Mundo.. mundo, entre ruinas y esperanza.
GUAYAQUIL
Mundo.. mundo, entre ruinas y esperanza.
AMANECEMOS Y ANOCHECEMOS
cargados de perturbadores sucesos: guerras, accidentes, crímenes, asaltos, conflictos económicos a gran escala; robos y narco-delincuencia organizada, estructuras internacionales de corrupción galopante a todo nivel; desempleo, hambruna y pobreza. Políticos mafiosos pidiendo asilo. Corona virus y otras enfermedades catastróficas. Manifestaciones violentas; contaminación y desperdicios, en fin.
AL RECIBIR Y VIVIR EL DÍA A DÍA, y en el recorrido por las calles en cualquier ciudad del planeta, con menor o mayor intensidad, se percibe la sensación de inseguridad. En medio de tales angustias por la supervivencia, salimos de casa, sin saber si retornaremos sanos y salvos. El destino puede cambiar en un segundo.
NO ES FÁCIL VIVIR: el encarecimiento, empobrecimiento y falta de trabajo, se han constituido en tortura psicológica, que debilita y enferma a la mayoría de la población. El factor determinante para cambiar tal situación y mejorar la salud social, es a través del trabajo honesto, con un sueldo justo.
HEMOS LLEGADO A TAL PUNTO DE DESCONFIANZA y degradación de la democracia que, a la mayoría de la población económicamente activa, no le interesa ningún partido político. Lamentablemente, nos toca vivir malos momentos con gobiernos dirigidos por ciertas gentes, quienes llegan a tales cargos con dudosa capacidad de gestión en la administración pública y fuerte olor a fraude.
ES TAL LA DESCOMPOSICIÓN, que ahora, el común de la gente pensante, no habla de partidos políticos sino de estructuras delictivas, un entramado organizacional nacional e internacional de morbosa corrupción. Por eso, estamos como estamos y somos como somos.
RECUPERAR LA CONFIANZA, debiese ser la gran consigna global. Para hacer posible estos anhelos de paz y bienestar, debemos ir junto a la EDUCACIÓN FORMATIVA e incorporar de manera URGENTE en el pensum de enseñanza, primaria, secundaria y superior: ÉTICA como un hábito de vida para ser ciudadanos inteligentes, respetuosos, responsables, honrados, justos y solidarios.
Aún estamos a tiempo, es nuestra esperanza mayor.
«La barrera más grande entre todas las naciones, todas las clases, color y credo es la falta de comunicación, la falta de tolerancia y la falta de comprensión…
la EDUCACIÓN es la respuesta»
Por: Fernando Naranjo-Villacís
fnaranjo@gye.satnet.net
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