Caída de Bolton, más preguntas que respuestas
Caída de Bolton, más preguntas que respuestas
Cualquiera comprende que la política típica de un gángster se da sólo en gobiernos oligárquicos, o sea, cuando el poder del Estado se concentra en muy pocas personas, generalmente, de la misma clase social, cuya influencia en lo económico y político incide sobre toda la sociedad. Si este fenómeno se intenta imponer a nivel mundial, entonces hay que buscarle un nombre a este sistema, que caracteriza el momento que en la actualidad vivimos.
Un ejemplo es el TIAR, tratado que compromete a los países de Ámerica a asistirse recíprocamente en el caso de amenazas que provengan de países externos a este continente, pero que no fue aplicado cuando Estados Unidos apoyó a Gran Bretaña durante su conflicto con Argentina por las Islas Malvinas. Realmente es una especie de adéndum a la doctrina Monroe, que garantiza la hegemonía de EEUU en toda América y que ahora se pretende aplicar contra Venezuela.
El expresidente Chávez cuestionó la legitimidad de ese tratado, porque muchas veces se aplicó para “convalidar invasiones, agresiones, masacres y derrocamientos de gobiernos democráticos en el continente.” Venezuela en el 2013 abandonó el TIAR, cuando el Presidente Chávez alegó que podría ser utilizado para una intervención en su territorio. “Se trata de un mecanismo subregional que ha perdido mucha legitimidad con el tiempo. Ha perdido credibilidad entre los pueblos, los países y los gobiernos y algunos ya se están pronunciando en contra de esta violación del derecho internacional por parte de la OEA, que responde a quién le paga, en este caso, el imperialismo norteamericano”, sostuvo Chávez.
Pese a ello, la OEA resolvió aplicar ese tratado a Venezuela, decisión que este país calificó de “írrita y nula.” Por su parte, Rodolfo Nin Novoa, Canciller de Uruguay, afirmó que los 12 países que en la OEA votaron por esa resolución “intentan darle legitimidad a una intervención armada que echa por tierra los esfuerzos realizados por la OEA desde hace 70 años para que los conflictos entre los países de la región se resuelvan por la vía pacífica.” Recordó que quienes votaron por dicha resolución rechazaron la enmienda, propuesta por Costa Rica, que excluía de forma expresa el uso de la fuerza. “La única lectura posible de este rechazo es que (en Venezuela) lo que pretenden es, justamente, utilizar la fuerza.” Nin Novoa reiteró que el uso de la fuerza está expresamente prohibida por la Carta de la OEA y también por la ONU. “Uruguay se negó a apoyar esta convocatoria que muestra un claro intento, nuevamente, de manejar políticamente instrumentos jurídicos internacionales en pos de intereses cuya única meta es el derrocamiento de un Gobierno, no importa lo legítimo del procedimiento que se utilice.”
La resurrección del TIAR se dio horas después de que el Presidente Trump despidiera a John Bolton, su Asesor para Seguridad. ¿Coincidencia? ¡No! Tal vez, las cosas se dieron por la ley de la inercia, pues eso era lo que impulsaba Bolton, uno de los mayores exponentes de la doctrina de intervenir contra cualquier gobierno que tenga una política soberana respecto a EEUU. Para el Gobierno de Maduro, su caída es síntoma de que sus actos contra Venezuela “se han estrellado una y otra vez… Han implementado cualquier cantidad de doctrinas militares y no han tenido éxito.”
Bolton es uno de los críticos más feroces del presidente venezolano, Nicolás Maduro, al que intentó destituir mediante un golpe de Estado. Es también mentor de la retirada estadounidense del PAIC, el acuerdo nuclear con Irán, lo que causó conflictos a EEUU con los demás signatarios de este pacto. Desde entonces, Washington ha empleado una política de “máxima presión” hacia Irán, al que trata de ahogar con sanciones. Pese a que Trump busca mejorar las relaciones diplomáticas con Corea del Norte, Bolton estuvo detrás del fracaso de la reunión cumbre en Hanói de febrero de 2019, en la que Trump esperaba alcanzar acuerdos definitivos sobre la eliminación de las armas nucleares en la península de Corea. Bolton estuvo en contra y logró la cancelación del Tratado de Eliminación de Misiles de Corto y Medio Alcance entre Estados Unidos y Rusia, para lo cual alegó supuestas violaciones rusas.
¿Qué esperar luego de la salida de Bolton? Nada peor, aunque tampoco nada bueno, porque la desgracia de EEUU es que tiene una elevada ciencia y una tecnología de envidia, pero también, a todo nivel, una dirección política indigna hasta para un intocable. Y cualquiera se pregunta: ¿De dónde sacan tanto energúmeno tipo Bolton? Parecería que de algún muladar apocalíptico. Y no se exagera, su título de halcón es más que merecido, pues, de ser por él, hubiera declarado al mismo tiempo la guerra a Venezuela, Cuba, Nicaragua, Irán y Corea del Norte, y representa un extremismo que muy rara vez coincidía con el de Trump.
Las diferencias entre Trump y Bolton se hicieron patentes después de la visita del presidente estadounidense a Japón, cuando Trump contradijo la posición del exasesor sobre Irán. Trump explicó: “No estamos buscando un cambio de régimen, sino la ausencia de armas nucleares.” Asimismo, subrayó que Bolton “no hizo una buena declaración” sobre Corea del Norte cuando habló sobre aplicar el “modelo libio” al líder de Corea del Norte, Kim Jong Un. “Solo hay que echar un vistazo a lo que le sucedió a Gaddafi. Esa no fue una buena declaración. Y eso nos hizo retroceder.” Pionyang tildó a Bolton de ser un “producto humano defectuoso.”
Además, Trump lo calificó de ser un “tipo tan duro, que nos metió en Irak. Eso es duro.” Señaló también que Bolton “cometió algunos errores muy grandes… No estaba de acuerdo con su actitud en lo que se refiere a Venezuela.” Bolton abogó en numerosas ocasiones por el “cambio de régimen” en ese país y la salida del poder del Presidente Nicolás Maduro.
Sin embargo, y como para aplacar las iras del senador Marco Rubio, republicano de ultra derecha, el Presidente Trump escribió que sus puntos de vista “sobre Venezuela y especialmente Cuba eran mucho más fuertes” que los de John Bolton. “¡Me estaba conteniendo!” Esto afirmó un día después de que dijera que su actitud difería de la de Bolton en lo que se refiere al gobierno de Maduro: “Creo que se pasó de la raya y demostré estar en lo cierto, pero siempre vigilamos a Venezuela muy de cerca.”
El exsenador Ron Paul, un político republicano muy valioso, ha comentado a RT que el despido de Bolton le va a dar al Presidente Trump la oportunidad de mover la política exterior en una dirección más pacífica, pues Bolton “ha puesto palos en las ruedas en las políticas de Donald Trump de tratar de alejarse de algunos conflictos en el mundo.” Comentó sobre las negociaciones con Afganistán y las conversaciones con Corea del Norte e Irán, obstaculizadas por la agresividad de Bolton: “Cada vez que pienso que Trump está progresando, Bolton se mete y lo arruina.” Paul señaló también que esta nueva situación podría ayudar a Trump a cumplir sus promesas de campaña de poner fin a las guerras, que tanto apoyo tuvo. “Nosotros, aquellos a los que nos gustaría menos intervención, estamos muy contentos con esto.” Sin embargo, admitió que es poco seguro que la partida de Bolton cambie significativamente la línea política de la Casa Blanca, y esto, lastimosamente, es lo más probable.
¿Por qué? Pues porque nadie sabe quién manda en EEUU, y no importa a quién elijan presidente, el Complejo Militar Industrial, la FED, el AIPAC, la gran banca, los grandes monopolios y la gran prensa son los que, en último término, deciden. Decir que Trump es el hombre más poderoso del mundo es un cliché equivalente a decir que Madona es la más grande artista de la historia.
Lo que no se sabe es si esto lo sabía Trump cuando llamaba cloaca a toda la clase política de Washington y si algún día lo llegará a saber. Rodolfo Bueno
Caída de Bolton, más preguntas que respuestas
Por Rodolfo Bueno,
Corresponsal de Ecuador News en Quito
www.ecuadornews.com.ec