Nadie sabe para quién trabaja
Nadie sabe para quién trabaja
La Cámara de Representantes de EEUU inició este 24 de septiembre un impeachment contra el Presidente Donald Trump, por presionar, en la conversación telefónica del 25 de julio, al Presidente de Ucrania Vladímir Zelenski, para que investigue, con la finalidad de empañar la imagen de Joe Biden, precandidato presidencial por el partido demócrata, padre de Hunter Biden, que trabajaba para la mayor empresa de gas ucraniana, Burisma Group.
Nancy Pelosi, Presidente de la Cámara de Representantes del Congreso de EEUU, acusó a Donald Trump de “traición a la seguridad nacional y traición a la integridad de nuestras elecciones”; posteriormente declaró que detrás del incidente está Rusia, que lo había tramado todo. “Me parece que es un caso claro de paranoia”, expresó Serguei Lavrov luego de intervenir en la 74 Asamblea General de la ONU.
Por su parte, tres comités de la Cámara de Representantes estadounidense instaron a Mike Pompeo, Secretario de Estado, a entregar documentos relacionados con el caso. “Los comités están investigando hasta qué punto el Presidente Trump puso en peligro la seguridad nacional al presionar a Ucrania para que interfiera en nuestras elecciones del 2020”, escriben en carta dirigida a Pompeo; añaden que también investigan la retención de la asistencia financiera proporcionada a Kiev por el Congreso de EEUU.
En mayo del 2014, Hunter Biden se incorporó a la junta directiva de Burisma Group, a pocas semanas de que su padre, entonces Vicepresidente durante la administración Obama, realizara una visita oficial a Ucrania. Víctor Shokin, en ese entonces Procurador General de ese país, investigaba por corrupción a Burisma Group e indicó tener pruebas de que la directiva de esa compañía y el hijo de Biden realizaban maquinaciones corruptas y que le despidieron en el 2016 por no abandonar esa investigación. Como resultado de esta destitución fueron cerrados todos los procesos judiciales contra Burisma Group y Hunter Biden continuó como si nada con sus artimañas. En el 2018, Joe Biden se jactó públicamente haber amenazado a Kiev con congelar la entrega de un crédito por mil millones de dólares del FMI si Shokin no abandonaba el cargo y el mismo Shokin confirmó que Biden exigió al entonces presidente ucraniano, Petró Poroshenko, que le destituyera.
Algunos medios de información de EEUU sostienen que cuando Trump habló con Zelenski, le presionó para que reabriera la investigación por corrupción que involucra a Hunter Biden, al mismo tiempo, ordenó congelar unos 400 millones de dólares de ayuda a Ucrania. Esta conversación resultó ser clave para que la Cámara de Representantes de EEUU inicie el juicio político contra el Presidente Donald Trump.
Para el éxito del impeachment, la carta fuerte es el informante de la conversación que mantuvieron los presidentes Trump y Zelenksi, quien admite no ser testigo directo de la mayoría de los hechos descritos por él. “Sin embargo, descubrí que las versiones de mis colegas eran creíbles porque, en casi todos los casos, varios funcionarios tuvieron patrones en sus relatos que fueron consistentes entre sí. Además, se hizo pública variada información relacionada con esas versiones privadas… Oficiales de alto rango de la Casa Blanca intervinieron para ‘cerrar bajo llave’ todos los registros de la llamada telefónica, en especial la transcripción oficial palabra por palabra”. Finalmente, manifestó estar “profundamente preocupado” de que las acciones del jefe de Estado constituyan “un serio o flagrante problema, abuso o violación de la ley”, y acusa a Trump de solicitar a Vladímir Zelenski, “interferencia de un país extranjero en las elecciones estadounidenses del 2020”.
A su vez, el director interino de Inteligencia Nacional de Estados Unidos, Joseph Maguire, señaló ante el Congreso: “He concluido que la queja reportada es un asunto urgente que parece creíble” y en una comparecencia ante la comisión investigativa de la Cámara Baja expresó su apoyo al informante, cuya identidad protege. Habla de alguien que espía al presidente de EEUU y revela secretos de Estado, lo que debería ser un delito mayor; cuando Snowden y Assange hicieron prácticamente lo mismo, actuaron al revés y hasta ahora los persiguen con saña. Es todo un contrasentido.
Por su parte, Trump se refirió a las acusaciones: “La denuncia del informante es completamente diferente y contradice a mi conversación real con el nuevo presidente de Ucrania. El llamado informante no sabía prácticamente nada. ¿Un denunciante con información de segunda mano? ¡Otra historia de noticias falsas! ¿Impeachment por eso cuándo lo que hubo fue una conversación telefónica maravillosa? ¿Saben que esa fue la segunda conversación? No puedo creer que no lo hayan hecho… Creo que deberían pedir la primera conversación también”, se burló con sarcasmo. “¡Otra caza de brujas! Vean lo que se dijo en la muy agradable llamada, en la que no hubo presión”, y autorizó publicar la transcripción íntegra de su charla telefónica.
Trump dice, textualmente: “En la actualidad se habla mucho del hijo de Biden, sobre que Biden detuvo la investigación, y mucha gente quisiera saber qué pasó. Por eso, sería magnífico si usted con vuestro procurador pudieran ayudar en algo. Biden anduvo presumiendo de que él paró la investigación, por eso yo le pido a usted comprobar eso. A mí esto me suena horrible”.
Le contesta Zelenski: “Precisamente, quería hablarle a usted sobre el procurador. Yo estoy al tanto de la situación. Como nosotros obtuvimos mayoría absoluta en el Parlamento, el próximo procurador, mi candidato, va a ser hombre en un 100% de mi confianza. Él o ella harán la investigación de esta situación, especialmente de esa compañía, la que usted mencionó. El meollo de este asunto consiste en restablecer la honradez, de manera que nosotros vamos a ocuparnos de este asunto. Además me gustaría pedirle cortésmente si usted tiene cualquier información adicional que nos pudiera proporcionar, eso sería muy importante para la investigación”.
Trump le responde: “Le pediré a mi abogado Rudy Giuliani y al Fiscal General estadounidense, William Barr, que le llamen a usted y nosotros vamos a resolverlo todo. Estoy seguro de que usted lo resolverá. Escuché que con el Procurador actuaron incorrectamente y que él era una gran persona, de manera que le pronostico a usted éxito en todo”.
Los demócratas argumentan que Trump presionó a Zelenski para que reabriera una investigación sobre los negocios de Hunter Biden en Ucrania; sin embargo, es evidente que, aunque se refiera repetidamente al caso Biden, Trump no presiona a su homólogo ucraniano. Es más, Trump escribe en su cuenta personal de Twitter: “El presidente de Ucrania dijo que no se sintió presionado por mí para hacer algo malo. No puedo tener un mejor testimonio que eso”.
María Zajárova, Portavoz de la Cancillería rusa, escribe en su cuenta de Facebook: “Leí la transcripción de la conversación de Trump con Zelenski, a causa de la cual la Presidente de la Cámara de Representantes del Congreso de EEUU, Nancy Pelosi, decidió lanzar el procedimiento de impeachment contra su presidente… Parecería que el trabajo de los demócratas consiste en hacer ridículo a su país a nivel global… Que publiquen transcripciones con conversaciones con sus socios en la OTAN… Además mucha importancia representa la publicación de intervenciones en sesiones cerradas de la CIA, el FBI y el Pentágono”, ironizó.
Es que toda esta mojiganga deja mal parado a Estados Unidos. ¿Qué otro jefe de Estado se atreverá a hablar con entera libertad con un mandatario estadounidense si los diálogos entre los jefes de Estado, que son reservados o secretos, son convertidos en un coloquio formal, sujeto a discusión pública? En este caso, la publicación se hizo con el mutuo consentimiento de las partes, que nadie puede garantizar a futuro.
Ahora bien, para destituir a un presidente se requiere de las tres cuartes partes de los votos del Senado, lo que implica que es poco factible la destitución de Trump, porque tiene mayoría en el Senado. Entonces, no está claro por qué los demócratas han comenzado una batalla en la que tienen todas las probabilidades de perder. Los mal pensados, siguiendo el decir de Maquiavelo de que para acertar hay que pensar mal, podrían pensar de que la alta cúpula del Partido Demócrata de Estados Unidos trabaja para la reelección de Trump, y los bien pensados, que actúan por desesperación, pues su candidato, Biden, se desinfla en las encuestas y no quieren apoyar a los otros candidatos, Sanders, Warren… que son progresistas. Por eso, se juegan el todo por el todo en una opción que a lo mejor aciertan de chiripas. Lastimosamente, están al borde de quedar como alguaciles alguacilados.
Nadie sabe para quién trabaja
Por Rodolfo Bueno
Corresponsal de Ecuador News en Quito
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