Economía y solio presidencial desbocado
El contundente apoyo electoral en las elecciones primaras al binomio Fernández – Fernández y su distancia de más de 16 puntos sobre la fórmula encabezada por el presidente Macri trajeron múltiples mensajes.
La carrera hacia la Casa Rosada en las elecciones de octubre –la perspectiva de una segunda vuelta– y la conformación del nuevo Gobierno desde el 10 de diciembre repentizan los vértigos de una sociedad que vive siempre con el temor oculto de factores económicos nerviosos.
Con graves problemas sociales no resueltos y decenas de causas acumuladas por altos cargos del régimen de Cristina Fernández por una de las puestas en escena que más han devastado la credibilidad del poder, todo parece relativizarse ante el discurso de quienes saben vender bien el clientelismo, las políticas de subsidios y el caudal de ofertas populares antes que las claves para atacar las razones de fondo.
Los críticos de Macri, desde la ortodoxia liberal, le reprochan por no haber hecho un ajuste a tope. Las medidas a medias, dicen, sacrificaron el proyecto y pueden volver a sentar en el solio al peronismo del siglo XXI y las alianzas de todas sus facciones.
Macri se hizo cargo de una rémora en los servicios básicos que una década kirchnerista jamás asumió y tampoco hizo un ajuste doro que acaso hubiese terminado de golpear a las capas más desprotegidas de la población.
La carrera de precios siguió adelante y la inflación del Gobierno de Cristina no se logró revertir. Siempre el dólar sacude la economía. El viernes se superó los 63 pesos por dólar.
El fantasma del corralito todavía cabalga por la City porteña. Ricos, pobres y clase media están aterrados. Macri podría optar por el shock y volcar al mercado varios miles de millones de dólares para capear el temporal. La vuelta del populismo puede ser peor que la receta liberal a medias. En el Derby de Palermo corren paralelos la política y la economía.
Economía y solio presidencial desbocado
Por Gonzalo Ruiz Álvarez
Columnista Invitado
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