Las aspiraciones de Guaidó
Más de una vez en esta columna nos hemos referido al diputado Juan Guaidó, opositor al régimen de Nicolás Maduro, autoproclamado presidente interino de Venezuela”, con el beneplácito y reconocimiento del omnipotente Donald Trump y del séquito de sus seguidores y subalternos que suman alrededor de 50 países, coludidos en la “ficción política” de reconocerlo como representante legal de la República Bolivariana de Venezuela, gobernada real y efectivamente, y en su totalidad, por el presidente Maduro (chavista), reconocido legítimamente por los 150 demás países del mundo, entre ellos Rusia, China y Turquía.
Pues ahora resulta que el diputado Guaidó se cansó de ser el personaje de ficción cómodo en su papel de “presidente interino” y decidió cambiar radicalmente de imagen montando una elaborada Operación Libertad, cuya fase final incluía violentos enfrentamientos armados contra las fuerzas del gobierno, contando con apoyo de determinadas unidades militares y policiales que se sublevarían, lo que trató de efectivizar con el violento “golpe de Estado” que intentó dar con varios miles de seguidores armados el 30 de abril, mediante enfrentamientos con la fuerza pública y las milicias chavistas que impidieron su intento de acercarse al Palacio de Miraflores, mientras las redes sociales estaban inundadas de falsas noticias que anunciaban la caída del régimen, incluidas las clásicas mentiras de la guerra sucia empleada por el gobierno de EE. UU. a través de sus voceros, Pompeo y Pence, que tuvieron que ser desmentidos por el ministro de Defensa Vladimir Padrino y el propio Maduro.
Que la aventura armamentista en la cual en algún momento Guaidó se sintió triunfante, como para liberar de su arresto domiciliario al líder de la oposición Leopoldo López, con quien se tomó un video en que este llamaba al levantamiento en las calles, terminó finalmente mal para ambos, lo demuestra el hecho de que López haya pedido refugio en la embajada de Chile y España en Caracas, donde también se encuentra como huésped su familia. Guaidó, escondido en algún lugar, sigue pensando que la revuelta militar es la única forma de sacar a Maduro del poder, y seguirá en esta labor mientras haya quien lo financie.
Las aspiraciones de Guaidó
Por Nelly de Jaramillo
Ecuador News
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