Ecuador: ¿Cómo han sido los dos años de gobierno de Lenín Moreno?
RT ACTUALIDAD
Lenín Moreno cumple dos años como presidente de Ecuador. En este tiempo el país ha vivido pocos avances económicos y sociales y los detractores del actual presidente ya piden su destitución del cargo. Otro sector de la sociedad parece estar contento con su gestión presidencial y felicitan la lucha que según ellos ha encabezado contra la corrupción. Desde Quito, en ‘Cartas sobre la Mesa’, Luis Castro habla con sus invitados sobre los dos años de Gobierno de Lenín Moreno en Ecuador.
El presidente Lenín Moreno acaba de cumplir dos años como presidente de Ecuador. Cuando fue investido su popularidad rozaba el 77 %, un año después había bajado al 50 % y ahora algunas encuestas hablan del 25-30 %. En marzo, hace solo dos meses, el país obtuvo el primer desembolso del crédito que el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha concedido al país latinoamericano: 652 millones de dólares.
En estos 24 meses los detractores de Moreno esgrimen los pocos avances económicos y sociales conseguidos, cuando no su retroceso, y alguno piden ya su destitución; por el contrario, sus defensores aplauden la lucha que, según ellos, ha encabezado contra la corrupción.
El asambleísta por la provincia de Azuay y coordinador del movimiento Revolución Ciudadana, Juan Lloret, opina que lo que sucede es que «se está implementando nuevamente un modelo neoliberal cuyo costo social lo pagarán las clases menos privilegiadas».
Con él coincide Marco Aníbal Navas, ingeniero y politólogo, que va aún más lejos y sostiene que la grave crisis que está viviendo Ecuador «ha sido inducida para poder llegar a un acuerdo con el FMI», que lleva aparejado «un proceso de implementación del neoliberalismo tal cual ha sido en Argentina», en lugar de «la continuidad de un proceso» con el que Moreno se presentó a las elecciones.
Por el contrario, en desacuerdo se muestra César Jaramillo, asesor del Consejo Directivo de la Presidencia de Ecuador y director del Distrito Norte de Quito por Alianza País, que atribuye a los ataques y críticas recibidas a través de las redes sociales la bajada de la popularidad del presidente. Además, sostiene que no se le puede atribuir toda la responsabilidad de la mala situación del país, sino que ha sido «un proceso» y opina que «nadie es tan perverso» como para endeudarse con el FMI para después privatizar empresas públicas, como se acusa a Moreno.
Lo que parece claro es que Moreno no ha podido cumplir de momento la mayoría de las promesas electorales que realizó. Según Lloret, ni se han implementado los 250.000 empleos por año comprometidos, ni la construcción de 325.000 nuevas casas: «No ha logrado encontrar un Norte ni darle continuidad a su compromiso dentro de la Presidencia de la República», opina el asambleísta.
Navas relata cómo el presidente «está informando que no tiene dinero para cubrir desayuno escolar, uniformes y básicamente, libros», que ha tenido que reducir «de 558 a 358 dólares el salario de los médicos internos que trabajan 60 horas a la semana» o que ha tenido que aminorar «el presupuesto de las Universidades». «Si usted tiene que cobrar impuestos y no los cobra y hace ese tipo de cuestiones, el problema no es de redes sociales, sino de tener claro que teníamos un modelo y nos fuimos al otro lado», resume el politólogo, que se queja de que el proyecto de redistribución de la riqueza por el que la población votó, no existe.
César Jaramillo no encuentra justa esa crítica porque sostiene que «el Presidente se ha dedicado en este tiempo estrictamente a poner las cosas en orden, a ser transparente con las cosas que tenía que ser trasparente, a gobernar para todas y todos».