Se pide prudencia a Trump
Presidente Trump, es de prudentes meditar antes de actuar
El mundo preocupado por la posibilidad de venganza de iraníes
Cerca del aeropuerto de Bagdad, y al segundo día de iniciado el 2020, fue asesinado mediante un ataque de misiles el General Qasem Soleimani, jefe de la Fuerza Quds y de los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria de Irán, división élite que se dedica a inteligencia militar y a operaciones especiales fuera de Irán. Gracias a sus méritos en la lucha contra el Estado Islámico, Qasem Soleimani era considerado la segunda persona más poderosa de Irán y gozaba de gran popularidad en su país y otros países del Medio Oriente.
Como consecuencia del atentado, fallecieron también cuatro oficiales de Irán y otros altos oficiales de las Unidades de Movilización Popular, coalición paramilitar iraquí, que juega un papel importante en la lucha contra el Estado Islámico en Irak.
El Departamento de Defensa de EEUU declaró que el objetivo del atentado fue proteger a los ciudadanos de su país y sus intereses en cualquier parte del mundo. El comunicado responsabiliza a Soleimani y a la Fuerza Quds de la muerte de cientos de estadounidenses, de haber orquestado en los últimos meses agresiones mortales a las bases de la coalición en Irak, de haber aprobado los ataques contra la Embajada de EEUU en Bagdad y de desarrollar planes para agredir a diplomáticos y miembros del servicio estadounidenses en Irak y en toda la región.
Escribe: “Bajo la dirección del presidente, el Ejército de EEUU ha tomado medidas defensivas decisivas para proteger al personal de EEUU en el extranjero, matando a Qasem Soleimani, jefe de la Fuerza Quds de la Guardia Revolucionaria iraní, designada por Estados Unidos como organización terrorista extranjera”.
Robert O’Brien, asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, aseguró que Soleimani había arribado desde Damasco a Bagdad, donde planificaba ataques contra militares y diplomáticos estadounidenses, pero se negó a revelar detalles de estos planes, argumentando que se trata de información “extremadamente secreta”.
Afirmó que el atentado contra Soleimani estaba legalmente autorizado, advirtió que cualquier represalia por parte de Irán “sería una muy mala decisión” y expresó la esperanza de que EEUU mantenga buenas relaciones con Irak. El Presidente Trump sostuvo que su país “toma medidas para frenar una guerra, no para comenzar una… Tengo un profundo respeto por el pueblo iraní, EEUU no busca un cambio de régimen, sino de evitar un conflicto armado”. Señaló también que Soleimani “debería haber sido eliminado hace muchos años…
Que esto sirva como advertencia de que si Irán ataca a estadounidenses o propiedades de EEUU, hemos puesto en la mira 52 sitios iraníes, algunos de muy alto nivel e importantes para Irán y la cultura iraní, y esos blancos, y el propio Irán, serán golpeados muy rápido y muy fuertemente. ¡EEUU no quiere más amenazas!”
Sin embargo, el mismo Trump había pronosticado poco antes de la reelección de Obama: “Ahora que los números de las encuestas sobre Obama están en picada, estén atentos a que lance un ataque en Libia o Irán. Está desesperado… Parece que para ser elegido tendrá que comenzar una guerra o un conflicto importante”, por lo que hoy se le acusa de haber ordenado el ataque con el mismo fin. Irán ve todo con otra óptica:
El asesinato de Qasem Soleimani es un ejemplo de terrorismo de Estado equivalente a una declaración de guerra, Irán no puede cerrar los ojos ni permanecer en silencio ante lo sucedió y se reserva el derecho de legítima defensa que contempla la jurisprudencia internacional. ¿Qué se espera de Irán? La respuesta a una acción militar es otra acción militar. ¿Cuándo y dónde?
En el momento más oportuno. El líder supremo de la República Islámica, Alí Jameneí, decretó tres días de duelo nacional y dijo que a los asesinos del comandante Qasem Soleimani les espera una dura venganza. “Todos los enemigos deben saber que la resistencia continuará con una doble motivación y que una victoria definitiva espera a los combatientes en la guerra santa”.
Adel Abdul Mahdi, jefe del Gobierno de transición de Irak, condenó enérgicamente el asesinato de Soleimani: “Este ataque provocará una guerra devastadora en Irak, la región y el mundo… Operaciones de este tipo son una grave violación de la soberanía de Irak y de las condiciones para la presencia de tropas estadounidenses en Irak, cuyo papel se limita sólo al entrenamiento de las fuerzas iraquíes y la lucha contra el Estado Islámico”.
En pocas palabras, ¡lárguense de mi país, que no los ha invitado! El Parlamento de Irak resolvió este 5 de enero poner fin a la presencia de tropas extranjeras en su territorio, entre ellas los militares de la coalición liderada por EEUU, pues “resulta inaceptable el uso del territorio de Irak para atacar a terceros países”, lo que equivale a ir por lana y salir trasquilado. Rusia expresó al pueblo iraní sus sinceras condolencias por la muerte de Soleimani, considera que se trata de un paso aventurero que conducirá a un aumento de tensiones en todo el Oriente Medio y que, luego de este ataque, el mundo se enfrenta a “una nueva realidad”, pues este asesinato representa “la eliminación de un representante del Gobierno de un Estado soberano, efectuado sin una correlación con alguna base jurídica”.
Serguéi Lavrov, Ministro de Exteriores de Rusia, expresó a su homólogo Mike Pompeo, que este asesinato viola flagrantemente las normas del derecho internacional e instó a EEUU a renunciar a los “métodos de fuerza ilegales y resolver cualquier problema en la mesa de negociaciones”.
Pekín “sigue de cerca el agravamiento de las contradicciones entre EEUU e Irán y se opone al abuso de la fuerza militar en las relaciones internacionales”, declaró el Ministro de Relaciones Exteriores de China Wang Yi a Serguéi Lavrov y enfatizó que “las aventuras militares son inaceptables”.
Nancy Pelosi, Presidente de la Cámara de Representantes de EEUU, considera que el ataque en Irak, que calificó de acción “provocadora y desproporcionada”, se llevó a cabo sin consultar al Congreso. Joe Biden, actual precandidato a la presidencia de EEUU, opina que Trump “acaba de arrojar un cartucho de dinamita a un polvorín”.
La actriz Rose McGowan escribió: “Estimado Irán, EEUU le ha faltado el respeto a su país, a su bandera, a su gente. El 52% de nosotros nos disculpamos humildemente. Somos rehenes de un régimen terrorista. Por favor, no nos maten”.
Antes de actuar, Trump debió meditar sobre el reciente pasado iraní. La CIA, con ayuda británica, el 19 de agosto de 1953 da el golpe de Estado que derriba el gobierno de Mohammad Mosaddeq, electo en elecciones libres, y nombra sha a Mohammad Reza Pahleví, que pone fin a ese movimiento democrático; Mosaddeq había nacionalizado el petróleo, para beneficio del pueblo iraní.
EEUU tuvo éxito en ese entonces debido a las consecuencias de las feroces sanciones y al bloqueo económico aplicado a ese país, que generaron las condiciones para que triunfara el cuartelazo.
El Sha Mohamed Reza Pahlevi era un discípulo sumiso de EEUU, país que armó a su ejército, formó a sus militares y adiestró a la Savak, la terrorífica policía secreta encargada de eliminar toda oposición al gobierno.
En enero de 1978, el pueblo se levanta contra la dictadura del sha, que huye del país en enero de 1979, tras 25 años de reinado. Luego, el ayatola Ruhollah Jomeini vuelve del exilio, se convierte en líder supremo y crea la República Islámica de Irán.
Cuando fracasan las operaciones organizadas por la CIA para derrocar al régimen islámico, EEUU utiliza a Saddam Hussein y su ejército. El 23 de septiembre de 1980 estalla la guerra entre Irán e Irak, que produce un millón de muertos iraníes. La guerra termina en 1988. Al año siguiente muere Ruhollah Jomeini y Alí Jamenei le sucede como líder supremo. Luego de la ejecución de Saddam Hussein, el ayatola Jamenei prevé que Irán es el próximo objetivo militar del Pentágono. El Presidente Bush incluye en el 2002 a Irán en el eje del mal, porque, según él, apoya al terrorismo.
La creciente tensión entre ambos países se incrementa a partir de que Trump rompe, en el 2018, el acuerdo nuclear PAIC (firmado el 2015 por Irán, EEUU, Inglaterra, China, Rusia, Francia, Alemania y la UE, que establece limitaciones al programa nuclear de Irán a cambio del levantamiento de las sanciones internacionales en su contra) y comienza una política de sanciones contra Irán, que incluye embargo a la venta del petróleo y penalidades bancarias.
Por el estrecho de Ormuz transita el 40% de la producción mundial de petróleo; esta es la carta de triunfo de Irán, que lo controla, en el caso de que hubiera un conflicto militar con EEUU, porque, aunque fuese totalmente arrasado, como amenazan, basta con que lo bloquee para no ser derrotado. Según el senador republicano Ron Paúl, algunos de sus compañeros “han manifestado abiertamente su apoyo a un ataque nuclear preventivo contra Irán”.
Parlamentarios iraníes ante esta amenaza han propuesto al ejecutivo cerrar el Estrecho de Ormuz, para así poner de rodillas al mundo entero. Se piensa, y no se exagera, que la crisis del Golfo Pérsico es mucho más peligrosa que la del Caribe de Octubre de 1962. Si se diera un conflicto militar entre EEUU e Irán y se cerrara el estrecho de Ormuz, la economía mundial colapsaría.
El 19 de junio, cuando la República Islámica abatió el dron militar estadounidense RQ-4 Global Hawk, que en el momento de su derribo había incursionado en el espacio aéreo iraní, el Presidente Trump declaró: “Tengo dos grupos de personas, palomas y halcones, John Bolton es absolutamente un halcón. Si dependiera de él, se enfrentaría al mundo entero de una vez. No hay marcha atrás en la intención de bombardear Irán sino que, por el momento, detuve el posible ataque y una acción militar siempre está sobre la mesa… Derribaron un avión no tripulado… Estábamos cargados para la noche pasada tomar represalias contra tres lugares diferentes cuando pregunté cuántas personas morirán. 150, Señor, fue la respuesta del general. Diez minutos antes del ataque lo cancelé… Media hora después de que yo dijera, adelante… No estoy buscando una guerra. Si la hay, será una destrucción como nunca han visto antes”. ¡Tétrico! No se conoce por que Trump detuvo la guerra, pero lo cierto es que su decisión evitó la muerte no de 150 personas sino de unos 150 millones, si no son más, tal vez, de la civilización entera.
Entonces, Trump actuó prudentemente. ¿Por qué hoy no cae en cuenta de que el Pentágono está repleto de halcones, tipo Bolton? Posiblemente le indicaron, “la operación para eliminar la influencia de Irán en el Medio Oriente está lista. Ordene usted”. Y él incurrió en el peor error estratégico hecho por un presidente de EEUU. De ahora en adelante, el mundo vivirá en una espiral cuyo punto final podría ser el fin de la especie. Por lo pronto, la probabilidad para su posible reelección, segura hasta hace poco, han disminuido drásticamente. Al ordenar sin meditar, Trump actuó imprudentemente y nadie conoce cómo podría enmendar su error.
Por Rodolfo Bueno
Corresponsal de Ecuador News en Quito
Para ver más noticias, descarga la Edición
www.ecuadornews.com.ec