La panorámica legislativa es bastante sosa
La panorámica legislativa es bastante sosa
Nueva vacancia. Un tiempo para que las fuerzas legislativas se replieguen y delineen una nueva etapa, sobre todo una vez que el bloque de mayoría (AP-CREO-Ind.) se resquebraja, lo que implica nueva agenda política por la reorganización de las fuerzas del Parlamento. Por una parte está Creo.
Los asambleístas de este movimiento se pasaron a la oposición, luego de que el juicio político a Diana Atamaint, presidenta del CNE, no pudiera pasar al Pleno.
Ahora viene el momento clave, justo en época de campaña: ¿harán una oposición desmedida o votarán las leyes necesarias para el bien común?
El Partido Social Cristiano y el correísmo han mostrado que los discursos son meras perlas cultivadas, y que unidos hacen fuerza.
Lo han demostrado sin mediaciones para la realidad, simplemente han votado juntos en las últimas reuniones del Pleno.
Está claro que seguirán haciendo oposición. Para los independientes viene un tiempo en el que tomarán una relevancia inusual. Al no haber mayoría visible no tienen ataduras para votar a favor por las leyes que sean iniciativa del Ejecutivo, así que se verán sorpresas.
Es cuestión de llevar una estadística de sus votaciones para descifrar su juego. Alianza País. El partido que otrora fuera el hermano mayor de la llamada aplanadora del antiguo Congreso (1998-2000), pues en la Asamblea, durante el correísmo, fue una bomba de hidrógeno, ahora vive una crisis que intenta apaciguar.
Se habla de refundación. Ante la imposibilidad de aprobar leyes, el bloque se irá desgranando aún más, ya que muchos legisladores que quieran reelección no querrán ser asociados como el continuismo del oficialismo. Ni siquiera se han puesto de acuerdo en la continuidad de AP y han postergado su convención anual.
El saldo, hasta salir a la vacancia, es negativo en cuanto a leyes: Código de Salud, las reformas a la Ley de Movilidad Humana, el Código de Seguridad y la Reforma Laboral. Vistas así las cosas, la panorámica legislativa es bastante sosa.
OPINIÓN
Por Jorge R. Imbaquingo
Columnista Invitado
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