Las reacciones surgieron luego de decretarse el estado de excepción en el país y las medidas del COE nacional como cierre de playas y realización de eventos sociales o corporativos en hoteles de máximo diez personas. Aunque en Guayaquil, estas reuniones en hoteles están prohibidas durante quince días, según el COE cantonal.
En el Hotel Urdesa Suites ya hay una cancelación de reserva de habitación, de acuerdo con su propietaria, Nelly Pullas. Esta reserva fue sin abono del cliente, pero Pullas resalta que en caso de cancelaciones con depósito se aplican varias opciones conforme a las cláusulas.
“Depende de las circunstancias, si alguien me afirma que va a llegar y no llega, entonces sí aplicamos la cláusula de reserva en donde pierde el valor que ha iniciado por la reserva, pero en circunstancias motivadas por fuerza mayor de fallecimiento ahí nosotros devolvemos el valor que se haya depositado, y si la causa es dentro de esta nueva normalidad, en este instante, en donde sabemos que las cosas cambiaron, sí estamos manejando la devolución del dinero por el cambio de ordenanza”, indica.
Así también menciona que otra de las opciones es aplazar la fecha de la reserva de la habitación para que sea usada a manera de crédito.
El Hotel Urdesa Suites tiene cinco habitaciones ocupadas y el pasado lunes eran diez. Tenían la perspectiva de llegar al 80 % de ocupación, pero Pullas cree que culminarán el 2020 con el 0 %.
“Tenemos que ser conscientes de que si el Gobierno determina acciones, debemos desarrollarlas, pero estas medidas sí significan pérdidas económicas. Se van a caer las reservas, habíamos venido en diciembre con una buena demanda, con una ocupación de las dos últimas semanas, con esto ya la gente empezó a cancelar las reservas y vamos a vivir un periodo de incertidumbre dependiendo de lo que pase la primera semana de enero y veo a enero un mes durísimo. Habrá que el Gobierno de alguna manera compense las pérdidas en el sector turístico”, indica.
El hotel no tiene reservaciones de eventos por Navidad ni de Fin de Año porque no consideró hacerlos hace dos semanas. Registra pérdidas mensuales de aproximadamente $ 6.400.
Mientras, en el hotel Los Picos, en General Villamil, existe incertidumbre, según su propietario Michel Achi. Toda su reserva para lo que resta de diciembre y principios de enero proviene de Guayaquil.
Hasta ahora no tiene cancelaciones, pero sí consultas. Afirman que los clientes llaman por varias razones: si pueden cambiar la fecha de reserva para que puedan salir con el número de placa establecido en Guayaquil, cómo pueden tener un salvoconducto y si hay devolución de la reserva.
En este último punto Achi indica que cualquier cliente que cancela la reserva se le devolverá el valor abonado.
“A ellos (clientes) no les preocupa tanto el cierre de las playas sino la restricción vehicular, porque la gente viene a disfrutar del clima, de la gastronomía, pero les preocupa la restricción vehicular. Nosotros por motivos de fuerza mayor devolvemos la reserva”, explica.
Achi señala que las medidas adoptadas eran necesarias para salvaguardar la salud de todos, pero cree que hace falta apoyo del Gobierno. Lo mismo considera Pullas, quien propone al régimen que las deudas del sector hotelero se aplacen ante la falta de ingresos.
Y esta alternativa también fue propuesta por Holbach Muñetón, presidente de la Federación Nacional de Cámaras de Turismo (Fenacaptur). Dice que se necesita diferir las deudas.
“Esto nos preocupa porque no es justo que por un lado nos estamos cayendo en pedazos, no tengamos ni una ayuda del Gobierno. (…) Nosotros estamos muy enojados, preocupados, de saber que hemos invertido en el Ecuador y nadie dice nada. He tenido reunión con los dos ministros de Finanzas (antes Richard Martínez y ahora Mauricio Pozo) y nos hemos pasado de reunión en reunión, de mesa en mesa. Yo necesito es resultados: fallecemos o vivimos, aquí no hay términos medios”, apunta.
El sector turístico registra más de $ 1.900 millones en pérdidas económicas y 50.000 puestos de trabajo afectados hasta agosto pasado, según datos de Fenacaptur.
“El turismo es un sector que aporta con el 2,2 % del PIB”, menciona Muñetón.
El sector propone facilidades en líneas de crédito, regulación de las tasas e intereses bancarios para el sector, reducción de tasas e impuestos.
Estos planteamientos, de acuerdo con Muñetón, han sido consolidados en un proyecto de ley presentado ante las autoridades de la Asamblea Nacional, con un pedido de tratamiento urgente, pero señala que hasta ahora no tienen respuesta.
Nota Original: El Universo – LINK