Quetzalcóatl
Quetzalcóatl
El Quetzalcóatl sintetiza la comprensión cosmogónica de casi todos los pueblos de Mesoamérica. En él se funde el pájaro quetzal de plumaje azul verdoso, con la serpiente coatl; dos formas de vida, que en interacción, crean la imagen de una sierpe emplumada.
Esta deidad era más que una representación, pues albergaba el principio de la relación de sistemas vivos, denotando otra forma de comprender la naturaleza, incluso la belleza. A la llegada de los europeos a México en el siglo XVI, arremetieron no solo contra los pueblos de indios, sino también contra sus códigos y símbolos, pero la forma cosmogónica de pensar el mundo estaba muy enraizada, por lo que los aborígenes desarrollaron estrategias para adaptar sus mitos y entreverarlos con los propios relatos de los invasores.
Varios cronistas europeos incluyeron el relato del Quetzalcóatl. En su esfuerzo por crear analogías con la cultura occidental, algunos lo asimilaron como legislador divino del cual era lugarteniente Moctezuma, el grande de Yucatán.
Otros cronistas coloniales consideraron que la Serpiente Emplumada era un profeta, incluso mucho después llegaron a aseverar que había sido un apóstol de Cristo. Un alemán, llamado Theodor de Bry, forzando la narración original de los indios, aseveró que el ídolo Quetzalcóatl, descontento con la “tiranía” de Moctezuma, le había advertido la llegada de una “nación extranjera”. Tal testimonio había sido recogido de la voz de un campesino, quien afirmaba haber visto la llegada de un águila enorme, la que dijo: “No tengas miedo, yo soy muchísimo más grande que este rey Moctezuma; yo puedo acabar con él y protegerte a ti, haz lo que te mando”.
Los mexicanos del siglo XIX, y aun los actuales, no han olvidado a Quetzalcóatl y entre ellos circula la creencia de que cuando la Serpiente Emplumada los abandonó, les prometió que volvería después de siglos, para renovar la felicidad y restablecer un gobierno libre con leyes benévolas.
Han pasado 500 años desde que se produjo la invasión europea y, como vemos, los mitos y relatos antiguos continúan vivos, aun dentro de la lengua ajena, lo que revela la fuerza de las culturas originarias y su capacidad de trascender, usando la estrategia del entrevero y la adaptación a la forma.
Quetzalcóatl
Por Tatiana Hidrovo Quiñónez
Ecuador News
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