La dulcamara alivia
La dulcamara alivia dolencias de miles de niños y adultos
La microempresa Dulcamare cuenta con más de 60 ítems de productos naturales
Miles de personas prefieren utilizar productos naturales en lugar de los fármacos recetados por los doctores, uno de ellos son los elaborados a base de dulcamara, la planta que cura hasta el cáncer, según testimonios de pacientes que superaron este mal.
Emprendimiento medicinal 100% ecuatoriano
En Ecuador, la microempresa Dulcamare cuenta con más de 60 ítems de productos naturales como cápsulas, jaleas, jarabes, geles, cosméticos y diversos extractos a base de la dulcamara y otras plantas medicinales. Se distribuye en el país, pero también traspasa fronteras, llegando a más de 30 países, entre ellos Colombia, Perú, México, Estados Unidos, Holanda y España.
Para Sídney Arcentales, propietario de la microempresa, cuyo vivero y laboratorio está ubicado en el cantón Durán, lo que destaca de sus productos es que ayudan a aliviar los dolores de las personas.
“La gente se ha curado del cáncer de seno, tiroides, tumores cerebrales, cáncer a los huesos. Sana a los niños, mejora sus condiciones, derrames, parálisis cerebral infantil, tienen una nueva oportunidad de vida”, afirmó Arcentales, quien resaltó que todas las semanas tienen decenas de testimonios que sus clientes publican en el Facebook ‘Testimonios de Dulcamare’.
En Quito y Guayaquil hay oficinas de Dulcamare
En Quito tiene un local de Dulcamare y en Guayaquil seis, siendo el principal el ubicado junto a la iglesia de San Francisco en Vélez y Chile. En Durán, a más del vivero de 4.000 metros cuadrados, funciona el laboratorio que siempre está elaborando nuevos productos.
Arcentales cada semana visita distintos cantones del país, donde los clientes piden que acuda para que los atienda personalmente. Asimismo, se desplaza a otros países llevando los productos. La semana pasada estuvo en México y Perú.
Los principales promotores de la microempresa son los pacientes, quienes de manera personalizada o por redes sociales comparten su experiencia con el tratamiento.
El microempresario destina el 33% de su producción para curar las enfermedades de las personas con escasos recursos, principalmente a niños con capacidades especiales, autismo, leucemia, microcefalia, entre otros.