Con Beethoven entonemos su canto
Entonemos su canto placentero y lleno de alegría para volver a ser hermanos
En Guayaquil asistimos al programa especial para recordar el natalicio del célebre compositor alemán, director de orquesta y pianista LUDWIG VAN BEETHOVEN – 17 de diciembre de 1770-.
Ciertamente, fue un acto que bien podría haber sido presentado en los mejores escenarios del mundo, por la calidad interpretativa de músicos, la impecable actuación del pianista invitado y la dirección musical.
Un magnífico ensamble de sonidos para deleite del público que concurrió a este tributo para quien admiramos por su valioso legado musical y cultural.
Gracias a la Muy Ilustre Municipalidad de Guayaquil, al Colegio Alemán Humboldt, el Teatro Centro de Arte León Febres-Cordero y la Fundación Garza Roja, fue posible este solaz y esparcimiento en el confinamiento.
En uno de sus apuntes, Albert Einstein anota: “Antes de BEETHOVEN se escribía música para lo inmediato: con BEETHOVEN, se empieza a escribir música para la eternidad”, una cita célebre que describe la excelencia alcanzada en cada una de sus partituras, cuya escritura constituye el único lenguaje universal.
Aquel que transformó la historia de la música, a pesar de su problema auditivo, en algún momento dijo: “Confieso que mi vida es miserable. Dejé de asistir a eventos sociales por ser sordo. Si tuviera otra profesión le haría frente, pero es una terrible desventaja en mi profesión”
En su último período como compositor, BEETHOVEN escribe la Novena Sinfonía totalmente sordo, es allí donde concreta la idea que había tenido en 1793: musicalizar el poema de Federico Schiller, como expresión de aquellos valores que conmovieron al compositor a lo largo de su vida.
El HIMNO A LA ALEGRÍA, fue una auténtica liberación personal y musical que permitió la creación de un nuevo género, la sinfonía coral. Fue una proclama de libertad creadora y la apertura de nuevos caminos en la historia de la música.
Un acto de convicción personal tanto en lo artístico como en lo político, que deja en claro el compromiso de BEETHOVEN con los valores que siempre lo identificaron: la igualdad, libertad y fraternidad.
Grato encuentro con su eterno mensaje musical, para soñar, más allá de las estrellas.
HOMENAJE A LOS 250 AÑOS DE SU NATALICIO
El Teatro Centro de Arte fue escenario del memorable concierto con la Orquesta Filarmónica Municipal de Guayaquil, dirigida por el maestro armenio DAVID HARUTYUNYAN (d) y como pianista invitado ANDREY POCHEVNY (i) de Bielorrusia.
ANDREY POCHEVNY, CONSAGRADO PIANISTA
DE BIELORRUSIA Y SU MAGNÍFICA ACTUACIÓN
Grata coincidencia, en diciembre al igual que el gran BEETHOVEN, recuerda su natalicio, además de virtuoso del piano, es un destacado profesor en la Universidad de Dallas en Irving, Texas. Ha ganado varios primeros premios internacionales y ofrecido recitales como solista en importantes escenarios de Estados Unidos como el Lincoln Center y Carnegie Hall en New York; Kennedy Center y la Phillips Collection en Washington DC.; el Preston Bradley Hall en Chicago y el Instituto de Música de Cleveland. Muy grato haberlo recibido y aplaudido en Guayaquil.
GUAYAQUIL
Por: Fernando Naranjo-Villacís
fnaranjo@gye.satnet.net
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