El año de la deuda
El año de la deuda
La crisis provocada por la pandemia del covid-19 está llevando a todos los países del mundo, con muy pocas excepciones, a endeudarse para reactivar sus economías. Pero un grupo de países, entre ellos Ecuador, se verá obligado a renegociar o reestructurar sus obligaciones para evitar caer en un ‘default’.
Los acreedores saben que en la actual coyuntura no podrán cobrar sus obligaciones en los términos pactados originalmente. Incluso organismos como el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, la Comisión Económica para América Latina, el G20, entre otros, han hecho un llamado para aliviar la pesada deuda que cargan los países de renta baja o media. No hacerlo significará acentuar la crisis en los países de menores recursos, que dejarán de pagar sus obligaciones por atender la emergencia sanitaria y humanitaria.
Hasta ahora, Argentina y Líbano han dejado de cumplir con el pago de sus obligaciones en los plazos previstos. Cuba ha pedido postergar el pago de su deuda al Club de París hasta el 2022 y Ecuador ha anunciado un plan para reestructurar su deuda pública con los bonistas, bancos de inversión, China y multilaterales.
Lo que se verá en los próximos meses será una negociación para encontrar un punto de equilibrio, donde ambas partes ya reconocieron que el escenario cambió. Los acreedores saben que deben relajar las condiciones de la deuda pactada, lo cual incluirá un recorte de tasas, alargamiento de plazos, castigo del capital, etc. Y los deudores también conocen que llegar a una buena negociación les permitirá acceder a nuevos créditos, que los van a necesitar. Estos países necesitan contratar nueva deuda porque carecen de ahorros y requieren recursos frescos para seguir atendiendo la crisis sanitaria y económica.
El endeudamiento en el mundo es inevitable, salvo excepciones como el caso de Noruega, que cuenta con gigantescas reservas que le permite superar la coyuntura. Este país apenas ha necesitado utilizar el 4,3% de su Fondo Global de Pensiones, es decir unos 38 000 millones de euros. Sus reglas le facultan para usar hasta un 3%, pero en épocas de crisis puede ser mayor. Pero incluso grandes países o bloques están implementando gigantescos planes de endeudamiento para salir de la crisis provocada por la pandemia.
Estados Unidos aprobó un paquete de rescate por USD 2,2 billones, el mayor estímulo financiero en la historia de ese país, para apoyar a trabajadores, empresas, gobiernos locales, etc. La Unión Europea también tiene su plan, por 750 000 millones de euros, equivalente a unos USD 825 000 millones. Economías como Chile, Colombia o Perú, que tienen ahorros y han manejado sus finanzas con prudencia, también están accediendo a líneas de crédito del FMI. Este 2020 será inevitable un aumento del endeudamiento.
Sin embargo, debido a la gran cantidad de recursos que estarán en juego, en países como Ecuador será vital vigilar cómo se utilizan esos recursos.
OPINIÓN
Por Cesar Augusto Sosa
Ecuador News
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