Hace ya varios días las autoridades hicieron sonar las alarmas sobre el aumento de casos de COVID-19 en la ciudad de Nueva York. Y aunque había mucha preocupación por zonas de contagios elevados en Brooklyn y Queens, Staten Island saltó a escena, con un panorama que causa inquietud.
Las cifras revelan que los contagios siguen subiendo en ese condado, donde ninguno de los vecindarios está ya en un área con menos de 3% de casos. Los más preocupantes, como Tottenville, Great Kills y New Dorpt, han incluso superado índices del 5%. En el último día hubo 102 nuevos casos reportados, lo que eleva el número total de contagios en el condado a 18,078; de esa cifra, 63 están hospitalizadas actualmente. Y con dos nuevas muertes, los decesos ya suben a 1,104. La alerta es evidente.
En los ferris que a diario movilizan a miles de personas desde el condado hasta Manhattan y a Nueva Jersey, se palpa un miedo latente, como lo asegura el dominicano Ignacio Quintero, quien vive en la isla con su esposa y sus tres hijos adolescentes.
En las calles, la queja es la misma. Declarándose “indignado” al ver a tres jovencitas hispanas caminando sin máscarilla, y asegurando que la culpa del aumento del COVID-19 en Staten Island no es “ni del Alcalde, ni de la Policía, sino de la gente”, el hondureño Roberto González pronostica con mucha inquietud que las cosas allá se van a poner peor.
“Nomás basta mirar para saber por qué estamos así. La gente no hace caso. La gente cree que esto es un juego, Son inconscientes; después de todo lo que ya vivimos y los muertos, no respetar la mínima norma de las máscaras y estar lejos unos de otros es jugar con el diablo. Es una cosa de cerebro y conciencia”, dijo el fontanero, mientras esperaba el autobus.
Temor por posibles nuevos cierres
A pocos pasos de allí, y mientras limpiaba los vidrios de las puertas de la tienda de abarrotes “7 Food Market”, sobre la Avenida Port Richmond, a una cuadra de Castleton, el mexicano Alfredo Jiménez confesó que está “espantado” con la sola idea de pensar que si las cosas no mejoran en Staten Island, pudiera haber cierres. Más todavía desde que supo que el gobernador Cuomo declaró varios puntos vecinos del condado como zonas amarillas, que implica restricciones.
“Yo estuve sin trabajo unos meses y ahora no puedo darme ese lujo porque tengo una familia que mantener. Pero es que la gente no usa la máscara. Aquí se la exigimos, pero afuera hacen lo que quieren y así también se pasan los contagios”, aseguró el mexicano, mostrando que los tapabocas para que protejan deben usarse por encima de la nariz.
María Carrera, del supermercado “Mi Pueblo”, separada de la clientela que acude a comprar por un grueso vidrio y llevando una máscarilla negra, también culpó a la falta de tapabocas como la causa del incremento de contagios.
“He visto que aquí en Staten Island están subiendo los casos cada día y eso da miedo. Nosotros aquí tratamos de estar con la mascarilla todo el tiempo y la exigimos a quienes entran, pero muchas personas no tienen conciencia y les vale”, comentó la mexicana, asegurando que su temor no es tanto por el futuro económico del lugar, en caso de cierres, sino por el bien de todos.
Menos máscaras aquí que en otros condados
Y como fiel testimonio de que muchas personas parecen haberle perdido el respeto a las normas de uso de la mascarilla, afuera del supermercado, tres adultos mayores estaban departiendo sin nada que les cubriera la nariz y la boca. Además, varios de los transeúntes que pasaban, parecían con la convicción de que las mascarillas no son necesarias.
“Los cubrebocas no sirven de nada, lo único que realmente va a servir para parar el COVID es la vacuna y muy seguramente a nosotros como hispanos, nos dejarán de últimas, pero los cubrebocas son incómodos y no salvan a nadie de contagios”, comentó el mexicano Julio Bocanegra, agregando que todavía no hay nada que temer en su condado porque los contagios siguen siendo mínimos. “En Florida se preocupan cuando están por encima del 10 por ciento, pero aquí se espantan con 5 por ciento. Esto no es nada“.
Modesto Reyes, propietario de la taquería “Los Potrillos”, dijo estar preocupado por si ponen nuevas restricciones a los restaurantes, pero se mostró firme en que no cree que las mascarillas sean salvavidas, en cambio sí, el distanciamiento social.
“Lo que deben hacer es dejar de estar molestando a los negocios, que dejen trabajar y no la agarren contra nosotros. Mejor deberían ir a las reuniones que hacen en las casas donde sí hay mucha gente y hacer algo, pero ahí sí no hacen nada”, comentó el mexicano, originario de Guerrero, insistiendo en que el gobierno es el único que puede parar el caos.
“Qué saquen la medicina de una vez. El Gobierno que la afloje, porque la tiene ya, yo creo… y pues mientras tanto, nos vamos a morir al que nos toque, porque de verdad creen que la máscara los proteje, pero yo no sé”, recalcó el inmigrante.
Esfuerzo para frenar los contagios
Y en medio de los esfuerzos que ha venido adelantando la Ciudad para ponerle freno al COVID-19, entre ellos entrega de mascarillas, jornadas de pruebas y campañas educativas, las organizaciones comunitarias también se han volcado para ponerle un freno al virus.
“Durante la pandemia, hemos estado haciendo alcance a la comunidad severamente impactada. Hemos creado una línea de COVID-19 donde la comunidad puede llamar para recibir información y recursos en su área. También hemos compartido información sobre la importancia de mantener el distanciamiento social, utilizar tapabocas, hacerse la prueba del COVID-19, y la importancia de darle seguimiento a los casos”, aseguró Arline Cruz, directora Asociada de Programas de Salud de la organización Make the Road New York con sede en Staten Island.
“La labor de organizaciones comunitarias, como la de nosotros, que tienen conexiones con la comunidad, y en la cual la comunidad confía, son críticos en este momento para seguir difundiendo la información más actualizada, educación, y conectándo a personas con servicios disponibles de salud”, agregó Cruz.
El comisionado de Salud de la Ciudad, el doctor Dave Chokshi, hizo un llamado a los habitantes del condado cruzando el puente Verrazzano que se hagan el test y sigan las normas básicas de protección como el uso de tapabocas, distanciamiento social y lavado de manos, para poder manejar mejor la pandemia.
“Estamos preocupados por lo que estamos viendo en partes de la ciudad, incluida Staten Island, con respecto a un aumento en los casos, así como un aumento en la tasa de pruebas positivas. Esto ha sucedido relativamente reciente en los últimos días, y estamos alentando a las personas a que se lo tomen muy en serio para que podamos tratar de recuperarnos”, dijo el funcionario.
“Todos estamos cansados del virus, pero el virus ciertamente no está cansado de nosotros. pero también sabíamos que entrar en esos meses más fríos para todos los virus respiratorios como el coronavirus… es más probable que ese virus sea contagioso”, agregó el médico. “Por lo tanto, debemos tomar las medidas necesarias para que podamos usar una máscara y mantener una distancia de seis pies, al aire libre y en el interior, y evitar las reuniones para ayudar a prevenir la propagación”.
Alerta del presidente del condado
James Oddo, presidente del condado de Staten Island, recordó el sufrimiento que vivió Staten Island al inicio de la pandemia, cuando los dos sistemas hospitalarios del condado hicieron malabares para poder responder a la crisis, desmantelando unidades y espacios para convertirlos en UCIs, y agregó que nadie desea repetir esa pesadilla, que además le saldrá más cara a todos.
“No quiero volver a eso. No quiero volver a acercarme a eso (…) Y no podemos permitir algún tipo de profecía autocumplida deformada que nos resista a controlar lo que podemos controlar. Nos resistimos, porque algunos sienten que es demasiado, lo que eventualmente nos llevará a restricciones más costosas. Controlemos lo que podemos controlar, usemos la máscara, mantengámonos a una distancia segura, seamos inteligentes en las reuniones sociales”, dijo el político. “La designación de la zona amarilla es una declaración que dice que vamos en la dirección equivocada y tenemos que alterar nuestro comportamiento”.
El alcalde Bill de Blasio se sumó al llamado a la unidad para alejarse del abismo que implicaría no frenar la avanzada del COVID-19, y pidió asumir este momento con mucha seriedad.
“Staten Island ha superado grandes desafíos antes. Hay mucho heroísmo, mucho espíritu y podemos volver a hacerlo. Vimos que sucedió en Brooklyn y Queens (…) e incluso en medio de otros desafíos, hemos visto una mejora extraordinaria, porque la gente se involucró y la gente trabaja junta. Lo haremos de nuevo en Staten Island”, dijo el mandatario. “Estos próximos días van a ser cruciales... Cada cosa que hagan es importante, porque pueden evitar que la enfermedad se transmita haciendo lo correcto, o pueden transmitir la enfermedad sin darse cuenta, haciendo lo incorrecto“.
Allá, en Staten Island, y siguiendo al pie de la letra las recomendaciones sobre el uso de máscaras bien puestas y el distanciamiento social, Dorita Rodríguez se confesó nerviosa por los contagios y le rogó a los residentes de su condado que “no jueguen más con fuego”, porque la cosa está “canija”.
“Tenemos que hacer nuestra tarea o esto se va a poner otra vez como en abril. ¿Quién tiene la culpa de tantos contagios no nomás aquí, sino en todas partes? Pues la gente y el tapabocas ausente, dijo la madre mexicana, mientras cruzaba a toda prisa y bajo la lluvia, la Avenida Port Richmond y Castetlon, junto a su hijito de 4 años, con las mascarillas bien puestas. “Se podrá ver feo, será incómodo… molesta, pero esta es la única vacuna que tenemos hasta ahora, y si no la usamos, nos va a llevar la fregada“.
Contagios del COVID-19 en Staten Island
- 3.08% y el 5.6% son los índices en los que se han movido los vecindarios
- Tottenville, Great Kills y New Dorpt son los más preocupantes
- 102 nuevos casos reportados el jueves
- 63 personas estaban hospitalizadas el jueves
- 18,078 es el total de contagios en ese condado hasta ahora
- 266,574 son los contagios en toda la ciudad
- 1,104 es la cifra de muertes que ha dejado el virus en el condado
- 185 de las muertes son consideradas muertes probables