En este verano neoyorquino, definido por completo por la pandemia, caminar por las calles de la Gran Manzana resulta una experiencia conmovedora: la percepción generalizada es que hay muchos más desamparados en las aceras, en los parques y en los espacios públicos de la ciudad.
“Debemos ser compasivos. Es un momento difícil para todos. Pero la Ciudad ha tomado decisiones equivocadas. Las escenas de personas que no tienen vivienda drogándose y consumiendo licor en las esquinas, que fueron ubicados en hoteles del vecindario, es un tema que debemos ver con cuidado”, dice el médico argentino Claudio Nori, residente de la calle 79 con la Avenida Broadway de Manhattan.
La preocupación manifiesta de Nori ha sido un tema de primera página de la prensa neoyorquina en las últimas semanas.
Medios locales han insistido cómo los residentes del Upper West Side (un vecindario de Manhattan entre las calles 59 y 110, del lado oeste del Parque Central) denuncian que tres hoteles que albergan a cientos de desamparados, por la pandemia del coronavirus, han convertido el área en un “espectáculo de uso abierto de drogas y consumo de alcohol”.
Detrás de todas estas denuncias, hay un hecho concreto. La Alcaldía de la ciudad de Nueva York para reubicar y descongestionar a los refugios en donde el hacinamiento es una “bomba de tiempo” para la expansión del coronavirus alojó a desamparados en los hoteles Belleclaire y Lucerne en la calle 79 y en hotel Belnord de la calle 87.
“De acuerdo a los reportes de nuestras juntas comunitarias, hay alojadas en estos hoteles personas que padecen enfermedades mentales, se recuperan de adicciones a las drogas y delincuentes sexuales registrados. Quiero insistir que son seres humanos, merecen un espacio digno donde vivir. Es obvio que personas con historial violento, deben estar en otro sitio. Es sentido común”, comentó el chileno Michelle Socías, residente de la calle 75 con la Avenida Broadway.
Aproximadamente 500 residentes de refugios han sido colocados dentro de nueve cuadras en hoteles del vecindario Manhattan.
En medio de la “guillotina” de la calle
El coronavirus como era totalmente predecible también se afincó con fuerza en uno de los costados humanos más vulnerables de la ciudad de Nueva York: las centenares de personas que no tienen hogar.
El reporte ‘COVID-19 y sin hogar en Nueva York’ revelado por la Coalición por los Desamparados demuestra con precisión cómo castigó la pandemia a una población que en condiciones normales, sin “emergencias” de salud pública, sobreviven en medio de la “guillotina” de la calle.
De manera oficial, se conoce que desde que empezó a propagarse el virus el pasado mes de marzo en la Gran Manzana más de 100 “sin techo” sucumbieron al virus.
“La falta de acceso a espacios privados seguros para las personas sin hogar ha agravado la transmisión, hospitalización, y muertes entre este grupo vulnerable de individuos y familias”, dice el reporte de Giselle Routhier y Shelly Nortz de la Coalición de Desamparados.
El año pasado ya la ciudad de Nueva York estaba en el mapa por una crisis de vivienda sin precedentes desde la Gran Depresión de 1930. Ahora las secuelas económicas de la pandemia están creando una “espantosa” crisis humanitaria, calculan los analistas.
El desolador pronóstico de Win
La organización Win, una organización que provee servicios de refugio y apoyo a madres sin hogar, pronosticó el pasado mes de mayo que si no aparecía una acción “profunda e inmediata”, miles de personas se encontrarán incapaces de pagar la renta y tendrán que recurrir al sistema de servicios para personas sin hogar.
En el informe “Respondiendo a la falta de vivienda bajo los efectos del COVID-19” se expone los escenarios de la escalofriante crisis que definirá a Nueva York en los próximos años.
La gran mayoría de los neoyorquinos que han perdido sus ingresos mínimos y podrían perder sus viviendas en esta contingencia provienen de comunidades de color e hispanos.
“Es una solución temporal”
Portavoces del Departamento de Servicios a Desamparados de la Ciudad (DHS) dijeron a El Diario que la Alcaldía de Nueva York ha hecho esfuerzos inmensos para “apaciguar los efectos del virus en los refugios y proteger a familias enteras que dolorosamente no tienen hogar”.
De manera extraoficial se conoció que casi el 20 por ciento de los hoteles de la ciudad de Nueva York se están utilizando para albergar a las personas sin hogar o aquellas que viven en residencias en donde el hacinamiento no les permite aislarse luego de resultar positivos en COVID-19.
Desde el comienzo de la pandemia 13,000 personas sin hogar han sido trasladadas de refugios a hoteles en la ciudad. Actualmente, se utilizan 139 de los 700 hoteles de la ciudad.
“No podemos generalizar, la gran mayoría de desamparados son personas o familias honestas que por razones múltiples quedaron en la calle. Lamentablemente la pandemia nos ha puesto en una emergencia insospechada que iremos superando”, dijo la fuente.
Ante la presión de los residentes del Upper West Side, el Alcalde Bill de Blasio refirió recientemente que en el punto más crítico de la crisis causada por el COVID-19 surgió un “problema real” de gente que necesita ser distribuida por su salud y seguridad, pero que serán removidas de los hoteles.
“A medida que la situación de salud ha seguido mejorando, vamos a comenzar el proceso de averiguar dónde podemos llevar a las personas sin hogar y reducir la dependencia de los hoteles”, dijo el mandatario municipal.
Por su parte, Steven Banks, comisionado del DHS refirió que están trabajando “muy duro” y guiados por expertos de salud pública para “resolver esta crisis”.
Una vida incierta
Para Mariana Ramírez una mujer transgénero mexicana, de 45 años, la vida siempre se ha dibujado incierta. Desde que salió de su natal Oaxaca huyendo más que de la pobreza de la violencia y los abusos por su orientación sexual. Como ella misma lo define, el “sol siempre lo ha tenido a la espaldas”.
Mariana se propuso venir a Estados Unidos, hace 17 años tras la búsqueda de espacios de libertad. Hoy por una serie de desventuras económicas y amorosas, vive donde la sorprenda las cálidas o frías noches de la Gran Manzana.
“Yo hoy no sé dónde voy a dormir. Vivo de las ayudas. Estar en un refugio es muy terrible para una transgénero. Somos víctimas de muchos abusos”, confiesa mientras descansaba en la acera de la calle 60 con la Avenida Broadway.
“Para mí por ahora antes de estar en el infierno de los shelters prefiero estar en la calle. Mañana suena lejos. Por ahora sigo sobreviviendo”, contó.
En otra esquina de la calle 79 con la Avenida Amsterdam descansaba en la acera el salvadoreño Luis Odeso, de 55 años, quien narró que aunque tenía como dormir en un refugio temporal en esa área prefería estar toda el día en la calle.
“La fuerza de los vicios me llevó a esta situación. Perdí mi familia, mi trabajo y todo. Quedé en la calle y dudo que tenga cerca otra opción. Solo un milagro”.
En números: “Sin techos” en NYC
- 59.308 personas sin hogar, incluidas 13.523 familias con 20.044 niños se han contabilizado en la ciudad de Nueva York hasta mayo 2020.
- 61% más desamparados que hace 10 años, duermen actualmente en los refugios y soluciones temporales de la Ciudad.
- 133% se ha elevado la cantidad de adultos solteros sin techo en los refugios habilitados en la Gran Manzana en comparación con el año 2010.
- 32% de los jefes de hogar que viven refugios son de origen hispano, 57% son afroamericanos, y el 7% son blancos.