Religión e Hipocresía al Desnudo
Religión e Hipocresía al Desnudo
Existimos muchos «machos y hembras» sobre el planeta tierra que hemos engendrado seres humanos, pero supuestamente no nos hemos enterado de haber dejado embarazada a una mujer porque pensamos equivocadamente que ella debería cuidarse o porque nos importa un pepino tal situación. Desde otro punto de vista, si la relación fue consensuada por la pareja, sin usar un condón se sobreentendería que la responsabilidad es de mutuo acuerdo, en caso de que ella se embarace, aunque ambos sean «amantes».
Lamentablemente, hay factores sociales, religiosos, políticos, económicos y hasta geográficos por los cuales tal embarazo debería permanecer oculto a la opinión pública para no dañar la imagen inmaculada de la pareja, especialmente del «hombre», quien teme que su esposa se decepcione de el por su infidelidad o falta de lealtad y/o pierda los bienes materiales que pudieren haber multiplicado en su matrimonio de tantos años (10,20,30, etc.), puesto que parece no haber una definición concreta entre lealtad e infidelidad. Nada es eterno ni para «toda la vida», excepto el amor puro de quien nos parió.
La verdad es que todos somos vulnerables ante la desnudez femenina, aunque seamos académicamente bien preparados, pues los instintos prevalecen a la razón, detalle que también podría incluirse en el sexto sentido femenino. Afortunadamente, quienes tuvimos una orientación de los abuelos, basados en sus principios de experiencia, cultura y sentido común, asimilamos desde niños el respeto a nuestras propias hermanas y familia.
Circunstancia que nos favorece para confirmar nuestra autoestima y evitar que las raíces de nuestro árbol se tuerzan al crecer
Sin embargo, «La mata da de todo»: flores, espinas y alimañas. Vagan por los caminos animales hambrientos parecidos a hienas salvajes que ríen con la sangre de sus víctimas en sus fauces; sin percatarse que sean niños o viejos.
Así parecen los violadores disfrazados de curas cubiertos con la sotana y con aparente auspicio de una religión que los convierte en los hipócritas mas desalmados de la humanidad. Esta ignominia salpica como lodo hediondo a políticos del llamado «Congreso» del Ecuador al no permitir a las mujeres que han sido violadas sexualmente hacer uso de su derecho al aborto.
El crecer como seres humanos, es un don de la naturaleza; crecimiento que implica ser más comprensivos para tirar al tarro de basura los prejuicios aberrantes que nos vuelven enanos, ciegos y torpes ante la realidad de la vida. Si una mujer engendra en su vientre una criatura, es con su consentimiento y libre albedrio porque sabe y conoce a su pareja; pero si es violada sexualmente por algún animal «racional» , no existe una gota de amor ni sentimiento positivo, sino más bien asco e impotencia.
Reflexionemos con más responsabilidad como hombres y seres humanos, pues creo que ese niño reprochado en un vientre materno por violación, agradecería no ver la luz del sol ni las miradas de los hipócritas llamados religiosos, reyes, políticos o lo que fueren en el mundo.
Religión e Hipocresía al Desnudo
Por Luis Lobato
Desde Nueva Jersey para Ecuador News
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