Protestas agua contaminada…
Agua Contaminada… Preocupación y Protestas
NEWARK, NUEVA JERSEY
Aparentemente, Ras Jua Baraka, Alcalde de la Ciudad de Newark en el Estado Jardín cayó en negación acerca de la insalubridad del agua potable. Hace más de diez años 40,000 residentes reciben agua contaminada con plomo y otros posibles elementos tóxicos en sus hogares.
No hay duda tomaron agua con plomo y pudo perjudicar la salud de cientos de miles en un década. Es posible, que muchos murieron a causa de beber agua envenenada.
Baraka llegó a la alcaldía por primera vez en 2012 cuando ganó abrumadoramente las elecciones.
Su campaña basada en mejoras y derechos de los residentes de Newark tuvo una exitosa acogida entre los electores. No fue para menos, Baraka, es hijo del fenecido activista y poeta internacional Amiri Baraka. Quien fue galardonado con el premio “Poeta Laureado de Nueva Jersey”.
El Honorable Alcalde Baraka estuvo muy activo en luchas comunales desde su juventud, junto a su padre. Fue maestro y director escolar en el Distrito de Newark. Se inició en la política ganando las elecciones de Concejal en mayo, 2010. Protestó contra las marañas del entonces alcalde Cory Booker.
En 2014, Baraka, gana las elecciones para alcalde. Aunque sus posturas han permanecido ‘cuasi iguales’, en este término de su administración ha tenido varios retrocesos de esos principios de activista. Tal es el caso de la contaminación del agua potable de la ciudad donde están directamente afectados los residentes que él tanto defendía.
RAS BARAKA DE ACTIVISTA A POLÍTICO
Definitivamente, el alcalde Baraka ha logrado mejoras en la ciudad desde su comienzo político. La criminalidad ha bajado como resultado de superaciones en el Departamento de Seguridad. El departamento policiaco está mejor equipado, y los policías responden más rápido que en administraciones pasadas. Pero las grandes compañías han sido los mayores ganadores apoderándose de oficinas, edificios y comercios.
Se ven numerosos negocios nuevos en el “downtown” y cuantiosos edificios modernos alrededor del centro comercial. Y aunque, Baraka exhorta a los ejecutivos que contraten gente del patio, ese provenir para los residentes está aún por verse.
No obstante, ese progreso y modernización no es palpable en el Sur ni en el Oeste de la ciudad. Allí abunda la pobreza y los marginados. En el Norte de Newark donde residen hispanos en mayoría las calles están desbaratadas y se ve la miseria. La parte más prominente de la ciudad es el Este donde en mayoría son europeos y anglosajones.
Como activista Baraka fue un feroz combatiente contra la intervención del Estado en el sistema de educación pública.
El sistema estuvo bajo administración estatal desde 1995. Después de 22 años sin lograr grandes reformas ni mejoras en áreas adquisitivas académicas el distrito pasó a control local en 2017. En 2018, Baraka, apadrinó los tres candidatos que ganaron las elecciones de la Junta de Educación (JE). Su ambición de nominar miembros en un sistema con un presupuesto de $1,094,379,281 agranda su ejército de seguidores para otras ambiciones políticas. En la JE existen muchas plazas de salarios jugosos.
En octubre, 2018 la administración distribuyó miles de filtros de grifos a residentes donde se detectó contaminación de agua. A consecuencia de resultados de pruebas de un estudio que mostraron la corrosión de un sistema arcaico e inefectivo. Los estudios recomendaron reparación del sistema de agua.
El año pasado el alcalde Baraka manifestó que, “Newark no es Flint”. Refiriéndose al agua tóxica de la Ciudad de Flint en Michigan (2015).
El agua, para consumo humano, no debe tener residuos de plomo, bacterias, ni ningún otro agente nocivo. En Flint se encontró que los niveles de plomo y otras sustancias tóxicas envenenaban los residentes.
La Pediatra, Dra. Mona HannaAttisha, descubrió que la incidencia de plomo en la sangre de los niños de Flint se había duplicado desde 2014 a 2015. Más de 9,000 niños se intoxicaron con agua contaminada con plomo.
Para ahorrar dinero, el suministro de agua de acueductos en Flint se cambió por agua de río. Por tal motivo, el nivel de plomo en el agua era altísimo. No fue el único problema. Este horrendo cambio causó un brote de pulmonía severa que mató a 12 personas y enfermó a otras 87.
Adicionalmente, se encontraron bacterias fecales en el agua debido a que la administración de la ciudad no higienizaba el agua. Para empeorar la situación, no medían la cantidad de cloro necesaria para desinfectar el agua ni usaban medidas necesarias. Echaban niveles elevados de cloro, sin otros químicos, lo cual elevó la incidencia de cáncer en la ciudad.
En Newark, es cierto la situación no es tan desastrosa como en Flint, pero sí hay semejanzas. Hubo protestas, hubo contaminación, hubo gente que enfermó y murió a consecuencia de agua contaminada. Al igual que en Flint, en Newark los residentes han organizado protestas para que el gobierno local de Baraka mejore el sistema de agua potable.
Como activista, Baraka, combatió con protestas en las calles de Newark para mejorar los servicios básicos de salud de los residentes. En 2015, un año después de llegar a la alcaldía, el Acueducto de Pequannock que provee agua a Newark, el 12% de 25 muestras pasó límites Federales. Los niveles de plomo no deben pasar del 15% dentro del 10% de todo el sistema de abastecimiento de agua.
En 2016, 30 escuelas públicas eliminaron 400 fuentes de agua por niveles altos de plomo. En 2017, el Estado exigió a Newark que obtenga muestras de agua a 100 residencias cada seis meses.
En 2017, un inventario descubre que 18,465 cañerías contienen soldadura con plomo. Algunos tubos de hierro que suplen agua tienen 139 años. Fueron puestos en 1880. En Flint, detectaron el nivel alto de plomo en 2014, en Newark ya lo habían detectado en 2010.
Los medios noticiosos publican el problema y los residentes se quejaron, pero el alcalde Baraka ignoró la raíz del problema. A causa de la incontrolable condición, riesgo público, y manifestaciones públicas en octubre 2018, la ciudad comienza a distribuir filtros de agua.
En noviembre, 2018 en conferencia de prensa el alcalde Baraka dice, “Eso es una mierda que yo engañé a los residentes de Newark.”
La ciudad de Newark ha distribuido más de 40,000 filtros para grifos y miles de cajas de agua para los residentes.
El gesto es bueno pero, hasta cuándo y cuántas botellas de agua podrá la ciudad distribuir. Definitivamente, existe un problema innegable: el agua potable está contaminada. De acuerdo a fuentes noticiosas, la ciudad hará un préstamo de $120 millones al Condado Essex para reemplazar 18,000 cañerías. Se tardarán 3 años en arreglar los tubos podridos que llevan agua a hogares, escuelas y comercios.
Es irónico que el alcalde Ras Jau Baraka, quien una vez defendía los intereses de los residentes de Newark, hoy acusa al Consejo de Defensa de Recursos Naturales (NRDC).
La NRDC es una organización activista comunitaria, que defiende a los residentes de Newark en Corte Federal contra la negligencia de la Administración de la Ciudad.
Fue la NRDC quien defendió en corte a los residentes contra la Ciudad de Flint por suplir agua contaminada.
Por Juan Negrón Ocasio
Reportaje Especial para Ecuador News
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