Contrato de radares es observado por la EMOV
EL TIEMPO (Azuay) Contrato de radares es observado por la EMOV
El alcalde Pedro Palacios anunció que pedirá a las entidades de control que verifiquen si hubo posible tráfico de influencias o inconsistencias
El alcalde Pedro Palacios anunció que pedirá a las entidades de control que verifiquen si hubo posible tráfico de influencias o inconsistencias. La anterior administración municipal defiende la contratación.
La Contraloría General del Estado ya investiga el contrato generado a través de una alianza pública privada entre la Empresa municipal de Movilidad, Tránsito y Transporte, EMOV, y un consorcio local para la instalación de fotosensores en avenidas de Cuenca, que hasta el momento han recaudado cerca de 3’000.000 de dólares en multas de tránsito por exceso de velocidad.
Las investigaciones fueron solicitadas por la anterior administración, aunque fue el alcalde Pedro Palacios quien ayer hizo público su descontento por las condiciones en las que se dio la alianza, y añadió que pedirá a los organismos de control que verifiquen si hubo un tráfico de influencias.
El control de fotosensores fue firmado en agosto del 2018 y tras siete meses de socialización, esto es en abril de este año, se empezó a cobrar multas por exceso de velocidad en la avenida Ordóñez Lasso, el Hospital del Río, la Panamericana norte y la avenida Gonzáles Suárez.
La instalación de los fotosensores y las actividades conexas, entre ellas la aplicación AppSert de parqueo tarifado, campañas de educación vial y un sistema de multas electrónicas no tiene un costo inicial para la ciudad, pero no son gratis. La empresa cobra el 33 por ciento de las multas, lo que de acuerdo con Palacios representa, desde abril hasta la fecha, unos 900.000 dólares.
La inversión inicial de la empresa está valorada en unos 4´000.000 de dólares y el período de concesión es de ocho años, por lo que el Municipio sostiene que ese “negocio” no necesitó la mano de la empresa privada y la EMOV terminará perdiendo más de lo que recibió.
El exgerente de la EMOV, Adrián Castro, considera que dicha concesión favorece a la ciudad. Asegura que si bien en los primeros meses el cobro de multas es alto, la curva de recaudación irá cayendo conforme los conductores “se eduquen y no excedan la velocidad”. Añadió que la empresa debe asumir, durante esos ocho años, gastos de mantenimiento e Internet, que se deben deducir de su ganancia.
Otro de los temas que el Municipio argumenta es que el gerente del consorcio a cargo de las fotomultas ocupó la gerencia administrativa de tránsito terrestre de la EMOV.
Castro sostiene que el gerente estaba fuera del Municipio cuando se firmó el contrato y luego por méritos propios llegó a la empresa a cargo de la concesión, pero según documentos del portal de compras públicas, las bases para el contrato, en el que se eliminó a dos de tres empresas por incumplir requisitos, se firmó cuando el mencionado funcionario aún formaba parte de la EMOV. Palacios señaló que investigará el tema.
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