus artículos publicados desde 1943 hasta 1955; he podido adentrarme en la lectura de su notable pensamiento.
Sus artículos o comentarios, mantenían el interés del lector por su estilo de redacción, con respeto y defensa de la lengua castellana, con elegancia y ajeno a lo vulgar e intrascendente..
SABIAS LECCIONES DE PERIODISMO
En uno de sus escritos recuerda a Don Manuel J. Calle, a quien acompañó durante siete años. Fueron inolvidables horas las que pasó a su lado, constituyó la etapa de su especial formación intelectual. Don Manuel era incisivo, mordaz, duro. Pero sus consejos constituían para el joven escritor, sabias lecciones de periodismo.
“No metas tu persona en tu labor” –le decía- “No se puede ser espectador y actor a la vez”. “Nada hay más repugnante que ese yoísmo de los jóvenes enfermos de importancia”. “Si personalizas tu artículo se convierte en remitido”. “Lo que menos le interesa al público es tu personalidad, de pobre garrapateador de cuartillas”.
Así, con estas frases, Don Manuel le señaló la convicción de que el periodista debe colocarse siempre fuera de sus artículos. Lejos del tinglado donde se desarrolla la comedia o la tragedia de la vida social. Es así como salió a la palestra “PORTHOS” una figura nueva en el periodismo, identificada con este pseudónimo.
HONRADA Y VALIENTE LABOR PERIODÍSTICA
Porthos, despertó el interés e influyó en la acogida de los lectores, porque señalaba a las personas con el dedo y llamaba a las cosas por su nombre. Con las verdades se puede condimentar platos muy fuertes.
Decía que el periódico tiene todos los caracteres de un menú. El editorial es el caldo espeso. Las informaciones de fuera son carne y
pan. Los sueltos de los reporteros son arroz con menestra. Los artículos de Aramis, de Marco Antonio y del Caballero del Monocle son el dulce, el café y el pepermint.
Cada día se afirmaba su individualidad, muy diferente del escritor que le ha dado vida. “Un hijo puede parecerse a su padre, pero no es el mismo.” Porthos tenía un carácter propio, debía ser sólo Porthos. Su honrada y valiente labor periodística tuvo relieves definidos y mirajes concretos. Se reía de las bravatas de cualquier cónsul, de las rabietas de algún ministro o de los aspavientos de determinado cura. Decía: “Si alguien le duele un golpe, que se sobe.”
PERIODISTA ILUSTRE
Durante varios años trabajó en «El Telégrafo». Fue nombrado miembro de la Academia de la Lengua. Uno de los fundadores de la revista «Vistazo» y miembro de su consejo de redacción. Escribió y colaboró con sus importantes artículos en los principales periódicos y revistas de la época, dejando un signo de prestigio en el periodismo ecuatoriano y particularmente en Guayaquil. A partir de 1925 fue varias veces perseguido por las dictaduras debido a sus escritos periodísticos, en 1926 participó en la fundación del Partido Socialista Ecuatoriano, y posteriormente trabajó a favor de los judíos, obteniendo que nuestra legislación permita la entrada a nuestro país de los acosados del nazismo.
SUS OBRAS SE CONSIDERAN JOYAS DEL PERIODISMO LITERARIO DE LA LENGUA CASTELLANA
COSAS QUE PASAN, es el título de dos valiosos tomos de edición limitada. Las páginas de ADOLFO H. SIMMONDS “Porthos”, constituyen auténtica cátedra de buen periodismo. Magnífica compilación de sus artículos publicados desde 1943 hasta 1955.
LA CIENCIA DE SABER VIVIR EXPRESADA EN ALGUNOS DE SUS AFORISMOS
Dicen que la Filosofía es la ciencia de saber vivir. Quien comprende las miserias humanas y soporta los avatares del destino es un filósofo. Es la capacidad de aguante frente a las bribonadas del mundo y las inclemencias del cielo. Parece que los ecuatorianos estamos adquiriendo el prestigio de grandes filósofos.
***
No todo es negocio en la vida, pues hay ideales que están por encima de los guarismos.
***
Que nuestra bandera flote sobre las rutas de todos los mares, como emblema del progreso de las naciones que constituyeron la Gran Colombia.
***
No hay duda de que somos un pueblo atrasado. Tenemos prejuicios de aldea y gazmoñerías arcaicas. Todavía no estamos suficientemente civilizados.
***
¿Qué son malos los rumores falsos? Siempre son mejores que las tontas verdades y los grotescos hechos de la realidad. Los rumores crean ilusiones y esperanzas. Y son un almíbar en nuestra monótona y pesada existencia.
***
El periodista debe colocarse siempre fuera de sus artículos. Lejos del tinglado donde se desarrolla la comedia o la tragedia de la vida social.
***
ADOLFO MAURICIO HAUER-SIMMONDS GUERRERO.
Nació en Guayaquil, el 23 de septiembre de 1892. Falleció en la misma ciudad, el 15 de abril de 1969. Fue un admirado y respetado escritor, político y educador.
Por: Fernando Naranjo-Villacís
fnaranjo@gye.satnet.net
Para ver más noticias, descarga la Edición