El placer de alimentarse
Indudablemente, la gastronomía implica una suerte de cultura y tradición popular de cada pueblo, que suele expresarse a través de los diferentes platos de comida que diariamente debemos consumir. Y por ello esta manifestación cultural y alimenticia es tomada en cuenta en festivales y concursos que se organizan para que cada región, cada provincia, cada nación, se pueda expresar a través de su imaginación para preparar los más diferentes y sabrosos manjares, en donde se incluya también la repostería, es decir, para ir de lo salado al dulce que conmueve a los golosos.
Con motivo de las celebraciones por el Mes del guayaquileñismo, en que recordamos la última fundación del puerto “que manso lame el caudaloso Guayas”, atribuida al conquistador Francisco de Orellana, se llevaron a cabo certámenes en los que participaron los dueños de “huecas”, fondas y salones, quienes ofrecieron al público curioso y hambriento los más diferentes platos típicos, es decir, tan propios de nuestras regiones, algunos de los cuales se han hecho ya indispensables en nuestro diario menú, como son el caldo de bola de verde o el ceviche, tan propios de nuestra costa, y el locro o el llapingacho, que por tener como producto principal de preparación la papa son originarios de la sierra.
Se reveló, pues, en estos certámenes gastronómicos, la pericia y, sobre todo, la imaginación de los chefs populares que no solo se quedaron en la presentación de platos tradicionales sino que ofrecieron a la ciudadanía asistente a los comedores públicos nuevos tipos de manjares, o los mismos de siempre, pero con ciertas innovaciones o esmerada preparación.
Por supuesto, como la nación ecuatoriana es una sola y la migración interna lleva a intercambiar tradiciones gastronómicas, pues nos hemos acostumbrados a consumir, tanto serranos como costeños y orientales, el seco de chivo, cerdo o gallina y las fritadas que se ofrecen en todas las latitudes de la patria.
Los concursos de huecas, como los que se realizaron con todo éxito en estas fiestas julianas sirvieron, además, para ratificar el sentimiento de unidad nacional a través del gusto y los sabores, con platos que son símbolo de una alimentación sana y placentera.
El placer de alimentarse
Por Fernando Cazón Vera
Ecuador News
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