EL PUENTE DE LA MEMORIA
EL PUENTE DE LA MEMORIA
Virginia; Katthy; Johanna; Cinthia; Paulina; Noeli; Melissa; Jenny; Nayeli; María; Sisa; Olga; Adriana; Johana; Doris; Victoria; Monserrate; Maricelys; Gabriela; Maria Inés; Lucrecia; Tamia; Marlene; Elvira; Paula; Rosa; Wendy; Carmen; Katty; Brigith; María; Andrea; Katherine; Milena; Judith; Emili; Sani; Gloria; Camila; Jennifer; Estrellita; María Isabel; Zoila; Elizabeth; Mariuxi; Liliana; Gabriela; Sasha; Cristina; Sara; Daniela; Lisseth; Gema; Paulina; Juana; Marjorie; Belkis; Konny; Yulexy; Elsa; María Gabriela; Lidia; Daniela; Isbeli; Paola; Valentina; Johanna; Thalia; María Mercedes; Mayra; Rosa; Kattya; Jenny; Jéssica; Katherine; Adriana; Maité; Antonella; Carmen; Johanna; Julia; Silvia; Emilia; Katherine; Marilyn; Yomira; Maribel; Cristina; Fladis; Gabriela; Anahis; Melany; Maria Rosario; Jazmín; Jessenia; Karen; Verónica; Fanny; Emily; Vilma; Mikaela; Rafaela; Angela; Rosa; Cristina; Eliana; Gloria; Shelmín; Melany; Flor Del Rocío; Jéssica; Yuliana; Lisbeth; Alejandra; Mercy…
Estos son los nombres de las 118 mujeres asesinadas en 2020 en razón de su género, lo que lo constituye en femicidios. Algunos de estos nombres están en las columnas del puente Mariano Moreno en Cuenca, un puente que se pintó de violeta y que se erigió, en medio de una disputa, en un lugar de la memoria.
Este puente incomoda a las autoridades que se preocupan del ornato y que en acciones recurrentes lo volvían a blanquear pero el activismo feminista insistía en ponerlo de violeta. Ese puente perturba a los de mentes conservadoras y con prejuicios patriarcales, porque visibilizan los nombres de su inherente violencia.
Ese puente exaspera a los violentos porque recuerda la dimensión de la saña con que humillan, golpean, y asesinan a las mujeres ¡Bien hecho! justo para eso está ahí ahora ese puente, ya casi no circulan vehículos porque es una zona peatonal, pero se ha convertido en el lugar de la memoria, de la infamia y el escarnio contra las mujeres. La ira de los violentos no se agota en el ultraje a “sus” mujeres. También esa rabia se desborda contra las mujeres feministas activistas que están presentes precisamente para desplegar estas acciones de memoria, indispensables en una sociedad que ya está acostumbrada a las estadísticas de las mujeres asesinadas. Por ello no tuvieron empacho en destruir una placa conmemorativa que se colocó en el puente y en acciones oprobiosas contra Liz Zhingri, una de las jóvenes activistas feministas prominentes en Cuenca. Sin embargo, ni el amedrentamiento ni el miedo van a acallar a las mujeres comprometidas con esta causa, que significa la defensa de la vida, de la libertad y la autonomía de las mujeres.
OPINIÓN
Por Mónica Mancero Acosta
Ecuador News
www.ecuadornews.com.ec